Mientras el k-pop sigue con sus planes de dominación mundial, la escena musical de Japón palidece por contraste: históricamente un país mucho más hermético en cuanto a exportación de artistas y con pocos casos de referencia en los últimos años, parece que el j-pop haya dejado de existir para el mundo occidental. Apenas casos puntuales como los del trío Perfume, Kyary Pamyu Pamyu, las extravagantes Babymetal o la idol virtual Hatsune Miku han trascendido en el mundo del pop, siendo CHAI, Otoboke Beaver, Haru Nemuri o Nana Yamato las abanderadas de la vertiente más independiente de la escena.
Atarashii Gakko! seguramente sean las próximas en sumarse a esa lista, pero aún está por ver en qué lado se ubicarán. Este cuarteto de j-pop formado en 2015 por Mizyu, Rin, Suzuka y Kanon –actualmente, todas cuentan actualmente entre 19 y 22 años– bebe de la estética y el universo del j-pop al tiempo que le da una vuelta de tuerca muy propia, por otro lado, de la excentricidad japonesa. Como CHAI, adoptan la fórmula del j-pop para subvertirla: sus atuendos de colegialas, sus coreografías milimetradas y su aspecto aniñado hacen pensar a simple vista que estamos ante el clásico caso de idols jóvenes que explotan esa infantilización que tanto atrae a algunos sectores de la sociedad japonesa. Pero la realidad es que Atarashii Gakko! no son nada de eso. Su nombre original (Atarashii Gakko no Leaders) se traduce como “líderes de la nueva escuela”, porque, en vez de ser las típicas alumnas favoritas del profesor, son más bien el grupillo macarra y caótico que pone el instituto patas arriba.
Seguramente fue eso lo que llamó la atención de 88rising, sello y agencia creativa estadounidense enfocado en artistas asiáticos; tras haber logrado popularizar en los últimos años a nombres como Joji, Rich Brian o Niki, acogen ahora a Atarashii Gakko! para enfocar su asalto internacional. A partir del fichaje por el label a finales de 2020, todo han sido sorpresas para el grupo, que ha visto cómo su carrera, ya relativamente afianzada en Japón gracias a sus dos primeros discos “maenarawanai” (Victor Entertainment, 2018) y “wakage ga itaru” (Victor Entertainment, 2019), disparaba sus cifras internacionales gracias a una propuesta total. Como dictan los cánones del j-pop, Atarashii Gakko! es mucho más que un grupo que en sus canciones combina el jazz desbocado, el hip hop noventero, el metal y la electrónica a lo PC Music sin prácticamente despeinarse; también son embajadoras de la cultura japonesa, gracias a la serie de vídeos “Seishun Academy” en su canal de YouTube, donde explican tradiciones de la sociedad japonesa de un modo muy sui géneris. Y, por encima de todo, son un espectáculo visual: sus disparatadas coreografías, gracias a su formación en kumitaisou (una disciplina de baile acrobático que incluye pirámides humanas), parecen pensadas expresamente para TikTok, donde ya acumulan casi un millón de seguidores.