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Un Heartbreaker fundamental. Foto: Jordi Vidal
Un Heartbreaker fundamental. Foto: Jordi Vidal

Concierto

Benmont Tench, una ternura casi abstracta

El sábado 9 de abril tuvo lugar en el festival badalonés Blues & Ritmes el primer concierto en España de un componente de los Heartbreakers de Tom Petty, el de su teclista Benmont Tench. Teniendo en cuenta que la banda se fundó hace 46 años, manda huevos. Un concierto no incluido en ninguna gira, un one-off exclusivo vía vuelo directo Los Ángeles-Barcelona. Meritorio. La actuación fue en el Teatre Zorrilla, que ni con ese reclamo pudo agotar sus 425 localidades. ¿El concierto? Pues muy estupendo, la verdad.

11. 04. 2022

Tenía que haber ocurrido en 2020, pero el COVID-19 lo ha retardado. Benmont Tench, uno de los maestros de lo suyo dentro del rock clásico estadounidense, por fin ha debutado en directo en nuestro país. Recital largo, de 25 canciones, que se desarrolló fiel al dictado de lo que, entre otras cosas, nos decía el filósofo danés Søren Kierkegaard en su libro “O lo uno o lo otro. Un fragmento de vida” (1843), en relación a que la voz es lo que mejor revela el interior del ser humano, pero el oído es el que mejor lo detecta. Aunque Kierkegaard siempre dudaba que ambas cosas no fueran exactamente lo mismo. Efectivamente, eso es lo que nos transmitió Benmont Tench en su intimista concierto, de voz y piano, con una guitarra acústica para un par de momentos y un teclado con el que arañó alguna ocasional melodía. Empapado de modesta sabiduría, supo guionizar un relato en el que su garganta y nuestras orejas entraron en afectuosa colisión, para acabar ambos siendo algo así como la misma cosa.

Hubo algunos momentos realmente hipnóticos, como la muy personal versión que hizo del blues tradicional “Corrina, Corrina” cerca del ecuador de la actuación, tal vez el highlight de la noche. Uno de esos instantes en que Tench pareció adentrarse a través de su interpretación por un túnel que lo conducía a un estado de apacible trance, como si fuera la Kae Tempest que en su flamante nuevo disco –en la canción “These Are The Days”– reivindica el “let it all grow from the moment”. Tench se pasó ahí buena parte de la noche, en esa profunda e intensa sensación de presente de indicativo que lo tenía felizmente aprisionado, en bucle. Cuando sacó a pasear “American Girl” hacia el final de la actuación –rompiendo con cierta linealidad que estaba adquiriendo el repertorio– fue un arma de deconstrucción original masiva que nos dejó helados. Impactó verlo y escucharlo, atareado en ordenar y resetear su pasado, buscándole algún tipo de cordura como para tolerar o evitar así su desintegración, hasta que se paralizó totalmente, durante siete u ocho segundos al acabar la canción, hundido en el teclado, con él y el teatro en completo silencio. Tampoco había sido manco el golpe emocional que nos había asestado en el segundo tema de la noche, al hacer muy suyo “Love Will Tear Us Apart” de Joy Division y diciéndonos al presentarlo: “De esto que voy a cantar es de lo que va a ir la noche”. De que el amor nos desgarrará. Plan fuerte.

Con Steve Nieve (¡sorpresa!) a cuatro manos. Foto: Jordi Vidal
Con Steve Nieve (¡sorpresa!) a cuatro manos. Foto: Jordi Vidal
Las cosas sencillas no son nada sencillas. De ahí el mérito de ver cómo se enfrentó a las aristas y ángulos de su trayectoria pasada –ahí hay que incluir también dos temas de su aventura con Petty en Mudcrutch, “Welcome To Hell” y “This Is A Good Street”; y otro par, además del citado “American Girl”, de la firmada con los Heartbreakers: “Straight Into The Darkness” y “Change Of Heart”–, que sumó al repaso de casi la mitad de su primer disco, “You Should Be So Lucky” (2014), y al avance de varias piezas del que publicará a finales de año o principios de 2023. Todo ello con una bravura desnuda, sin artificios, que no disimulaba ni los nervios, sobre todo al principio. Pero desde una extraña calma, como desprendiéndose de un peso. ¿Recordáis a Harry Dean Stanton en “Lucky” (John Carroll Lynch, 2017) cuando, poniendo las cartas de su amor sobre la mesa, canta “Volver, volver” con aquella ternura casi abstracta? Pues un poco así. En los bises subió al escenario un invitado bien especial, el costelliano Steve Nieve (The Imposters, The Attractions), que se encontraba por la sala en calidad de fan. Cosas que pasan en los conciertos especiales. Juntos cantaron, con el piano a cuatro manos, “(What’s So Funny ’Bout) Peace, Love And Understanding” y “Blowin’ In The Wind”, regalándonos el momento yo-estuve-allí. Y al flipado ese que había gritado “¡rock’n’roll!” al principio del concierto, justo cuando Benmont nos saludaba antes de iniciar el primer tema, al final le salió cara: la velada finalizó con una versión de “Rock & Roll” de The Velvet Underground. ∎

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