El guitarrista desafiante.
El guitarrista desafiante.

Entrevista

Pat Metheny, otra forma de pensar

A estas alturas del partido, nadie osa discutir la primacía de Patrick Bruce Metheny en la pasarela jazzística del último medio siglo. Su propia web se encarga de recordarnos el rosario de premios –treinta y ocho nominaciones a los Grammy y veinte galardones, tres Gold Records, miembro del Hall Of Fame de la veterana revista ‘DownBeat’– que jalona un activismo iniciado a mediados de los setenta del pasado siglo junto al vibrafonista Gary Burton y casado desde entonces con el desafío y la pluralidad.

Desde el primer contacto con el brillante “Bright Size Life” (ECM, 1976), tanto público como crítica pudimos reconocer que nos encontrábamos ante un veinteañero guitarrista, cuando menos, diferente. Alrededor de medio centenar de álbumes después, Pat Metheny (Kansas City, 1954) continúa subrayando su identidad de la mano de una búsqueda con base jazzística aunque de permeable delimitación estilística, asociada a múltiples formatos instrumentales: de su “The Orchestrion Project” (Nonesuch, 2013) –una pequeña orquesta controlada por ordenador desde la guitarra– a tríos y Group, pasando por solos o dúos con gigantes como Ornette Coleman o un Charlie Haden junto a quien ofreció su mejor versión en el hermoso “Beyond The Missouri Sky (Short Stories)” (Verve, 1997). Ello ha aportado patrimonio y versatilidad a una discografía cuya nueva entrega, ahora en solitario, vio la luz el pasado 16 de junio con el título de “Dream Box” (Modern Recordings-BMG, 2023) y que, no obstante, también ha deparado capítulos de dispersión y pasos en falso, sin que ello haya erosionado su impacto entre el gran público jazzístico.

Sus anteriores discos –“From This Place” (Nonesuch, 2020) y “Road To The Sun” (Modern Recordings, 2021)– incluían ensembles orquestales de vientos, maderas y cuerdas, mientras que “Side-Eye NYC V1. IV” (Modern Recordings, 2021) mostraba un formato reducido de guitarra-teclados-batería, junto a James Francies y Marcus Gilmore: “El proyecto ‘Side-Eye’ surgió con la intención de crear una especie de elenco rotativo en el que incluir e inspirarme en algunos de los músicos jóvenes que he escuchado y que más me han interesado. La idea era llevar lo fundamental del ‘trío de órgano’ al siglo XXI. En el núcleo de ese concepto, mi pregunta fue ‘¿qué más podría ser?’. La tecnología ha evolucionado para incluir la posibilidad de tocar líneas de bajo de manera convincente con la guitarra, usando el Orchestrion que desarrollé hace años, con diferentes guitarras, teclados, ordenadores y todo lo demás para expandir el básico formato integrado por órgano-teclado más guitarra y batería”, explica.

“Una gran parte de la responsabilidad como ‘líder de banda’ ha sido precisamente localizar en qué son especialmente buenos los diferentes músicos y sacar máximo partido de ello a la vez que evitar cosas que tal vez personalmente me pueden gustar, pero que serían mejores si estuviesen interpretadas con otra banda o grupo”

Metheny tocará en el Festival de Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols (22 julio), el Festival de Jazz de San Sebastián (24 julio) y el Tío Pepe Festival de Jerez de la Frontera (26 de julio), donde llegará junto a Chris Fishman en el lugar de Francies –“contar ahora con Chris al órgano hace todo lo anterior más factible”, apostilla– y Joe Dyson a las baquetas: “Vivimos una especie de era dorada de los bateristas. Hay más grandes bateristas en Nueva York en este momento que en cualquier otro momento que yo pueda recordar. Y Joe Dyson es un músico realmente especial, tiene el tipo de habilidades y oídos que le permiten acceder a la historia completa de lo que es posible realizar con el instrumento. Además, posee un sonido y un enfoque realmente únicos que reflejan su estilo de Nueva Orleans mientras, al mismo tiempo, mira hacia el futuro”. Una formación, en definitiva, que “ha despegado, con muy buena química, que supera nuestros talentos individuales y con la que hicimos alrededor de 140 conciertos el pasado año”.

Este intercambio intergeneracional, que actúa como plataforma para músicos emergentes, implica una gestión del equilibrio entre tradición y contemporaneidad que no preocupa a nuestro protagonista: “Es bastante fácil para mí en el sentido de que incluso las primeras canciones de ‘Bright Size Life’ aún me suenan ‘contemporáneas’, y también lo parecen para estos músicos más jóvenes, realmente interesados en tocarlas. Siempre he buscado alcanzar buenas notas que no se limiten al momento cultural en el que fueron creadas”. Una actitud que Metheny ha trasladado a su posición de liderazgo a la cabeza de sus proyectos: “Además de conocer lo que les interesa a mis músicos, considero más importante identificar el ámbito en el cual sobresalen. Para mí, una gran parte de la responsabilidad como ‘líder de banda’ ha sido precisamente esa, localizar en qué son especialmente buenos los diferentes músicos y sacar máximo partido de ello a la vez que evitar cosas que tal vez personalmente me pueden gustar, pero que serían mejores si estuviesen interpretadas con otra banda o grupo”.

Revisiones con perspectiva.
Revisiones con perspectiva.

El contenido de “Side-Eye NYC V1. IV” recupera composiciones de sus discos publicados en las décadas de los setenta, ochenta y noventa del pasado siglo, con especial atención a “Bright Size Life”, representado por dos composiciones. La revisión de su catálogo ha venido motivada por el hecho de que “algunas de esas melodías, como ‘Better Days Ahead’, casi se hayan convertido en estándares para generaciones posteriores a mí. Es halagador que tanta gente haya tocado y grabado muchas de mis composiciones y me gusta especialmente cuando las escucho bien interpretadas. Gracias a ello, descubro otra forma de pensar sobre ellas”.

La sonoridad de algunas de estas revisiones recuerda la sencillez de los primeros discos de su trayectoria, como si quisiese rememorar el espíritu de esos años para mostrarlo a las nuevas generaciones: “En realidad, es mucho más difícil para mí encontrar músicos que puedan tocar sencillo que de forma más compleja. Paso mucho tiempo con gente que trabaja ese aspecto”.

“Definitivamente, estoy en la línea de pensamiento del uno por ciento de talento y noventa y nueve por ciento de trabajo. Trabajo muy duro para que las cosas lleguen al punto en que no parezcan tan difíciles. Es algo que percibo como bastante común entre ciertos músicos y también en personas en otros ámbitos”

De todos es conocida la disciplina del músico norteamericano, poco atento a reconocimientos y muy centrado en su trabajo interior, que puede señalarse como una de las claves de su éxito: “Definitivamente, estoy en la línea de pensamiento del uno por ciento de talento y noventa y nueve por ciento de trabajo. Trabajo muy duro para que las cosas lleguen al punto en que no parezcan tan difíciles. Es algo que percibo como bastante común entre ciertos músicos y también en personas en otros ámbitos”.

El influjo del rock también se ha mostrado en su música y aquí se concreta en “Lodger”, el tema dedicado a su admirado guitarrista Adam Rogers: “Esa onda siempre ha estado en el aire y me acompañó en mi crecimiento. Pero, al mismo tiempo, he tratado de evitar ir exactamente allí, ya que mucha gente está explorando esa zona. En cuando a Adam, lo vi hacer un concierto alucinante y me inspiró a seguir adelante e ‘ir allí’”.

La única composición de “Side-Eye NYC V1. IV” ajena a Metheny es “Turnaround”, del gran Ornette Coleman, que ya formó parte de su disco “80/81” (ECM, 1980). Las composiciones de Coleman (“Rejoicing”, “Humpty Dumpty”, “Tears Inside”…) han gozado de mucha presencia en sus álbumes e incluso suscribieron juntos el soberbio “Song X” (Geffen, 1986): “Además de ser uno de mis héroes musicales, Ornette también fue una de las mejores personas que he tenido el privilegio de conocer. Todo sobre él me inspira”. Metheny también ha trabajado con músicos de la envergadura de Steve Reich, Derek Bailey, John Zorn, Joni Mitchell, Jim Hall, David Bowie o Herbie Hancock. Y reconoce haber “aprendido de cada uno de los que mencionas. Solo con decir sus nombres me viene a la mente algo especial de cada uno. Eso es lo que en realidad admiro de ellos”. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados