No es que la mítica imagen de hombres celebrando y viendo la Super Bowl delante de la tele haya quedado anticuada, pero, en 2022, refleja solo parte de la realidad. Porque ahora la Super Bowl también se vive –parcialmente– en los ordenadores, en los móviles. El código QR que, durante los 30 segundos que duraba su anuncio, se movía como el famoso logo del DVD en espera y redirigía a un cupón de 15 dólares para usar en Coinbase evidencia este cambio de paradigma. La página de compraventa crypto recibió 20 millones de clics en un minuto, haciendo que la app colapsara y cayese.

Pero funcionar, funcionó. Coinbase se convirtió en la segunda app más descargada de la AppStore en cuestión de horas. No son pocos los que trazan paralelismos entre esta edición del evento deportivo y la de 2000, conocida como la “Dot Com Super Bowl”. El nombre del evento nace de los catorce anuncios de compañías dot-com que se mostraron durante el partido, pocos meses antes de que la burbuja explotara. La cantidad de anuncios de criptomonedas han llevado a algunos a acuñar la edición de 2022 como la “Crypto Bowl”.

El espectáculo de su medio tiempo ha funcionado un poco menos. A pesar del all stars reunido para hacer un rap medley digno de final de temporada de “Glee” (2009-2015), con Dr. Dre, Snoop Dogg, 50 Cent, Mary J. Blige, Eminem y Kendrick Lamar, el show ha estado lejos de tener el efecto que tuvo The Weeknd en la red el año pasado. Puede que sea porque este año el mundo se encuentra un poco menos confinado, menos pendiente de lo que se comparte en las timelines. O puede que el show fuera menos pensado para generar momentos compartibles. Como fan service, la reunión de estos raperos es otra cosa: algo tan grande que lleva a muchos a pensar que si 2Pac no ha vuelto de su supuesto exilio en Cuba (top en conspiraciones más recurrentes a las que YouTube te lleva a las tres de la mañana) para cantar “California Love” aquí, quizá es porque no va a volver nunca.

Aparte del clásico Sam Va Lentin, que se ha convertido en tradición nacional fuera de los brazos del consumismo del que nos quejamos cada 14 de febrero, el mes ha tenido un minirevival de nuevos memes con viejos conceptos.

El estreno en Estados Unidos de “Jackass Forever” ha resonado con la necesidad de contenido neonostálgico de la red. Aparte de ciertos think pieces y de algún tweet viral de John Waters intentando verla pero equivocándose de cine, la frase “hi I’m Johnny Knoxville and I’m going to” seguida de una experiencia emocionalmente traumatizante se ha hecho protagonista de la semana.

Kirby siempre ha estado presente en la cultura de internet. Es un personaje que tiene resonancia y expresividad intergeneracionales que lo hacen estar siempre en un segundo (pero constante) plano. Para la bola rosa, el anuncio del videojuego “Kirby And The Forgotten Land” que incluye un modo de juego en el que asume la forma del objeto devorado fue el origen de su vuelta al primer plano. Carby ha servido como empujón para que mememakers y demás creadores digitales den rienda suelta a su Photoshop.

Otro concepto cíclico que regresa en formato meme es el del gamer que no parece haber visto a una mujer en su vida. Tras las imágenes promocionales del videojuego “Horizon Zero”, con altísima calidad y grado de detalle, un usuario del Twitter nacional se hizo viral preguntando por qué Aloy, su protagonista femenina, tiene barba. El tuit, con un espectacular ratio, se hacía viral también en la arena internacional. Allí otros usuarios hacían círculos rojos de forma irónica para mostrar a otros personajes con vello facial. El contador de días sin leer sinsentidos en las redes sociales vuelve a cero. ∎