Joan Wasser –en el ámbito artístico, Joan As Police Woman– conoció a la leyenda del afrobeat Tony Allen gracias a Damon Albarn. Sucedió en 2019, recordando a Nina Simone en un espectáculo londinense de Africa Express. En ese mismo encuentro pactaron grabar algo juntos. Y en noviembre de ese año se juntaron en una sesión a la que se sumó Dave Okumu. El resultado de la misma quedó registrado en “The Solution Is Restless”, álbum que presentará en España esta última semana de febrero (dentro del ciclo EllEsmusic) en Barcelona (23), Valencia (24), Zaragoza (25), Madrid (26) y Lugo (27).
La grabación del disco tuvo lugar en París y sin ideas preconcebidas: solo con Dave Okumu primordialmente al bajo, el ya difunto Tony Allen a las baquetas y Joan Wasser como directora sin batuta de una feliz jam session que ha dado como fruto “The Solution Is Restless” ([PIAS], 2021). El concepto de colaboración está muy presente en la trayectoria de Joan As Police Woman, cuyos primeros pasos estuvieron marcados por su ligazón con Antony And The Johnsons –la banda de Antony Hegarty, artista actualmente conocida como ANOHNI– y con parte de la comunidad musical neoyorquina de relumbrón. Eso fue antes de debutar con “Real Life” ([PIAS], 2006), álbum que causó emotiva sensación en aquel momento. Pero la suya era una carrera de largo recorrido.
Nueve discos después –incluidos dos volúmenes de versiones y un directo–, Joan sigue entregándose a la creación musical con la pasión desbocada de una principiante. Se nota, se siente. “The Solution Is Restless” es un álbum donde la soberbia sección rítmica ha pasado por el proceso creativo de Wasser, quien, en pleno confinamiento y con su gira en suspenso, aprovechó el material grabado con Allen y Okumu –habitualmente guitarrista al frente de The Invisible– para dar forma a diez canciones-telaraña, de esas que atrapan sin avisar. Y difícilmente clasificables en cuanto a género musical, puesto que nadan entre el soul de entretelas de la multinstrumentista y un pop sofisticado a la par que profundo, donde el combo rítmico ha servido de arcilla para moldear una obra densa, cálida, subyugante.
Sin embargo, la faceta productora e instrumentista de Wasser no puede eclipsar para nada su condición de cantante sobrada de carisma. El mismo que muestra en muchos de sus vídeos, en los que no duda en adquirir identidades diferentes, a lo Cindy Sherman. Es interesante saber cómo se lleva con su voz, a nivel técnico, tres lustros después del celebrado “Real Life”. “Antes pensaba más en lo que se suponía que debía hacer, cómo debería sonar… ahora realmente lo dejo salir, sin juzgar, creo que es más saludable”. La experiencia suma galones, es evidente, y en cortes como “Enter The Dragon” se entiende por qué la Joan As Police Woman intérprete gustaba tanto entonces y sigue gustando ahora. Una Joan que en los últimos años se ha atrevido con cosas muy diversas, de una colaboración con Gorillaz a su segunda entrega de versiones –“Cover Two” (Autoeditado, 2020)–, más otra grabación en directo. A finales de 2021 ha vuelto, además, con este trabajo esencialmente colaborativo y a la vez enclaustrado, tras meses de labor solitaria. “Amo hacer ambas cosas, son distintas maneras de crear, pero una apoya a la otra. Aprendo mucho haciendo música con otra gente y aprovecho este aprendizaje trabajando sola”.
El buen rollo de la sesión parisina con Allen y Okumu queda muy patente al final de “Perfect Shade Of Blue”, hacia el remate del álbum. En este sentido, y pese a la triste desaparición del nigeriano, Wasser desea transmitir la increíble vivencia de tocar con un músico siempre dispuesto a compartir experiencias nuevas. “Por el mero hecho de vivirlas, así era él”, dice, rememorando aquel encuentro musical en París. Siempre nos quedará este disco. ∎