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Especialista en el escorzo pop y artesano del claroscuro amoroso, era solo cuestión de tiempo que Fernando Alfaro acabase echando mano del yoga para abordar todas esas relaciones que, por mucho que se retuerzan, están condenadas al fracaso. Metáfora simple y brillante, teclado pegajoso y trote enérgico para firmar otro turbio e irresistible himno de amor desesperado en estos tiempos de precariado y tristezas flexibles. David Morán
Cuando se celebran cuatro años de la publicación la primera mixtape de Bad Gyal, la artista saca un single, adelanto del que será su próximo EP, en el que demuestra por qué se ha convertido en una de las más “pegás” de España. En “Blin blin” aparecen los ya clásicos guiños de Bad Gyal al dancehall, pero con la colaboración de Juanka echa la mirada al reguetón para construir un hit. Carolina Velasco
A Elle Belga les faltaba, para tener posibilidades de ser conocidos más allá de sus feligreses, seguidores de sus taciturnas ensoñaciones, una canción que respirara, fundamentalmente, optimismo. Y aquí la tenemos. “Increíble amor” es un hermosísimo tema (como todos los suyos) que habla de la belleza del amor en la madurez. Tanto es así que, en el bandcamp de su discográfica, veinte grupos le han dedicado otras tantas versiones. Jesús Rodríguez Lenin
Por si alguien no se había dado cuenta todavía, Canarias es ya uno de los focos activos más poderosos del panorama nacional. El mismo tipo que irrumpió en 2019 con su rap deslenguado en medio de “Contando lunares” de Don Patricio, factura ahora esta bomba de trap fresco y altanero, soleado y retumbante. Y ese final, sutilmente autotuneado y con guiños G-funk, es, sencillamente, mmm… irresistible. Luis Lles
La quimera de un espacio cibernético ajeno a las injerencias del capital se ha desvanecido. Somos parte voluntaria y contratante de un engranaje represivo que amordaza disidencias y estimula autocensuras. Una apisonadora de leyes no siempre escritas, pero tan efectivas como esta composición. Piñón fijo rítmico cercado por alambre de espino eléctrico, con las venas del cuello a punto de reventar. César Luquero
Cualquier habilidoso rapero de medio pelo se habría despachado en mucho menos de sus diez minutos y pico la letra de este himno distópico. Pero difícilmente habría calado tan adentro como la manera en que recita nuestro anarco-sátiro favorito. Porque la pandemia nos ha recordado que cuando nuestro pequeño mundo cambia (o enloquece) hay confusión (e histeria), y mientras… nos dejamos llevar por las costumbres y la vanidad. Tan punk como ecologista. No somos nada, que cantaba La Polla. Miguel Tébar A.
Cuando menos, la primera canción del quinteto madrileño Menta nos deja una de las estrofas del año: “Ayer te echaba de menos / y una botella me he abierto / luego me he fumado un porro / y me he metido cuatro dedos”. Costumbrismo trágico a cara de perro amparado lírica y sonoramente en una revisión del universo de Los Planetas pasada por el filtro renovador de la familia Sonido Muchacho. Ojalá Menta no se muera. Aleix Ibars
A falta de Agorazein, Sticky M.A. y C. Tangana juntos de nuevo por primera vez desde “Humo y alcohol”. Signo de los tiempos: si en 2018 se unían en un himno trap, en 2020 repiten reconvertidos en estrellas del (nuevo) pop para cantarle, de rebote, a los que finalmente han sido algunos de los grandes anhelos de este año. “Ni salir, ni beber, ni reír, ni coger”... ni una pizca de química perdida en estos dos años que han parecido dos siglos. Víctor Trapero
¿Nostalgia de “El mundo según” (2006)? Nada mejor que una dosis de “Sábanas santas”. Si no, también. El primer single de “El bando bueno” es una ligera rumba-burla hacia el despertar sexual, cuando peluches y jesusitosdemivida dejaban paso a onanismos de quiosco y escarceos incompletos. Y la rima iconoclasta donde suavizante y Piamonte se dan la mano corona un estribillo sin mácula. Otra pequeña gran golosina de Luque. Ramón Fernández Escobar
Ana Fernández-Villaverde llega a insinuarlo en una de las estrofas de “Un gatito” y es cierto: esta es seguramente la más bonita de todas sus letras. Y decir eso de una canción de La Bien Querida es decirlo todo: construida sobre una rueda de acordes que la producción de Alizzz (junto a Carlos René y la propia Ana) remoza con un ritmo hipnótico y envolvente, esta maravilla deja claro que Ana ya se ha convertido en una digna heredera de su adorado Manuel Alejandro. Juan Monge
Solo el humor absurdista (absurdo es el desgañite) de Hidrogenesse es capaz de juntar en una canción a Faemino y Cansado, la empanadilla de Móstoles y Chiquito de la Calzada, y salir airosos. ¿Airosos? Es poco menos que una genial epopeya, con sus coros respondones y todo, a algunos vicios colectivos. La canción que nunca nadie cantaría / pincharía en un balcón pandémico. ¡Qué país, qué paisaje y qué paisanaje! Javier Corral “Jerry”
Las narrativas queer que necesitamos vendrán así, no desde arriba sino de tú a tú, de Chico Blanco a Chico Blanco adolescente al que le pasa el secreto supremo coming of age en “El cole no es para siempre”. Narrativas empaquetadas en envoltorios de gente que de tanto buscar su propio yo se ha hecho autodidacta de las artes, y ahora mezclan hip hop, techno de los 90 y melodías poperas con una naturalidad que hace parecer que siempre fueron un mismo género, expandiendo la definición de la música urbana en un momento en el que necesita nuevo aire para seguir viviendo. Ainhoa Marzol
Seguramente una de las colaboraciones más esperadas de la escena urbana nacional: el combo asesino de La Zowi y Albany se juntan para dar luz a un sonido trap reggaetonero lo-fi con la frescura que hizo triunfar el género en 2016. Aunque las dos reinas del Auto-Tune ya trabajaron juntas para el tema “Si te pillo” de La Zowi, en “Sugar Mami” podemos verlas compartiendo podio y fusionando sonidos de manera plenamente orgánica, jugando con la poesía de Albany y la crudeza hipnótica de La Zowi. Ofèlia Carbonell
¿Echar de menos a los amigos en 2020? Tónica diaria. Por suerte, desescalando, llegaron Carolina Durante, birra en mano, y dijeron: “Tomad, una oda en su honor. Hay guitarras pop y una letra nostálgica para dejarse la voz en los directos. Pero se celebra a los true, ¿eh? Los que están en las idas y venidas siempre. Y cuando los abrazas muy fuerte, todo lo malo se vuelve un poco mejor”. Sí, casi seguro se dijo eso. Eva Sebastián
El ascenso meteórico de Christian Senra (Sen Senra), accionado con el álbum “Sensaciones”, culminó con uno de los hits más redondos del curso 2020. El gallego perfeccionó su fórmula R&B de arreglos preciosistas, cierta rúbrica urban en las bases y la interpretación vocal, y ese ánimo emo-rap que lo coloca en una zona bastante excepcional dentro del conglomerado del pop español. Todo ello mientras reflexionaba, despreocupado, sobre el éxito que supone pasar de ser una nueva sensación a una realidad corpórea, en crecimiento y con un futuro ilusionante. Marc Muñoz
Otra vez estaban ahí de vuelta a tu corazón. El primer single de avance de “Siento muerte”, quinto álbum de los de Barcelona, arranca como un poderoso golpe, con el trío a la una con guitarra, bajo y batería, y entonces Yago Alcover desgañitándose, cantando más alto y claro que nunca, y de bombo a negras a twist en el estribillo. El solo de guitarra da paso a coros melindrosos antes de la explosión final repitiendo el “Tú y yo” del título mientras quede aire en los pulmones. Marta Salicrú
María José Llergo no quiere correr, no le hace falta. “Sanación”, su debut publicado a principios de año, urgía a procesar el dolor aun a sabiendas de que este proceso dura para siempre. Arropada por $kyhook y Didi Gutman, la de Pozoblanco presenta algo distinto en “La luz”: sintetizadores caleidoscópicos, palmas como caricias y una voz que jamás sonó tan etérea. La luz podría ser esa mujer que cambiará el rumbo de estos tiempos oscuros con puñales colgando de su falda. Max Martí
¿Qué hacer cuando se nos cae la casa encima, “cuando nos ahoga la calma”? Si lo ponemos así de bonito, canciones. Que es lo que hizo Ferran Palau durante el confinamiento, publicando en pleno abril pandémico el sencillo “Cel clar” y su cara B, “Mitjanit”. Con las virtudes de “Kevin” (2019) a la enésima potencia, que en su caso es la mínima, Palau se confiesa con sus potenciales interlocutores, protagonistas del conmovedor vídeo casero para la canción. Esos “tú” a los que se dirige, en definitiva, que son aquellos que nos prometimos que cuidaríamos más cuando saliéramos de esta. Marta Pallarès
El primer adelanto del disco que Califato ¾ publicarán en 2021 es costumbrista y elevado, guasón y solemne; todo al mismo tiempo. Un fandango, dicen ellos. Se agradece su intento de facilitarnos la escucha con una etiqueta a la que agarrarnos, pero la música de los sevillanos desautoriza rápidamente cualquier plan de encajonarla. Se desborda, te desborda: su nuevo folklore pertenece a infinitos lugares, que en el fondo es lo mismo que decir que no pertenece exactamente a ninguno. Víctor Trapero
El espejo no miente, te devuelve lo que hay. Esta canción, como ese espejo, te pone frente a tu lado más crápula y te lleva a lo más profundo de la noche. Su sonido es una cápsula del tiempo que te devuelve a tu momento favorito de hace veinticinco años. Podría haber sido parte de un disco de Pixies o The Cure. Es pop, pero pop envenenado con toda la mala baba del punk y la urgencia del aquí y ahora. JuanP Holguera
El principal atractivo de Hinds había sido siempre la perfecta imperfección lo-fi, pero esta colaboración con Jenn Decilveo (productora de, entre otras, Andra Day y Beth Ditto) invita a pensar que su futuro será en tecnicolor. Sin perder del todo rugosidad ni fuzz en el sonido, ni tampoco el aire casual y conversacional en las voces, el grupo entrega su mejor canción hasta la fecha sirviéndose de sintetizadores, dinámicas más estrictas e incluso coqueteos con algo parecido a la épica: véase el precioso, cinematográfico posestribillo. Al fondo, el tema de siempre, las relaciones; esta vez una en la que dos personas no parecen estar viviendo nunca en la misma zona horaria. La introducción del castellano, por cierto, funciona de maravilla. Real Good Time de canción. Juan Manuel Freire
Fusión por derecho, música popular que fluye contaminada por las aguas sabias de los ríos del mundo. Con Dusminguet, La Troba Kung-Fú y, ahora, con El Mariatxi Galàctic, Joan Garriga ha demostrado ser uno de nuestros grandes alquimistas en la hibridación de ritmos y rimas, de sabores y lugares. “Cariñosa” es uno de los mejores momentos de “El ball y el plany”, el álbum de debut del nuevo proyecto del acordeonista del Vallès. Un canto optimista y gozoso a mayor gloria de los bares (“Me voy a beber el bar entero / porque me siento bien / me voy a beber el bar entero / y da igual los porqués”) y el baile (“Me voy a bailar la pista entera / me arrebata el querer / me voy a bailar la pista entera / del derecho y del revés”) que resplandece entre lingotazos de cumbia, coros eufóricos y rayas de rumba bastarda. Ya sea en su versión “oficial” o como bonus track (con los featurings de los colombianos Chico Soto, Jose David Arcila y JKEscorcia), “Cariñosa” es un derroche de pura vida. Juan Cervera
Las referencias meteorológicas son habituales en el imaginario de Renaldo & Clara. No hay ningún disco en el que no citen elementos como nubes, cielo, frío o calor. Son también constantes las referencias a las consecuencias que el clima ejerce sobre la gente: pereza, sueño o amor. Puro romanticismo. En su imaginario, Lleida también juega un papel muy importante como inspiración. La meteorología de un lugar condiciona el carácter de su gente y Lleida es frío y niebla en invierno y calor en verano. Aunque, en mi opinión, “L’amor fa calor” (el disco, y muy en especial la canción) es una oda a la primavera: el paralelismo entre amor y buen tiempo es evidente. Además de ser el disco en el que trazan más puntos en el universo del pop y donde empiezan a coquetear con la electrónica, “L’amor fa calor” es un hit pegadizo gracias a esos “Oh! Oh!” que no te puedes quitar de la cabeza. Y no es la única referencia al clima en el disco: fíjense en la portada y escuchen, también, “La finestra”. Arnau Sabaté
Serán los efectos de la psicomagia de Jodorowsky o las artes de la magia del caos, pero, por pura casualidad subconsciente, Paula Ribó toma el nombre de Rigoberta Menchú y el apellido del personaje de John Fante para su nuevo avatar de electro-pop místico. Un debut que, como cualquier acto de fe, se paga con el reconocimiento de Javiera Mena, C. Tangana o Mónica Naranjo; a la que nombra en el final delirante de esta canción sobre el dramatismo casi religioso de nuestras expresiones. Folclore, amor y humor sobre una base que han bautizado como electrónica espiritual o synthpop costumbrista. Etiquetas que Paula acepta con el mismo carisma con el que canta. Al fin y al cabo, ¿no es la espiritualidad intensísima parte del costumbrismo nacional? En España, a esto lo llamamos soledad, y más allá del flamenco, aquí cobra forma en un nuevo palo. Aïda Camprubí
Quise solo asomarme al primer tema que se adelantó a “Bestieza” y fue imposible, se me tiró encima. Me avisaron antes: sus seguidores más precoces me miraban confiados con cara de “ya verás”, como si su equipo hubiera goleado sin esfuerzo ayer. Y no era para menos: vaya dos minutos. “Siete mil canciones” desdibuja contornos entre un tema de rockazo sabihondo y una píldora de power pop vigorosísimo. Bien la habrían podido firmar The Replacements o el mismo Bob Mould. La llevan en volandas, casi como un divertimento punk. Como una rutina para calentar a mano suelta, pero con la cantidad de verdad dentro que retiene un refrán. Es un dispendio de sencillez contagiosa solo al alcance de un veterano, del que sabe hacerte sentir como nuevo algo que ya estaba en un molde, el de la canciones “perfectas”. El futuro fue. Desapareció. Quién más podría, en fin, cantarle así: tutear al porvenir mientras le tiras en cara sus trampas y te postras ante lo inasible, genuflexo y servil como aquel oficinista tipo de Jose Luis Lopez Vázquez que, de paso, firma el estribillo a pachas con Josele. Abel González
A puro ritmo de reguetón y hip hop llegó Rosalía en mayo con “TKN” junto a Travis Scott. Una colaboración de ensueño en la que el rapero se anima a cantar en español, y lo hace casi como si fuera su lengua nativa. El último single de la artista catalana no viene cobijado por el flamenco –como en “Juro que”– ni por el romanticismo en forma de balada –“Dolerme”–, sino que evoca el viejo reguetón y el hip hop. Hecha a partir de un beat de DJ Nelson, la producción también la firman El Guincho, Sky Rompiendo y Tainy. Profundiza en los clanes familiares, los secretos y la confianza, además de referenciar a directores como Gaspar Noé o Almodóvar. Es la segunda vez que Travis Scott colabora con la artista tras “Highest In The Room” en 2019, pero ahora es él quien se sumerge en el universo de “la Rosalía”. Karen Montero
Soleá profundiza en un territorio que había tanteado anteriormente, el del palo perfecto para recriminaciones y amores perros. Con una interpretación que, en canciones como “Viniste a por mí”, ondea entre su esencia flamenca –delicada, que la reviste– y la fuerte indignación –a lo Lolita Flores, incluso–, cerrando el tema con un verso lapidario al más puro estilo de la copla española (la canción la firma David “Beef” Rodríguez, productor a la sazón del disco). Los jaleos de Las Negris y Tomasito, entre otros, secundan a una Morente que ha rebuscado en su propia gitanidad. Como emblema, ahí está Aurora Carbonell “La Pelota”, bailaora y madre de la artista, arropándola en el vídeo del lanzamiento, dirigido por Daniel Cuenca y coprotagonizado por El Yiyo, joven valor del Corral de la Morería. Isabel Guerrero
Instigado por Yung Beef y edificado por el chileno Pipo Beatz a partir del certero rap del propio El Seco, “Si mañana me muero”, siete minutos y medio de supermambo fluido (con clarinete, sin trompeta), es un regalo para los pies que conecta con la latinidad histórica de proyectos mancomunados como el memorable “Quítate tú” de la Fania All Stars en el mítico “Live At The Cheetah” en 1971 o con la variación entre el reguetón y la salsa que hicieron los 12 Discípulos capitaneados por Eddie Dee en 2004.
Pipo Beatz –este año también responsable del “Sugar Mami” para Albany & La Zowi– secuencia y cabalga a la perfección los turnos de réplica que pivotan sobre la intervención de Yung Beef, utilizada como estribillo-base para que la hermandad chilena de los “duros” –Pablo Chill-E, Julianno Sousa, Harry Nach y Drago200 (que cita a Héctor Lavoe, presente en el Cheetah)– desplieguen sus plumas de pavos reales. A ellos se unen Uzii Gaang y, sobre todo, el gran Khaled, compañero de Fernando en Kefta Boyz, PXXR GVNG, La Mafia del Amor y Los Santos; el círculo se cierra: “Tra’ en español, yo lo hacía primero / Ahora to’ el mundo quiere ser mambero”, vacila con su aplomo característico y su dicción entrecortada y rasposa Fernandito, reivindicándose, con justicia, como el pionero del trap en España… cuando el trap ya es otra cosa. Hit para siempre. Maaambo!!! Santi Carrillo
Historia de dos canciones. Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos. El año en que el invierno pandémico pareció durar 12 meses, y el año de la primavera tardía de C. Tangana. Brotó en octubre, con “Demasiadas mujeres”. En aquella canción parecía estar floreciendo un artista distinto (sensación refrendada por él mismo con su nuevo heterónimo-avatar: El Madrileño). Esta promesa de renacimiento se acabó de abrir un mes después, con la irrupción de “Tú me dejaste de querer”. Otra feliz sorpresa y otra feliz confirmación: no solo estábamos viviendo a tiempo real un upgrade en la carrera de C. Tangana (a todos los niveles: en su dimensión artística, en popularidad, en repercusión mediática…), sino que también estábamos siendo testigos de un desplazamiento de las placas tectónicas del pop masivo en castellano.
¿Están de verdad justificadas estas hipérboles, el récord de streamings en Spotify y el primer ex aequo de la historia de Rockdelux en el nº 1 de la lista de mejores canciones? ¿Qué tienen estas dos canciones que parecen alterar el eje de rotación de la música popular española? Pues que ambas encierran la imposible paradoja de entender la tradición como modernidad. La copla y la rumba, Joselito y Los Chichos, el imaginario goyesco y los pasos de Semana Santa. Que aquel artista que quería ser Drake hace cinco años ahora quiera reescribir el legado de la cultura popular más genuinamente española según la sintaxis del siglo XXI produce una atractiva sensación de familiaridad y novedad a la vez.
“Demasiadas mujeres” y “Tú me dejaste de querer” son clásicas y modernas cada una a su manera. Una aventura, la otra asegura. Una tiene una estructura caprichosa que empieza como una liturgia sagrada y acaba en rave pagana. Ay, campanera. Y la otra, con El Niño de Elche y La Húngara como cómplices, se posiciona directamente, aunque también extrañamente, al lado de Estopa, por ejemplo, en la disputa del cetro de la rumba popular moderna. Toma que toma. Las dos han sedimentado ipso facto en el imaginario colectivo de nuestro país: escucha qué suena cuando abres la ventana del cielo abierto de tu piso o cuando pones la oreja al banco de al lado del parque y ya nos cuentas.
Habrá quien se levante de la mesa de negociación con C. Tangana por nosequé polémica, por nosequé apropiacionismo o por nosequé traición a unos orígenes alternativos. O por nosequé de Rosalía. Pues vale. Pero ver a un artista volando tan directamente hacia el Sol no pasa ni todos los días ni todos los años. Sea el mejor de los tiempos, sea el peor de los tiempos. Joan Pons
1986 Mecano Cruz de navajas / 1987 Loquillo y Los Trogloditas La mataré / 1988 Los Ronaldos Adiós papá / 1989 Alaska & Dinarama Mi novio es un zombi / 1990 Radio Futura Veneno en la piel / 1991 Fangoria En mi prisión / 1992 Los Sencillos Bonito es / 1993 Los Planetas Mi hermana pequeña / 1994 Surfin’ Bichos El final de una quimera / 1995 Albert Pla El lado más bestia de la vida / 1996 Nosoträsh Voy a aterrizar / 1997 Carlos Berlanga 120 años sin ti / 1998 Los Planetas La playa / 1999 Fangoria Electricistas / 2000 Los Planetas Un buen día / 2001 La Buena Vida Qué nos va a pasar / 2002 Nacho Vegas En La Sed Mortal / 2003 Mala Rodríguez La niña / 2004 Astrud Hay un hombre en España / 2005 Nacho Vegas El hombre que casi conoció a Michi Panero / 2006 Single Pío Pío / 2007 Mala Rodríguez Nanai / 2008 Christina Rosenvinge Eclipse / 2009 Single Mr. Shoji / 2010 El Guincho Bombay / 2011 Nacho Vegas La gran broma final / 2012 Grupo de Expertos Solynieve La nueva reconquista de Graná / 2013 Joe Crepúsculo Fábrica de baile / 2014 Single Me enamoré / 2015 Joe Crepúsculo A fuego / 2016 Manel Sabotatge / 2017 Los Planetas Islamabad / 2018 Rosalía Malamente (Cap. I Augurio) / 2019 Manel Per la bona gent ∎