La gran Maria del Mar Bonet, en 1970, canon e influencia. Foto: Toni Catany
La gran Maria del Mar Bonet, en 1970, canon e influencia. Foto: Toni Catany

Informe

Anillos de agua: la inagotable influencia de Maria del Mar Bonet

Maria del Mar Bonet es historia viva de la música en catalán, algo que se demuestra en el influjo que su voz y su aproximación a la tradición sigue teniendo en artistas jóvenes. Una nueva generación de hijas del mediterráneo recopilada en este artículo.

Mientras en los 60 y los 70 nuestras madres y padres tenían que acudir a la influencia anglosajona para poder tejer un bagaje cultural propio que rompiese con lo establecido, hubo quien alternativamente reivindicó sus raíces más directas para afianzarse en esos mismos objetivos. Un ejemplo claro de ello es Maria del Mar Bonet, exploradora del crisol cultural Mediterráneo que a lo largo de los años ha elaborado un discurso musical propio, dando forma a un folk genuino que más tarde se mezcló con otros sonidos. Unas cuantas generaciones después, diversas artistas no buscan influencias en otras culturas, sino que toman conciencia de sus raíces como en su momento lo hizo de forma pionera Bonet. Seleccionamos y hablamos de algunos talentos que beben de una clara influencia de la artista balear: toman el relevo de lo que ella empezó y lo adaptan al siglo XXI.

Con su bagaje sólido y coherente, Bonet es sin ninguna duda una de las voces más respetadas del país, además de una pionera en muchos aspectos. Por una parte, reafirmada en reivindicar el cancionero tradicional y aportar su cosmovisión y criterio contemporáneo. También por el uso de la voz en distintos registros: ora ancestral, ora de producción minimalista, en ocasiones tendiendo a lo orquestal o incluso adoptando formatos más exóticos. Al mismo tiempo, su carrera se caracteriza por haber profundizado en estudiar el bagaje musical de la zona de influencia de su amado Mediterráneo, donde ella nació y tiene el corazón. Ha reivindicado el papel geográfico que, a lo largo de la historia de la humanidad, ha tenido este mar, uniendo culturas de alrededor de distintos continentes. Esto es lo que le ha permitido flirtear con distintos géneros musicales que ha fusionado con criterio y experimentación. Desde el cancionero tradicional catalán-balear hasta la música caribeña, el jazz-rock de la “ona laietana”, el folklore griego o árabe, incluso uniendo su voz a sintetizadores y cajas de ritmos para convertirse en pionera del new age, un género que por fin se revaloraliza tras haber sido denostado durante años. Más allá de lo musical, a Maria del Mar Bonet no le ha temblado el pulso a la hora de reivindicar el catalán como una lengua universal, posicionarse políticamente de forma inequívoca durante su carrera musical y abanderar el empoderamiento femenino a nivel estatal.

Por estas y muchas más razones, Maria del Mar Bonet ha dejado huella en muchas y muchos artistas contemporáneos. Nuestros padres tenían que acudir a coetáneos de otras culturas para buscar sus referentes musicales. Pero las generaciones que hemos nacido a partir de los 80 finalmente podemos hurgar en raíces musicales cercanas para encontrar referencias con las que sentirnos cómodas. Ya hubo quien rompió una lanza en favor de la influencia de Maria del Mar a principios de la década anterior, cuando esta reivindicación era claramente disruptiva. Es de justicia citar a artistas como Granit, Desert, Maria Arnal i Marcel Bagés o Silvia Pérez Cruz, avanzadilla de la revalorización del legado de la autora de “Alenar (Ariola, 1977).

Tarta Relena, riesgo y minimalismo. Foto: Duna Vallès
Tarta Relena, riesgo y minimalismo. Foto: Duna Vallès

Tarta Relena

La influencia de Maria del Mar Bonet en Tarta Relena se aprecia desde muchas perspectivas distintas. La razón principal es precisamente el objetivo con el que nace el grupo de Marta Torrella y Helena Ros: explorar la tradición musical oral que durante siglos se ha ido interrelacionando alrededor del área geográfica del Mediterráneo. La música del dúo podría verse como una reivindicación de los discos más crudos y difíciles de la artista balear, precisamente porque ellas también parten del riesgo y la experimentación. Tarta Relena lo llevan a su terreno y lo elevan a la máxima potencia en un resultado minimalista, pero también complejo y difícil de digerir. Prueben con el disco “Bon viatge faci la cadernera” (Ariola, 1990). Salvando las distancias musicales con Tarta Relena, este LP es la auténtica rara avis en la discografía de Bonet, ya que en él colabora con artistas esquivos y próximos a la experimentación, como son Joan Bibiloni, Javier Bergia o Luis Delgado de Mécanica Popular, entre otros.

Júlia Colom, tradición y modernidad.
Júlia Colom, tradición y modernidad.

Júlia Colom

Si tenemos que justificar a Maria del Mar Bonet como referente de las nuevas y jóvenes artistas, sin duda uno de los argumentos que debemos poner de manifiesto es cómo de importante es su papel en la renovación de la música popular. Desde esta perspectiva, la influencia de Bonet sobre Júlia Colom es clarísima. Reivindicando la música de raíz desde una perspectiva contemporánea a través de la electrónica y, al mismo tiempo, mediante la clara influencia que las músicas urbanas tienen actualmente sobre los jóvenes veinteañeros, tradición y modernidad cobran sentido en este interesantísimo proyecto. Siguiendo con los paralelismos, la aproximación a lo tradicional que realiza Colom a través de la vanguardia y la electrónica no queda muy lejos de la de Tarta Relena, si bien estas son más gregorianas y ortodoxas. Lo que estremece es comprobar cómo alguien tan joven puede tener tanta afinidad con sus raíces pasadas, siempre con la intención de preservarlas aunque sea desde la innovación. Prueba de la fascinación que despierta la artista mallorquina es que, aun estando en una fase muy temprana de su trayectoria, ya ha inspirado un documental: “Sempre dijous” (2020), de Joan Porcel, estrenado en la pasada edición de In-Edit.

Tráiler del documental “Sempre dijous”, dedicado a Júlia Colom.
Maria Jaume mira de reojo al folk anglosajón. Foto: Noemí Elias
Maria Jaume mira de reojo al folk anglosajón. Foto: Noemí Elias

Maria Jaume

Las canciones de Maria Jaume respiran la efervescente juventud de una artista de 20 años. Todo en su disco de debut, “Fins maig no revisc” (Bankrobber, 2020), respira el aura del pop balear que, cual cefalópodo, va colocando sus patas en distintos puntos. La mitad de estas extremidades se encuadran dentro de lo que podrían considerarse las influencias de raíz: el folk mediterráneo, la canción de autor y la lírica costumbrista; estética tradicional de flores secas y vestidos setenteros. El resto de influencias miran de reojo al folk anglosajón de Nick Drake, por citar otra raíz que no queda descontextualizada, y a la canción pop actual de Weyes Blood, Julia Jacklin o Stella Donnelly, por citar algunas artistas internacionales que tienen mucho que ver tanto con Maria Jaume como con Bonet.

Anna Ferrer, aromas de Mediterráneo. Foto: Maria Barceló
Anna Ferrer, aromas de Mediterráneo. Foto: Maria Barceló

Anna Ferrer

El currículum de Anna Ferrer es asombroso: pocas artistas pueden presumir de haberse labrado una base tan sólida en lo que respecta al estudio de la música tradicional mediterránea a pesar de su temprana edad. En su corta trayectoria, dividida entre la formación musical clásica y la moderna, ya ha colaborado con Marina Rosell y Toti Soler, aliados históricos de Maria del Mar Bonet. Su discografía cuenta con dos discos en solitario –uno de ellos, el precioso “Tel·lúria” (Audiovisuals de Sarrià, 2017)– y otro en colaboración con Paula Grande, “Vega” (Bankrobber, 2020). Es fácil trazar un paralelismo entre este último álbum y la obra de Maria del Mar Bonet por tratarse de un trabajo vinculado al proyecto Càntut, en el que se bucea en el cancionero de tradición oral para visualizar y reivindicar el papel de la mujer a lo largo de la historia, desde las jóvenes mujeres trabajadoras hasta madres, abuelas, hijas o nietas de generaciones pasadas.

Clara Fiol, canción de autor.
Clara Fiol, canción de autor.

Clara Fiol

La voz de Clara Fiol es dulce y bebe de una tradición familiar vinculada a la cultura que le ha aportado un bagaje literario que ella ha conseguido maridar musicalmente, desarrollando una carrera artística personal ya reconocida por la plana mayor de la cultural balear. Desde la perspectiva de quien esto escribe, lo más interesante de su obra es su aproximación a la música tradicional adaptada a una producción coherente con la vanguardia musical y la lírica poética, algo que se nota especialmente en la sobresaliente canción “Sa madona”. Un punto fuerte de Clara es la lírica; no en vano, también es poeta además de compositora. El maravilloso EP “Silueta” (autoeditado, 2018) es una buena puerta de entrada a su universo, a medio camino del pop minimal y la canción de autor junto al guitarrista Joan Vallbona. Si buscan referentes, tengan en cuenta que ha colaborado en el pasado con Joana Gomila, entre otros. 


Sandra Monfort, matices electrónicos. Foto: Elena Silvestre
Sandra Monfort, matices electrónicos. Foto: Elena Silvestre

Sandra Monfort

El vínculo de Maria del Mar Bonet con el área geográfica que triangula los tres territorios de habla catalana que cohabitan en el estado tiene un lugar que sentimentalmente cobra especial importancia: Valencia, una tierra que ella siente mucho en el corazón por muchas razones, incluyendo la política. No sería justo que un artículo que glosa las “hijas contemporáneas” de Maria del Mar Bonet no se fijara en esta maravillosa tierra bañada por el Mediterráneo. Gracias a Hidden Track descubrimos a Sandra Monfort, compañera precisamente de Clara Fiol en la banda Marala. En Monfort también se unen tradición y modernidad, por más que su uso de la electrónica o los filtros de voces sea plenamente vanguardista. Una maravilla que gustará especialmente a oyentes ávidos de descubrir música en la onda de Maria Arnal o María José Llergo.

Maria Hein, apta para todos los públicos.
Maria Hein, apta para todos los públicos.

Maria Hein

La tradición musical balear tiene el futuro asegurado gracias a voces como la de Maria Hein, a la que descubrimos tras haber editado un par de temas: “Idò un cafè” y “No te veig”. Esta última, una maravillosa canción minimalista de voz y guitarra que entrelaza un sonido onírico de teclado que nos traslada al paisaje paradisíaco del Mediterráneo. Esta joven de Felanitx renueva la canción de autor más personal en un proyecto donde fusiona sus conocimientos de guitarra y piano con una producción en la que no son necesarias demasiadas florituras. Ha fichado recientemente por la escudería de Hidden Track.


Laia Vallès y Joana Gomila, experimentación sonora.
Laia Vallès y Joana Gomila, experimentación sonora.

Joana Gomila

Una de las cuestiones en las que he querido hacer más hincapié durante este artículo ha sido la necesidad de acudir a las raíces culturales de un lugar para separar el grano de la paja. Estudiar lo que nos proporcionaron nuestros ancestros y pasarlo por la coctelera de la historia. Acudir a las raíces y ejecutarlas con métodos y estética actual es la estrategia que usa Joana Gomila, una estudiosa de la música de tradición oral mediterránea. En el 2016 editó “Folk Souvenir” (Bubota), un sobresaliente disco con la plana mayor de jóvenes exploradores de los horizontes de la tradición musical en catalán. Entre ellos, destaca Laia Vallès, con quien, por cierto, ha seguido colaborando, editando un álbum conjunto el año pasado, “Paradís” (Bubota, 2020). Otro de los músicos a los que hay que destacar y que forma parte de la formación que grabó “Folk Souvenir” es el percusionista de la Seu d’Urgell Arnau Obiols, quien a su vez reivindica figuras como las de Artur Blasco, folklorista y estudioso de la cultura popular. Sus discos son la mezcla perfecta entre música tradicional y experimental. Pero, volviendo a Joana Gomila, “Paradís” es uno de los discos más interesantes de la categoría que estamos analizando: poesía sonora, voz experimental y electrónica. 


Neus Borrell i Bru Ferri, poesía musicada. Foto: Salva G. Ojeda
Neus Borrell i Bru Ferri, poesía musicada. Foto: Salva G. Ojeda

Neus Borrell i Bru Ferri

En la tarea de reivindicar la música tradicional desde la perspectiva contemporánea no solo hay que poner de manifiesto la tarea de los artistas, sino que hay que subrayar también la importancia que ejercen los sellos discográficos en el amparo y promoción de estos géneros. Así pues, igual que Bubota desde Baleares, en Cataluña hay que destacar el trabajo de The Indian Runners, quienes han apostado por este género en muchas de sus referencias. Uno de los últimos trabajos que han firmado ha sido el de Neus Borrell i Bru Ferri, “Llibretes i orogènesis” (2021), un disco que destaca por su intimismo y, de nuevo, por su producción minimal. Los que conozcan la discografía de Maria del Mar Bonet sabrán de su vocación por reinterpretar poesía en formato musical. El disco en cuestión se enmarca en la línea de la poesía musicada en un dueto entre la voz de Neus Borrell y el piano de Bru Ferri. Entre los textos inéditos interpretados cantan a Maria Mercè Marçal, de quien Maria del Mar Bonet está enamorada.

Anna Andreu y Marina Arrufat, pop metafísico.
Anna Andreu y Marina Arrufat, pop metafísico.

Anna Andreu

Anna Andreu quizá sea la artista que menos puntos tiene en común directamente con Maria del Mar Bonet. Sin embargo, “Els mals costums” (Hidden Track, 2020), realizado en compañía de Marina Arrufat, es, probablemente, uno de los mejores discos de pop catalán de la temporada pasada, y en él puede verse una conexión con la época en la que Maria del Mar Bonet flirteó con la “ona laietana”. Es decir, y salvando las distancias, la aproximación contemporánea de Bonet a esta corriente (por favor, escuchen la versión original de “Jo em donaria a qui em volgués” del single “Si vens prest” que Concèntric editó en vinilo en 1969, y en la que participan Toti Soler y Jordi Sabatés) es la que los artistas del universo contemporáneo catalán han bautizado como “pop metafísic”. Los arreglos de las guitarras y las voces lánguidas de Anna Andreu son susceptibles, pues, de ser muestras claras de la herencia que nos deja Maria del Mar Bonet. ∎

Obra realizada

TARTA RELENA
“Ora Pro Nobis” (EP; The Indian Runners, 2019)
“Intercede Pro Nobis” (EP; The Indian Runners, 2020)
“Pack Pro Nobis” (The Indian Runners-Urpa i Musell, 2021)

JÚLIA COLOM
“Ben a prop” (single con Nin Petit; Autoeditado, 2020)

MARIA JAUME
“Fins a maig no revisc” (Bankrobber, 2020)

ANNA FERRER
“Tel·lúria” (Audiovisuals de Sarrià, 2017)
“Krönia” (Audiovisuals de Sarrià, 2019)
“Vega” (con Paula Grande; Bankrobber, 2020)

CLARA FIOL
“Silueta” (EP con Joan Vallbona; Autoeditado, 2018)
“Miloques i rabasses” (poemas; Documenta Balear, 2018)
“Sa madona” (single con CRNDS y Cibrán Seixo; Lindisfarne, 2019)
“Lluna de vent” (single con Adrià Salas; Warner, 2020)
MARALA: “A trenc d’alba” (U98, 2020)

SANDRA MONFORT
“Nonino” (EP con CRNDS; Autoeditado, 2019)
MARALA: “A trenc d’alba” (U98, 2020)
“Niño, reptil, ángel” (Hidden Track, 2021)

MARIA HEIN
“Ca nostra” (single; Autoeditado, 2020)
“No te veig” (single; Autoeditado, 2020)
“Idò, un cafè” (single; Autoeditado, 2020)

JOANA GOMILA
“Folk Souvenir” (Bubota, 2016)
“Paradís” (Bubota, 2020)

NEUS BORRELL I BRU FERRI
“Llibretes de Pepe Sales” (Coopula, 2019)
“Llibretes i orogènesis” (The Indian Runners, 2021)
NEUS BORRELL: “Tot dorm” (con Miquel Joan; Coopula, 2019)
NEUS BORRELL: “Lo foc” (single con Miquel Joan; Coopula, 2021)
BRU FERRI: “Bru Ferri” (Autoeditado, 2018)

ANNA ANDREU
“Els mals costums” (Hidden Track, 2020)
“Gem” (single; Hidden Track, 2020)
“Canción del jinete” (single; Hidden Track, 2020) ∎

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