En 2013, coincidiendo con la primera escala de la expo
“David Bowie Is” en Toronto tras su estreno en Londres –
gloriosa muestra que aquí pudimos ver en Barcelona en 2017–, Bowie compartió su lista de las cien lecturas más importantes e influyentes en su vida.
Recogiendo el guante, el avispado Jan Martí Cervera de Blackie Books ideó el libro “El club de lectura de David Bowie” (2019), obra que propuso escribir al periodista británico John O‘Connell (‘Time Out’, ‘The Face’, ‘The Times’, ‘The Guardian’), quien había entrevistado a Bowie en 2002. Ahí surgió la oportunidad de explicar el rastro literario de las canciones de un artista. Porque muchas de sus composiciones estaban basadas en letras filosóficas y referencias literarias, siempre mostrando su gusto exquisito. Pocos textos autocomplacientes y muchas imágenes oníricas. Este volumen da la oportunidad de conocer pormenorizadamente el mundo que ilustró a un Bowie-esponja: viajaba con sus libros más queridos cada vez que salía de gira, y se le recuerda con un tomo en la mano cada vez que se le fotografiaba en algún aeropuerto o en alguna cafetería. Según Geoffrey Marsh, el comisario de la expo “David Bowie Is”, David leía cerca de un libro por día.
Si “En el camino” de Jack Kerouac fue su lectura de iniciación a la vida, aquí podrán encontrar noventa y nueve más –el único de poesía entre ellos es una antología de Frank O’Hara, cuya obra es lo más cercano a un diario– para documentar, como se lee en el subtítulo, esta
“invitación a la lectura a través de los 100 libros que cambiaron la vida del mito”. Y, ya que estamos en una revista de música, dejemos constancia de que Nik Cohn, Greil Marcus, John Cage, Charles White, Gerri Hirshey, Jon Savage, Peter Guralnick y Charlie Gillett ondean la bandera de la cultura pop o musical en esta lista; otro regalo más, infalible, de Bowie. ∎