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El nuevo proyecto de Goodman es “Astro-Darien”, una ficción sonora que está a punto de ver la luz –22 de octubre, fecha oficial– a través de Flatlines, nueva división de Hyperdub creada para la publicación de textos, ensayos y obras que se escapan del formato de álbum tradicional. Pero antes, como previo paso para satisfacer a todos aquellos se alimentan –que nos alimentamos– de ritmos descuadrados y electrónica mutante, ya llevamos un par de meses disfrutando y maravillándonos con uno de los principales vectores del proyecto madre: “Escapology. Music From Astro-Darien” (Hyperdub, 2022), banda sonora de “Astro-Darien” y cuarto álbum oficial de Goodman como Kode9, en el que sigue buscando (y encontrando) nuevas intersecciones entre jungle, footwork y bandas sonoras.
Goodman, autor del libro “Sonic Warfare. Sound, Affect, And The Ecology Of Fear” en 2009, ya experimentó con la hibridación de disciplinas en la dupla formada por el álbum “Nothing” (Hyperdub, 2016) y la experiencia visual en vivo “The Nøtel”, creada en 2015 junto al diseñador y videoartista Lawrence Lek, en la que planteaban un recorrido por un hotel vacío a través de las imágenes captadas por un dron. Interesado en reformular el concepto de narrativa clásico y la ciencia ficción a través del diseño sonoro, Goodman centra ahora su mirada en el caos político del Reino Unido pos-Brexit partiendo de una idea extraída de otro de sus fetiches personales –los videojuegos– y perfilando un futuro en el que Escocia alcanzará la independencia no solo estableciendo la frontera con Inglaterra, sino directamente escapándose del planeta Tierra para instalarse en el espacio exterior.
Empecemos hablando del proyecto grande. ¿Qué es exactamente “Astro-Darien”? Has mencionado en varias ocasiones el concepto sonic fiction para definirlo.
Una ficción sónica es la que se construye a partir del sonido en lugar de las palabras o las imágenes. Es un concepto inventado por el escritor Kodwo Eshun para definir ese tipo de narraciones que usan el sonido como elemento central, añadiendo en algunos casos notas adicionales, diseño, títulos de los tracks, etc. Eshun pone algunos ejemplos, como el mito subacuático que crearon Drexciya para hablar de la colonización del continente africano o la esclavitud. Yo lo veo en un sentido más amplio incluso, pudiendo incluir voz, lo que acercaría el concepto a los ensayos hablados, la ficción experimental radiofónica o el documental sonoro. “Astro-Darien” es una ficción sónica de 26 minutos sobre un videojuego que habla de la desintegración del Reino Unido; algo así como una narración libre contada por voces escocesas subrayadas por diseño de sonido y música. Todo partió de una pregunta: “¿Qué harían los desarrolladores de ‘Grand Theft Auto’ –una empresa con sede en Escocia– si en lugar de simular la vida callejera estadounidense crearan un juego sobre la desintegración del Reino Unido?”. Todo esto se publicará en triple vinilo plegable este mes de octubre, en Flatlines Records.
¿Qué nos cuenta “Astro-Darien”? Tanto literal como metafóricamente tiene que ver con la historia colonial de Escocia y el Reino Unido, ¿verdad?
Desde un punto de vista histórico, habla del Esquema Darien, un intento catastrófico por parte de Escocia de colonizar Darien, un área de la actual Panamá, a fines del siglo XVII, que casi llevó al país a la bancarrota. Fue mal planificado, saboteado por ingleses y españoles, y obligó a Escocia a unirse a Inglaterra y, por tanto, a la fundación del Reino Unido. En un momento en el que la ruptura del Reino Unido puede ocurrir en un futuro no muy lejano, “Astro-Darien” cuenta la historia de la futura independencia escocesa a través del éxodo a un hábitat espacial orbital, con todos los peligros que eso conlleva. En ese sentido, es una extrapolación salvaje de una carrera espacial real que se está llevando a cabo ahora mismo en el norte de Escocia para construir los primeros puertos espaciales del Reino Unido.
El año pasado presentaste una instalación del proyecto en los Corsica Studios de Londres…
Tenía que presentarse en París en marzo de 2020, pero se pospuso debido a la pandemia, así que trasladé el ensayo de audio a una instalación audiovisual con la ayuda de mi colaborador Lawrence Lek y algunas imágenes que filmé con Bianca Hic en un viaje por carretera a las Highlands de Escocia en octubre de 2020. En junio de 2021 se permitió que algunos clubes de Londres abrieran sus puertas, pero no como locales de música nocturna; Corsica Studios, con los que ya había trabajado, fue uno de esos espacios, y cuando me preguntaron si tenía alguna idea decidí tomar las imágenes de las Highlands y armar la instalación, que estuvo abierta al público durante dos semanas.
Hablemos ya de “Escapology. Music From Astro-Darien”. ¿Tenemos que verlo, pues, como la banda sonora de “Astro-Darien”? ¿O como una recomposición de las partes sonoras de la instalación?
“Astro-Darien” está narrado por voces escocesas generadas por inteligencia artificial, no tiene beats ni ritmos. “Escapology” es una mezcla de las partes instrumentales y el diseño de sonido de “Astro-Darien” con versiones más pensadas para el club. Podríamos imaginarlo como la música de las escenas de acción del videojuego.
¿Qué lugar ocupa este álbum en relación con el resto de tu trabajo? Puede parecer que es el comienzo de algo nuevo, pero también está conectado de alguna manera con tus álbumes anteriores, especialmente “Nothing” y la instalación “Notel”.
En “Nothing” fue la primera vez que trabajé con una dimensión visual del álbum plenamente desarrollada, diseñada precisamente por Lawrence. En los últimos años he estado trabajando en las instalaciones sonoras con el grupo de investigación sónica AUDINT, y más recientemente con la artista cubana Tania Bruguera en la Tate Modern de Londres. También presenté el proyecto “IT” en la reciente exposición del Barbican “AI: More Than Human”. Pero, volviendo a lo que decías, cuando hicimos “Notel” con Lawrence nos permitió a ambos empezar a trabajar con la idea de la ficción sonora, un proyecto visual que partiera del sonido, al contrario que la mayoría de los proyectos de cine y videojuegos, donde el sonido es un idea que se añade al final, tanto en términos de tiempos de producción como de presupuesto.
Háblame de tu trabajo con Lek desde entonces hasta ahora…
Lawrence se acercó por primera vez a Hyperdub a principios de 2015 para ver si necesitábamos algún vídeo para nuestros lanzamientos. Nos pusimos a hablar y me gustó mucho la manera en que usaba el software de simulación y diseño de juegos para reformular ubicaciones reales y transformarlas digitalmente en mundos inquietantes, surrealistas y despoblados. Así que empezamos a hablar sobre el concepto de un hotel de lujo totalmente automatizado y vacío llamado “Notel”, que surgió de la idea del álbum “Nothing”. Durante nuestros sets en vivo, mientras yo tocaba la música él tenía un controlador de juegos y volaba un dron alrededor del Notel. Lo presentamos en Sónar, entre muchos otros sitios. Al concebir “Astro-Darien” como un videojuego he tenido muy en cuenta el trabajo de Lawrence porque estoy menos interesado en el juego en sí que en su construcción digital, y ya empecé a hablarlo con él desde el principio del proyecto. Junto a Optigram –Manuel Sepúlveda–, que hizo la tipografía y los logotipos, el trabajo de Lawrence se puede ver en la portada de “Escapology” y de “Astro-Darien”, y también en la animación que produjo de un hábitat orbital que aparece en el vídeo del primer single, “Torus”.
El sonido del disco es increíble, especialmente los patrones rítmicos. Al escucharlo, parecen asomar lugares nuevos a medio camino entre el footwork y el drum’n’bass. ¿Crees que todavía hay una zona por explorar entre esos dos géneros?
Sí, en la mayoría de mis DJ set sigo obsesionado con el juke, el footwork y algunos elementos del jungle; y en “Escapology” se percibe la conjunción de esos mundos, particularmente en temas como “The Break Up”, “Uncoil”, “Lagrange Point”, “Torus” y “Re-Entry”. Y, contestando a tu pregunta, sí, creo que hay un vasto espacio en esos tempos que aún está inexplorado y que se encuentra en las periferias de dichos géneros.
Volvemos a “Astro-Darien”. ¿Hasta qué punto el proyecto es una respuesta a la reciente salida del Reino Unido de la Unión Europea?
Tiene mucho que ver, sí. Plantea la cuestión de cómo se puede volver el Brexit contra sí mismo, contra el tipo de nacionalismo inglés que lo inspiró. En cierto modo, “Astro-Darien” lleva el algoritmo del Brexit a su conclusión lógica: que el resto del Reino Unido decida separarse de Inglaterra y hasta qué punto esto puede marcar un umbral final en la historia del Imperio Británico. “Astro-Darien” es algo así como un documental extraño sobre esta situación política.
¿Qué sensaciones tienes ante la posibilidad de que Escocia sea independiente en algún momento? ¿Crees que tal vez tendrá que suceder en el espacio exterior?
Como escocés que vive en Londres, no puedo votar en esos referéndums. Además, nunca me he considerado un nacionalista. Sin embargo, apoyo totalmente la independencia si eso es lo que vota Escocia. Votaría por ello si viviera allí. El abismo político entre el gobierno de Londres y lo que quiere Escocia se ha ido ampliando con el tiempo. Sin embargo, el peso del unionismo en los medios de comunicación británicos y el establishment político, tanto en la izquierda como en la derecha, es tan abrumador que quizá la versión del espacio exterior ficción sea la más probable.
¿Te preocupa que la ficción, el relato político o incluso la instalación sonora dejen la música demasiado en segundo término?
Sí, y es por eso que hice “Escapology”, para reducir la ficción al mínimo y dejar que la música y el diseño de sonido respiren primero, antes de presentar la historia completa de “Astro-Darien” a finales de este año.
¿Tuviste en algún momento alguna novela o algún autor en la cabeza cuando empezaste a crear la historia?
Sí, esta vez muy concretamente me influyeron de forma decisiva cuatro libros: “La trilogía de los tres cuerpos” (2006-2010), de Liu Cixin; “Space Settlements” (2019), de Fred Scharmen; y dos libros de historia de Escocia, “Recovering Scotland’s Slavery Past. The Caribbean Connection” (2015), editado por Tom Devine, y “A Darien Journey. In Search Of Empire” (2016), de John McKendrick.
¿Y alguna película o director? Estos días estoy recuperando filmes de David Cronenberg y, de alguna manera, se me ocurrió conectarlo con tu trabajo, ya que los dos parecéis estar mirando hacia el futuro y construyendo vuestros propios universos.
Soy un gran fan de David Cronenberg, aunque todavía no he visto su última película. Larga vida a la nueva carne. Pero quizá para este nuevo proyecto la mayor inspiración hayan sido los ensayos fílmicos de Chris Marker, que me han ayudado mucho en mi aproximación a la ficción sonora, en la manera de combinar ficción, documental, archivo histórico, viajes en el tiempo y palabra hablada.
En el mítico ensayo-filme “The Last Angel Of History”, de Edward George y John Akomfrah, se habla del afrofuturismo y de la línea que conecta a Lee Perry con George Clinton, Sun Ra y el techno de Detroit. Todos ellos comparten una misma visión de cómo podría y debería ser el futuro. ¿Te ves a ti mismo como parte de esa tradición?
Esa película fue una influencia importante en la creación de Hyperdub y también de mi libro “Sonic Warfare. Sound, Affect And The Economy Of Fear”. Sí, me considero parte de esa tradición, la de usar la música electrónica como una prueba especulativa para imaginar futuros alternativos, mejores –o peores–. Además, en la música de baile, aunque los productores no lo admitan, o sí, todo el mundo habla el lenguaje musical generado por la experimentación sonora de la diáspora africana: es la “lingua franca”. ∎