Maria del Mar Bonet es historia viva de la música en catalán, algo que se demuestra en el influjo que su voz y su aproximación a la tradición sigue teniendo en artistas jóvenes. Una nueva generación de hijas del mediterráneo recopilada en este artículo.
Mientras en los 60 y los 70 nuestras madres y padres tenían que acudir a la influencia anglosajona para poder tejer un bagaje cultural propio que rompiese con lo establecido, hubo quien alternativamente reivindicó sus raíces más directas para afianzarse en esos mismos objetivos. Un ejemplo claro de ello es Maria del Mar Bonet, exploradora del crisol cultural Mediterráneo que a lo largo de los años ha elaborado un discurso musical propio, dando forma a un folk genuino que más tarde se mezcló con otros sonidos. Unas cuantas generaciones después, diversas artistas no buscan influencias en otras culturas, sino que toman conciencia de sus raíces como en su momento lo hizo de forma pionera Bonet. Seleccionamos y hablamos de algunos talentos que beben de una clara influencia de la artista balear: toman el relevo de lo que ella empezó y lo adaptan al siglo XXI.
Con su bagaje sólido y coherente, Bonet es sin ninguna duda una de las voces más respetadas del país, además de una pionera en muchos aspectos. Por una parte, reafirmada en reivindicar el cancionero tradicional y aportar su cosmovisión y criterio contemporáneo. También por el uso de la voz en distintos registros: ora ancestral, ora de producción minimalista, en ocasiones tendiendo a lo orquestal o incluso adoptando formatos más exóticos. Al mismo tiempo, su carrera se caracteriza por haber profundizado en estudiar el bagaje musical de la zona de influencia de su amado Mediterráneo, donde ella nació y tiene el corazón. Ha reivindicado el papel geográfico que, a lo largo de la historia de la humanidad, ha tenido este mar, uniendo culturas de alrededor de distintos continentes. Esto es lo que le ha permitido flirtear con distintos géneros musicales que ha fusionado con criterio y experimentación. Desde el cancionero tradicional catalán-balear hasta la música caribeña, el jazz-rock de la “ona laietana”, el folklore griego o árabe, incluso uniendo su voz a sintetizadores y cajas de ritmos para convertirse en pionera del new age, un género que por fin se revaloraliza tras haber sido denostado durante años. Más allá de lo musical, a Maria del Mar Bonet no le ha temblado el pulso a la hora de reivindicar el catalán como una lengua universal, posicionarse políticamente de forma inequívoca durante su carrera musical y abanderar el empoderamiento femenino a nivel estatal.
Por estas y muchas más razones, Maria del Mar Bonet ha dejado huella en muchas y muchos artistas contemporáneos. Nuestros padres tenían que acudir a coetáneos de otras culturas para buscar sus referentes musicales. Pero las generaciones que hemos nacido a partir de los 80 finalmente podemos hurgar en raíces musicales cercanas para encontrar referencias con las que sentirnos cómodas. Ya hubo quien rompió una lanza en favor de la influencia de Maria del Mar a principios de la década anterior, cuando esta reivindicación era claramente disruptiva. Es de justicia citar a artistas como Granit, Desert, Maria Arnal i Marcel Bagés o Silvia Pérez Cruz, avanzadilla de la revalorización del legado de la autora de “Alenar” (Ariola, 1977).
El currículum de Anna Ferrer es asombroso: pocas artistas pueden presumir de haberse labrado una base tan sólida en lo que respecta al estudio de la música tradicional mediterránea a pesar de su temprana edad. En su corta trayectoria, dividida entre la formación musical clásica y la moderna, ya ha colaborado con Marina Rosell y Toti Soler, aliados históricos de Maria del Mar Bonet. Su discografía cuenta con dos discos en solitario –uno de ellos, el precioso “Tel·lúria” (Audiovisuals de Sarrià, 2017)– y otro en colaboración con Paula Grande, “Vega” (Bankrobber, 2020). Es fácil trazar un paralelismo entre este último álbum y la obra de Maria del Mar Bonet por tratarse de un trabajo vinculado al proyecto Càntut, en el que se bucea en el cancionero de tradición oral para visualizar y reivindicar el papel de la mujer a lo largo de la historia, desde las jóvenes mujeres trabajadoras hasta madres, abuelas, hijas o nietas de generaciones pasadas.
La voz de Clara Fiol es dulce y bebe de una tradición familiar vinculada a la cultura que le ha aportado un bagaje literario que ella ha conseguido maridar musicalmente, desarrollando una carrera artística personal ya reconocida por la plana mayor de la cultural balear. Desde la perspectiva de quien esto escribe, lo más interesante de su obra es su aproximación a la música tradicional adaptada a una producción coherente con la vanguardia musical y la lírica poética, algo que se nota especialmente en la sobresaliente canción “Sa madona”. Un punto fuerte de Clara es la lírica; no en vano, también es poeta además de compositora. El maravilloso EP “Silueta” (autoeditado, 2018) es una buena puerta de entrada a su universo, a medio camino del pop minimal y la canción de autor junto al guitarrista Joan Vallbona. Si buscan referentes, tengan en cuenta que ha colaborado en el pasado con Joana Gomila, entre otros.
La tradición musical balear tiene el futuro asegurado gracias a voces como la de Maria Hein, a la que descubrimos tras haber editado un par de temas: “Idò un cafè” y “No te veig”. Esta última, una maravillosa canción minimalista de voz y guitarra que entrelaza un sonido onírico de teclado que nos traslada al paisaje paradisíaco del Mediterráneo. Esta joven de Felanitx renueva la canción de autor más personal en un proyecto donde fusiona sus conocimientos de guitarra y piano con una producción en la que no son necesarias demasiadas florituras. Ha fichado recientemente por la escudería de Hidden Track.
Una de las cuestiones en las que he querido hacer más hincapié durante este artículo ha sido la necesidad de acudir a las raíces culturales de un lugar para separar el grano de la paja. Estudiar lo que nos proporcionaron nuestros ancestros y pasarlo por la coctelera de la historia. Acudir a las raíces y ejecutarlas con métodos y estética actual es la estrategia que usa Joana Gomila, una estudiosa de la música de tradición oral mediterránea. En el 2016 editó “Folk Souvenir” (Bubota), un sobresaliente disco con la plana mayor de jóvenes exploradores de los horizontes de la tradición musical en catalán. Entre ellos, destaca Laia Vallès, con quien, por cierto, ha seguido colaborando, editando un álbum conjunto el año pasado, “Paradís” (Bubota, 2020). Otro de los músicos a los que hay que destacar y que forma parte de la formación que grabó “Folk Souvenir” es el percusionista de la Seu d’Urgell Arnau Obiols, quien a su vez reivindica figuras como las de Artur Blasco, folklorista y estudioso de la cultura popular. Sus discos son la mezcla perfecta entre música tradicional y experimental. Pero, volviendo a Joana Gomila, “Paradís” es uno de los discos más interesantes de la categoría que estamos analizando: poesía sonora, voz experimental y electrónica.
En la tarea de reivindicar la música tradicional desde la perspectiva contemporánea no solo hay que poner de manifiesto la tarea de los artistas, sino que hay que subrayar también la importancia que ejercen los sellos discográficos en el amparo y promoción de estos géneros. Así pues, igual que Bubota desde Baleares, en Cataluña hay que destacar el trabajo de The Indian Runners, quienes han apostado por este género en muchas de sus referencias. Uno de los últimos trabajos que han firmado ha sido el de Neus Borrell i Bru Ferri, “Llibretes i orogènesis” (2021), un disco que destaca por su intimismo y, de nuevo, por su producción minimal. Los que conozcan la discografía de Maria del Mar Bonet sabrán de su vocación por reinterpretar poesía en formato musical. El disco en cuestión se enmarca en la línea de la poesía musicada en un dueto entre la voz de Neus Borrell y el piano de Bru Ferri. Entre los textos inéditos interpretados cantan a Maria Mercè Marçal, de quien Maria del Mar Bonet está enamorada.
TARTA RELENA
“Ora Pro Nobis” (EP; The Indian Runners, 2019)
“Intercede Pro Nobis” (EP; The Indian Runners, 2020)
“Pack Pro Nobis” (The Indian Runners-Urpa i Musell, 2021)
JÚLIA COLOM
“Ben a prop” (single con Nin Petit; Autoeditado, 2020)
MARIA JAUME
“Fins a maig no revisc” (Bankrobber, 2020)
ANNA FERRER
“Tel·lúria” (Audiovisuals de Sarrià, 2017)
“Krönia” (Audiovisuals de Sarrià, 2019)
“Vega” (con Paula Grande; Bankrobber, 2020)
CLARA FIOL
“Silueta” (EP con Joan Vallbona; Autoeditado, 2018)
“Miloques i rabasses” (poemas; Documenta Balear, 2018)
“Sa madona” (single con CRNDS y Cibrán Seixo; Lindisfarne, 2019)
“Lluna de vent” (single con Adrià Salas; Warner, 2020)
MARALA: “A trenc d’alba” (U98, 2020)
SANDRA MONFORT
“Nonino” (EP con CRNDS; Autoeditado, 2019)
MARALA: “A trenc d’alba” (U98, 2020)
“Niño, reptil, ángel” (Hidden Track, 2021)
MARIA HEIN
“Ca nostra” (single; Autoeditado, 2020)
“No te veig” (single; Autoeditado, 2020)
“Idò, un cafè” (single; Autoeditado, 2020)
JOANA GOMILA
“Folk Souvenir” (Bubota, 2016)
“Paradís” (Bubota, 2020)
NEUS BORRELL I BRU FERRI
“Llibretes de Pepe Sales” (Coopula, 2019)
“Llibretes i orogènesis” (The Indian Runners, 2021)
NEUS BORRELL: “Tot dorm” (con Miquel Joan; Coopula, 2019)
NEUS BORRELL: “Lo foc” (single con Miquel Joan; Coopula, 2021)
BRU FERRI: “Bru Ferri” (Autoeditado, 2018)
ANNA ANDREU
“Els mals costums” (Hidden Track, 2020)
“Gem” (single; Hidden Track, 2020)
“Canción del jinete” (single; Hidden Track, 2020) ∎