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Ben Bridwell y su banda de caballos.
Ben Bridwell y su banda de caballos.

En portada

Band Of Horses

Reencuentro con la vieja esencia

Fotos: Stevie & Sarah Gee

04.03.2022

En un momento en que el rock registra sus cuotas de afiliación más pobres, Band Of Horses se fortifican ante las modas con el sonido de guitarras que los lanzó al estrellato. En esta ocasión para dar salida a su sexto álbum de estudio, “Things Are Great”, que se publica hoy. Hablamos con su líder, el cantante y guitarrista Ben Bridwell, en un agradable encuentro por videollamada.

Bajo

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H

a llovido bastante desde la eclosión de Band Of Horses en la primera década de este siglo. Unos inicios marcados por el éxito planetario del tema “The Funeral”, además de por las comparaciones –y alguna confusión– con My Morning Jacket e incluso Modest Mouse, Grizzly Bear, Okkervil River y otros grupos norteamericanos de esa camada del indie-folk que despertó en los albores de este siglo.

Hay que rebobinar un poco más para hallar a Ben Bridwell partiendo de Seattle para abrirse camino en Carolina del Sur, movido por “tener cerca a la familia, dejar atrás los días de desenfreno juvenil, pagar un alquiler decente y alejarme de una escena musical gruñona y competitiva”. Fue durante este difícil traslado, en noches malviviendo como un sin techo, cuando se arropó al calor de la música de Will Oldham, en concreto de su canción “Horses”. Un refugio sonoro al que recurrió en sus horas más bajas y desabrigadas, que lo ayudó a no caer en el abismo. Quedaba así escrita la intrahistoria alrededor del nombre de una de las bandas más celebradas por la audiencia indie de las dos últimas décadas.

Band Of Horses cabalga por los circuitos sinápticos de millones de oyentes desde 2004. Especialmente tras la publicación en 2006 de “Everything All the Time”, tan célebre como celebrado. Un disco recubierto por ese folk-rock melancólico de contrastes oscilantes, implantado mediante una ejecución imperfecta. Sonido que, en cierto modo, recuperan para esta nueva propuesta discográfica, un “Things Are Great” (Huger Lewis And The Dudes-BMG, 2022) marcado por la ruptura matrimonial de su líder.

¿“Las cosas van genial”? ¡Cuánta ironía hay depositada en el nombre elegido para tu nuevo álbum!

(Risas) Cuando llegó el momento de ponerle un nombre al trabajo la pandemia había empezado; no obstante, las canciones ya estaban creadas y mezcladas. De algún modo encajaba ese título, lo tomé prestado de una frase de uno de los cortes del álbum. Pensé que era algo divertido y sarcástico, por supuesto, pero que, al fin y al cabo, encajaba. Lo más curioso es que, ahora que ha pasado más tiempo, me siento más esperanzado y puede que de verdad las cosas estén bien.

¿Estamos ante tu trabajo más autobiográfico hasta la fecha?

Esa es una pregunta difícil, Marc. Creo que he ido diciendo cosas en la serie de entrevistas que llevo, esta es la séptima, de las que me siento avergonzado. Y he dado respuestas en las que me planteo si realmente estoy siendo justo. Porque este es un trabajo muy personal, en el que he volcado experiencias personales duras. Y recuerdo que me llevó esfuerzo explicar la historia de la forma en que yo la vi y sentí sin a la vez provocar el desinterés en el oyente.


“Las canciones tratan sobre el divorcio, la custodia de nuestras cuatro hijas y todos esos embrollos. Fue una puta pesadilla, si te soy sincero. Y fue extraño porque fue fácil sacar cosas de todo ello sobre las que escribir, pero muy complicado hacerlo de forma apropiada en ese momento”
Ben Bridwell



Entiendo que no ha tenido que ser nada fácil abrirte para expresar esos sentimientos ligados a la ruptura sentimental con tu exesposa y madre de tus hijas.

Sí, así es. Las canciones tratan sobre el divorcio, la custodia de nuestras cuatro hijas y todos esos embrollos. Fue una puta pesadilla, si te soy sincero. Y fue extraño porque fue fácil sacar cosas de todo ello sobre las que escribir, pero muy complicado hacerlo de forma apropiada en ese momento. Porque en el fondo uno quiere incluir las tres perspectivas de cualquier historia: la de él, la de ella y la verdad. Y me invadían esas dudas sobre si estaba siendo egoísta al contar solo mi punto de vista. Así que también hice un esfuerzo por intentar incorporar el otro punto de vista.

Hay un contraste palpable entre el ánimo de las letras –con lo que explican– y la parte instrumental, que es mucho más luminosa, incluso afable. ¿Cuál era la idea con esto?

Sí, eso también estaba algo buscado. Nos dimos cuenta de que el sonido de la banda estaba dirigiéndose hacia algo demasiado producido, algo demasiado pomposo. Y la idea era devolverlo a los días del sonido garagero, tocar como cuando éramos solo unos chavales aficionados al punk rock. No solo no escondiendo los errores, sino acentuándolos incluso.

Sí, musicalmente remite a vuestro sonido primigenio, el que sacasteis a la luz con “Everything All The Time”. ¿Fue algo buscado de antemano?

Curiosamente, cuando empezamos como banda yo era el guitarrista. Y entonces fuimos progresando, sacando álbumes y haciendo giras. Y fuimos incorporando guitarristas mucho más competentes que, de algún modo, me ayudaron a depurar mi estilo. Y para este nuevo LP tuvo una gran influencia un amigo, vecino de aquí –Charleston, Carolina del Sur–, diez años más joven, que había crecido escuchando a Band Of Horses. Me animó a recuperar ese sonido original de la guitarra y a no tener miedo de esos descuidos, de esa ausencia de habilidad tocando la guitarra que, a su modo de ver, era una calidad inherente en los primeros álbumes de Band Of Horses, en los dos primeros. Eso era una parte importante de nuestra identidad que con el tiempo creo que habíamos perdido.

Ben Bridwell, Matt Gentling, Creighton Barrett, Ryan Monroe, Ian McDougall: Band Of Horses 2022.
Ben Bridwell, Matt Gentling, Creighton Barrett, Ryan Monroe, Ian McDougall: Band Of Horses 2022.


Podrías darnos más detalles sobre cómo funciona la banda a la hora de dar las altas y bajas a sus miembros, porque la formación de Band Of Horses ha cambiado bastante desde sus inicios.

Es complicado, la verdad. Si miras nuestra página de Wikipedia te das cuenta de la cantidad de miembros que han pasado por nuestras filas. Es un tema de evolución, de adaptación, como lo quieras llamar. Pero, honestamente, ¿qué me lleva a incorporar a alguien nuevo o a dejarlo ir? No sé qué contestar a eso. Lo único que sé es que los cantantes somos unos desgraciados totales. Y no creo que solo sea aplicable a Band Of Horses. Esa es mi respuesta a eso (risas).

Alguien que no lea esta entrevista y que no se entretenga en escudriñar el significado de las letras podría pensar, haciendo una rápida panorámica por los los títulos de las canciones, que habéis hecho un álbum sobre la irrupción de Trump y el trumpismo. Sé que no tiene relación, pero quería aprovechar para preguntarte si la extrema división que afecta a la sociedad estadounidense puede sanarse de algún modo. ¿Puede el músico jugar algún rol para suavizar esa confrontación?

Parece que este asunto evoluciona a diario, como si estuviéramos cayendo aún más en el pozo. Lo trato un poco en la canción “The Tragedy Of The Commons”. Está claro que la gente está más dividida que nunca. Especialmente aquí. No estoy seguro de cuál es la situación en España...

Bueno, aquí siempre, pero el ambiente no está tan crispado como lo tenéis ahí.

Recuerdo que en el segundo mandato de George Bush Jr. las cosas ya estaban muy divididas, como 50% de la población apoyándolo contra el otro 50% detestándolo. Y esa dinámica se ha repetido en todas las elecciones posteriores. Estuvimos muy cerca de que se volviera a imponer la extrema derecha y de perder los derechos de igualdad de la mujer y tantas otras cosas. También estuvimos muy cerca de que los que se cabrearon porque saliera el otro candidato por tan poco margen quisieran empezar a disparar contra todo el mundo. Es que realmente los Estados Unidos es un país de locos. No soy ningún experto en el tema, pero el clima político aquí es muy venenoso. Yo solo creo firmemente que en este país puede vivir todo el mundo. Y realmente espero que muchas cosas puedan ir a mejor, incluyendo la división política que afrontamos.

Sí, actualmente es una lacra mundial, pero en los Estados Unidos ha penetrado profundamente y de forma feroz, es como si fuera más visible.

Ya, pero lo estamos viendo también en Europa. Y tampoco quiero cargar solo contra la extrema derecha, porque yo me considero de izquierdas. Al menos la música, el arte y el entretenimiento pueden poner a la gente de acuerdo, así que quizá ahí hay algún equilibrio que entre todos podemos intentar alcanzar.

Tiempos para la ironía.
Tiempos para la ironía.


Parece que ya ha empezado el revival de toda esa ola de bandas, donde se incluye la vuestra, que al principio de este siglo volvieron a poner el rock en lo alto de las listas y copando portadas. Me refiero, por ejemplo, al estreno cercano de este documental basado en el libro de “Nos vemos en el baño” (2017; Neo Person, 2018) de Lizzy Goodman, que habla sobre toda vuestra escena y que tuvo su premiere en el último Festival de Sundance.

No sabía que había un documental sobre ese libro en camino. Soy fan de esa era. Joder, The Strokes sacaron el que para mí fue uno de los mejores discos del pasado año, si no fue el anterior (se refiere a “The New Abnormal”, 2020). Es un trabajo fantástico. Me encanta la música de guitarras, pero también el rap, la electrónica. Creo que hay espacio para todos. Y luego llega normalmente la prensa del Reino Unido con aquello de que la música de guitarras ha muerto, pero luego fíjate en los carteles de los principales festivales de música en Europa… “Mmm... pues no creo que la música de guitarras esté exactamente muerta”. Considero que aún tiene mucha influencia sobre las audiencias. Y no creo que tengamos que abordarlo como una lucha entre estilos, es más como una colisión de arte. Y todos nos podemos entender. Odio cuando la gente sentencia que la música de guitarras está muerta. Chorradas. Espera cuatro años a ver. Las cosas son cíclicas y todo vuelve. Estoy seguro de que The Strokes o unos Foo Fighters llenan estadios en Barcelona o Madrid o donde sea que estés. ¿Dónde estás, por cierto?

En Barcelona. Imagino más que el problema en ‘NME’ es que andan escasos de nuevas bandas de rock con las que ocupar portadas online.

Sí, pero siempre encuentran alguna banda para hypear. Elevan a una banda cualquiera y luego, al cabo de un año, nadie oye una palabra sobre ellos. Pero lo mismo pasa con algunos raperos o cantantes R&B y, sea como sea, es todo un privilegio poder vivir de esto. Me hago cruces con que llevemos casi 20 años. Es impensable, pero también es una bendición que nos hayamos mantenido durante todo este tiempo.


“Realmente los Estados Unidos es un país de locos. No soy ningún experto en el tema, pero el clima político aquí es muy venenoso. Yo solo creo firmemente que en este país puede vivir todo el mundo. Y realmente espero que muchas cosas puedan ir a mejor, incluyendo la división política que afrontamos”
Ben Bridwell



¿Deseosos de volver a la carretera? En Estados Unidos ya habéis vuelto a girar, ¿cuándo por Europa?

Marc, se ha vuelto a fastidiar. La pandemia ha provocado que los conciertos que teníamos programados en Europa se aplacen hasta el próximo otoño (eso incluye los que tenían que ofrecer a finales de marzo en Madrid y Barcelona, que han sido reprogramados a mediados del próximo noviembre). En Estados Unidos tenemos cosas cerradas y un par de citas fuera, pero sigo cruzando los dedos, porque nunca sabes. Incluso a estas alturas seguimos viviendo bajo un estado de incertidumbre. Y en el caso de la gira europea fue doloroso. Yo tuve que tomar la última decisión al respecto porque confío en la gente que trabaja con nosotros, y decidimos que era demasiado arriesgado. Esa es mi única preocupación, hacer que la gente que acude a nuestros shows esté a salvo. Pero es una putada, la verdad.

Claro, claro, imagino cómo la pandemia os lo ha trastocado todo.

Es una locura. Yo no puedo trabajar en un banco, tengo tatuajes hasta en el cuello y las manos (risas). ¿Qué mierdas voy a hacer? Nadie me va a contratar. Tengo cuatro hijas a las que alimentar y ahora, encima, la pensión a mi exmujer. Tengo que ponerme a trabajar de inmediato.

¿Qué opinión tienes sobre la controversia entre Neil Young y Spotify? ¿Cuál crees que es el rol del músico con respecto a estas grandes compañías tecnológicas que tienen tanto impacto sobre la industria del entretenimiento y los artistas?

Las grandes compañías tecnológicas son aterradoras. Eso de entrada. Ya se dediquen a la música o a fabricar coches autoconducidos. Sobre este tema en particular no quiero juzgar a nadie. Pero es cierto que Neil Young juega desde una posición privilegiada, porque la mayoría de músicos no pueden controlar su catálogo. Muchos de nosotros no tenemos la libertad ni el privilegio de poder decir “¡que os den, nos largamos de esta plataforma!” (hace la peineta y lanza un objeto fuera de campo), como nos gustaría hacer algunas veces. Pero lo que de verdad me molesta es que estas plataformas den cobijo a este tipo de contenidos que denuncia Young. Ahí, en mi opinión, hay una falta de compromiso y, en definitiva, alguien que no hizo bien su trabajo. ∎

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