Desde su estreno en el año 2000, en la memoria televisiva colectiva continúa planeando el eslogan “¿Te gusta conducir?”. Dominaba un anuncio de coches que, sin mostrar ni un solo plano del automóvil, se convirtió en emblema del disfrute al volante. El caso real que podría haber inspirado tal experiencia de placer sobre las cuatro ruedas es el de Afonso Dorido (Barcelos, 1982). El músico portugués es un conductor feliz y un usuario contumaz de carreteras secundarias. Ya sea por trabajo o por placer, ha llegado a recorrer casi toda la Península Ibérica por trazados alejados de autopistas y autovías. Le faltan Cádiz y una porción del Levante, aún no sabe muy bien por qué. Disfrutar del paisaje, parar a hablar con la gente y explorar lugares son los parámetros funcionales de Dorido y de Homem em Catarse, el alter ego con que firma su carrera musical en solitario desde 2012. El proceso de liberar emociones atañe a la condición humana y es un movimiento que transforma. A la catarsis se llega en marcha.
¿Dónde estabas tú cuando se decretó el confinamiento? A nuestro protagonista le pilló con su tercer disco recién publicado. “Sem palavras, cem palavras” (fundação GDA, 2020) es un compendio de ambient y shoegazing con guitarras y electrónica nacido de un poema suyo que quedó, como el viajero, plantado en el andén. Sin conciertos, sin ensayos con su banda de post-rock Indignu, sin vida social y sin carretera, sintió que “había perdido todo lo que tenía a corto plazo”, explica en nuestra conversación por videollamada. Como pasó en tantos hogares, la música entretuvo muchas noches de aislamiento. “Como músico yo no tengo grandes poderes para resolver los problemas de la gente, pero hay un sentido público en lo que hacemos en clave de alimento para la salud mental, y la pandemia lo puso de manifiesto”. Discos, libros y películas cobraron una importancia inusitada dentro de la burbuja. Para mantenerse ocupado, se puso a aprender a tocar el piano, instrumento que Dorido, formado en guitarra clásica desde los 14 años, solo había tanteado con anterioridad en los interludios de “Sem palavras, cem palavras”. “No partía de cero, sino de menos dos”, dice, humilde. Y, en cuanto pudo traspasar el umbral de su casa, los cierres perimetrales obligaron a este excursionista sensitivo a dirigir todos sus receptores hacia Braga, la tercera ciudad de Portugal, en donde vive. Pertrechado con su voluntad inquebrantable de búsqueda de la belleza a pesar de todo, echó a andar. Y, como plasmó en “Viagem Interior” (Honeysound, 2017), compuesto tras un periplo por zonas rurales del centro de su país, ocurrió algo por el camino. El mapa sonoro de aquellos paseos es la obra “Sete fontes” (Regulator, 2021), que se publica ahora en vinilo en Golden Pavilion Records tras haber sido uno de los discos del año en los medios especializados portugueses.
El estruendo amplificado de las campanadas de la espléndida catedral barroca en medio del silencio, la rejas bajadas de los comercios de la calle Souto y el Museu dos Biscaínhos cerrado, como todos, flotan en el aire de nostalgia que evocan las notas de su piano. Este echar de menos se ancla, como un cable a tierra, a la serenidad del paisaje cercano. Remarcada con sintetizadores y grabaciones de campo, retrata la emoción del reencuentro con los enigmas del pasado a cielo abierto en la estación arqueológica de Santa María das Cortiças, la naturaleza montañosa de la Serra dos Picos, los senderos que conducen a los molinos fluviales de Portuguediz y el cauce del río Este. Alegrías pequeñas. “El mundo no paró. Continuó en movimiento, igual a sí mismo, como todos los días. (…). Las señales nunca pararon. Descendió y regresó a la calle. Eso sí, estaba más desierta que lo habitual. Escasez de vida que no se avistaba en los cursos de agua. Seguían corriendo, llenos de agua. (…). En la naciente, abundaba el agua, el molino de la vida. Para el pastor, el mundo continuó igual”, reza un texto “anónimo” que contiene el sentido de “Sete fontes”, un conjunto de siete temas llamado como el futuro parque urbano de Braga, alrededor de una obra hidráulica del siglo XVIII.