La cantante chilena Denise Rosenthal está en un momento de cosecha. Después de muchos años de trabajar en su proyecto musical, despojándose del estigma de la adolescente que aparecía en televisión, escribe sus canciones en libertad y colabora con las que se han transformado también en amigas. Hablamos sobre su proceso y “Todas seremos reinas”, su último disco.
“Hasta ese momento nadie me había preguntado nada serio en mi vida. Siempre recuerdo ese día. Nadie me había tomado en serio. Llegué llorando a mi casa, pensando en que al fin había tenido una entrevista como música”, dice Denise Rosenthal. Se refiere a un encuentro que tuvimos a fines de 2015. Ella tenía 25 años, había publicado dos años antes un disco bajo el nombre de D-Niss, “Fiesta” (Nissofia, 2013), y se encontraba en un proceso de exploración y aprendizaje profundo, desmarcándose de los productos que capitalizaban su popularidad adolescente.
En ese encuentro la acompañé durante un día completo. Las preguntas comenzaron temprano en la mañana, en medio de una prueba de vestuario para una película. Luego la observé a lo lejos, mientras revisaba el guion con el equipo. Conversamos en su auto camino a casa. En su cuarto, jugando con sus gatos, mientras elegía el vestuario para un concierto que tendría más tarde. Luego, maquillándose y peinándose sola en el camarín, antes de salir a cantar.
Es 2021, Denise tiene treinta años y esta vez responde a mis preguntas a través de una videollamada. Hablamos cuando apenas han pasado unos días del lanzamiento de “Todas seremos reinas”, su segundo álbum con Universal. Afortunadamente, lejos han quedado los días en que la prensa chilena la perfilaba solo como aquella “joven bonita” que había participado en algunas series juveniles de televisión. Como una “chica famosa” de la que se hablaba más por los cambios que manifestaba su cuerpo (se llama “crecer”), y por rivalidades inexistentes, que por su calidad artística.
La adolescencia es, en esencia, una etapa complicada. Y vivirla en el ojo público, como le pasó a Denise, debe ser aún más difícil. El arco de crecimiento propio a la vista de todos y en un contexto en que las opiniones del resto llegan a tu bandeja de entrada. Al muro de tu feed. ¿Cómo se construye una artista, así, en un pueblo chico, infierno grande?
Pienso que, en el caso de Denise, el botón acelerador se encendió en 2017 con “Cambio de Piel” (Universal), un trabajo en el que decía cosas. Canciones que hablaban sobre la autodeterminación del cuerpo, la seguridad en una misma, poner fin a las relaciones de pareja oscuras. Musicalmente, una mezcla de sus intereses: R&B, pop y música latina unificada por los arreglos vocales. En definitiva, un camino que comenzó a explorar y que brilla ahora en “Todas seremos reinas”. “Creo que tomé conciencia hace siete años, cuando escribí ‘Encadenada’, ‘Lucha en equilibrio’... todas las canciones de ‘Cambio de piel’ –explica–. Cuando empecé a hablar de esas temáticas o a profundizar un poco en lo que a mí también me pasaba por ser mujer en esta industria o esta sociedad, fui descubriendo y soñando algunas cosas. Por ejemplo, en lo hermoso que sería tener un equipo de mujeres. O en personas escuchando y cantando estas canciones sintiendo... no sé cómo decirlo, como haciendo una terapia a través de la música. Pensaba en qué es lo que a mí me gustaría escuchar y qué es lo que quisiera que algunas mujeres escucharan”.
“Cuando escribí ‘Agua segura’, que fue una de las primeras canciones de este disco nuevo, pensaba en cómo podía hacer una canción que tuviera un contenido y accionar, no solo brindar una reflexión. Y concluí que quiero hacer afirmaciones positivas. Frente a las ideas de que nunca soy suficiente, de que siempre me siento mal conmigo o de que nunca soy capaz, me propuse esto, me senté en la guitarra y vomité todo lo que tenía. Y escribí la canción en, no sé, cuarenta minutos. Esas son las cosas en las que pienso cuando escribo canciones. Sé que es raro, pero creo que tengo esas ganas de contribuir, ser un aporte, de poder habitar la música popular generando otras conversaciones”, cuenta.
En “Agua segura”, Denise canta sobre construirse como mujer fuera del esquema tradicional, pero también brinda otras lecturas. Por ejemplo, tiene dos videoclips. Uno, protagonizado por Nadia de Santiago y grabado en Madrid. El otro, en el desierto en que se convirtió la laguna Aculeo –cerca de Santiago de Chile–, declarada seca en el 2018. “Dedicado al pueblo de Aculeo, quienes sufren en silencio por aquella anhelada agua segura”, dijo al presentarlo.
En el momento de la composición, dice, dejó inmediatamente un espacio para que cantara Mala Rodríguez. “Esa canción era suya, porque la amo, es una mujer bacán. Cuando la escribí pensé en que quería cantar con ella porque es mi inspiración. Es una mujer hermosa, ha hecho un trabajo gigante. Para mí es de las grandes músicas de habla hispana, y ¡lo logré!”, dice riendo. “Ella siempre ha sido muy generosa y activa políticamente en su discurso, siempre intenta generar espacios, visibilizar, siempre está escuchando a otras artistas nuevas. Siempre tiene ganas de escuchar, conversar y saber de qué trata tu música; es muy reina. Poderosa. Es muy especial, tiene una energía muy creativa”.
Denise dice que este último es un disco que reúne tácitamente todos sus procesos. “Siempre concibo la música como proyectos, como etapas, me gusta pensarlas como un todo, como un disco y no por singles”, dice, algo sorprendente en la era de los sencillos y la lucha de las disqueras por meter a sus artistas en las listas semanales de Spotify.
Soltando carcajadas, asegura que tiene “enfermo” a todo su equipo con sus presentaciones de proyectos, que incluyen “fotos, influencias, frases que me hacen sentido, palabras, conceptos. Este disco tenía como idea fundamental posicionar la voz de la mujer en unidad”, confiesa. Para ello, aparece su herramienta fundamental: la voz. “Para mí, los arreglos vocales son la línea central no solo del discurso, sino de la base de toda canción. Me evocan las voces latinoamericanas, cómo las voces en unidad se complementan hacia un mismo lugar a pesar de que soy yo quien las canta. La armonización o el sentido de los arreglos están en eso, en caracterizar o representar las voces femeninas de Latinoamérica”, explica.
“Todas seremos reinas” es el nombre de su disco, pero también de la canción que lo abre. En ella, homenajea directamente a Gabriela Mistral parafraseando su poema “Todas íbamos a ser reinas”. Una introducción basada completamente en la voz. La primera vez que la escuché, pensé que su autora nos estaba diciendo que no está sola. Ni viviendo ni cantando.“¡Sí! Además, para mí los arreglos vocales son mi vida, básicamente –admite–. Si fuera por mí, yo haría un disco solo de voces. He encontrado un refugio en ese lugar tan lindo, me hace muy bien, lo disfruto mucho. Es donde más he sentido que puedo ser yo, puedo expresarme desde ese lugar. Las voces significan muchas cosas también, son mis influencias. Las armonías son un poco más complejas que antes, son mucho más guturales, me gusta que sean lo más orgánicas posibles, aunque ahora estén de moda las voces muy procesadas. Mi referencia era Zap Mama –proyecto de la artista belga Marie Daulne que mezcla pop y hip hop con técnicas vocales africanas–. Eso es hermoso. Propone algo muy especial y único y creo que he podido encontrar mi veta desde ese lugar creativo”.
En 2015, Denise hablaba con mucha emoción sobre todo lo que estaba aprendiendo acerca de la voz como su instrumento de expresión. ¿Cómo ha evolucionado esa herramienta en los últimos años? “Ha cambiado mucho. Escucho ‘Agua segura’ y si grabo una canción hoy va a ser muy distinta. Para mí eso igual es fuerte. Yo soy nomás. Trato de ser lo más exigente que puedo conmigo, pero sé que el tiempo pasa; entonces no me voy a reservar hasta que sea perfecta. Además, eso nunca va a suceder porque soy muy poco conformista. He aprendido a asumir que siempre estaré cambiando y evolucionando. Estoy siempre alimentándome de cosas, así que mi proyecto, mi música, mi voz y mis composiciones van mutando”.
“He aprendido mucho, me encanta poder encontrar nuevas formas de ir generando estos matices dentro de mi voz. Es un instrumento increíble y, además, único, porque todas tenemos voces distintas; por más que haya referencias o cantantes que una admira, internamente todas tenemos nuestra voz, porque tenemos influencias distintas, fisonomías distintas. Depende de muchas cosas: cómo naciste, cómo son tus cuerdas vocales… Creo que esa es mi búsqueda eterna: conocerme a mí misma. Y el proceso ha sido eterno, no solo como ser humano, sino en la búsqueda de cómo ser mejor música, intérprete y compositora”.
Pero no solo la acompaña ese camino de autodescubrimiento. En las canciones de Denise también aparecen “los elementos de la naturaleza y los refranes populares que me contaba mi abuela –dice–. Todas estas historias de nuestra cultura ancestral que hoy más o menos se han olvidado… Me interesa resignificar esos refranes. Están en muchas canciones, por ejemplo: ‘del macho que es bruto no sale ni un fruto’, ‘arco en el cielo, agua en el suelo’... Hay cositas que van armando esa línea en el lenguaje. Quería representar nuestro lenguaje, nuestras historias, nuestras raíces. En esa búsqueda estaba”.
A pesar de que “Todas seremos reinas” está lleno de referencias, Denise dice que no hay un plan musical concreto. “En esta etapa traté de descubrirme a mí misma. Fue difícil, pero me gusta mucho tratar de generar un espacio expresivo desde las voces. Ellas siempre tienen que ver con lo más intuitivo, que es el lugar desde donde he tratado de perfeccionarme. Es como escuchar el guitarrón chileno: es tan incomprensible y tan hermoso al mismo tiempo. O el canto a lo divino, que es algo tan especial y tan rústico; pero eso es lo lindo de esa expresión, que no tiene pretensiones”, dice.
“Siempre escuché jazz, R&B y neosoul y desde ahí también lo mezclo con lo latino, con mis influencias y, especialmente, con las voces, que es lo que más me motiva. Siempre me voy a acordar de cuando le dije a un productor, hace ocho años, que quería mezclar R&B con música latina. Me respondió: ‘Eso es imposible, nunca lo vas a lograr’. ¡Ahora todo el mundo está haciendo eso! Si hubiese confiado en mí… En fin, ¡él sabe quién es! (ríe).
En “Demente”, otro de los temas de “Todas seremos reinas”, aparece Lola Índigo. El año pasado, Denise había hecho un featuring en una de sus canciones, “Santería”. ¿Cómo surgen estas uniones? “Hacer ‘Santería’ fue bacán, porque cada una era una reina compartiendo su trono –explica–. Cada una representando su cultura. Es muy lindo ir a los comentarios en YouTube y ver escrito ‘fans de Danna apoyando a Denise’, ‘fans de Lola apoyando a Danna’. Eso es hermoso porque, lamentablemente, vivimos en un sistema competitivo que constantemente nos quiere hacer rivalizar entre nosotras, tú lo sabes. Pero ya hay otra mirada, otra reflexión. Cuantos más espacios compartamos, más cambios podemos generar, con más referentes, con más mujeres. Mira el paralelo: cinco ‘hueones’ en una canción. El Anuel, J Balvin, el Bad Bunny y los otros tres más importantes de la industria urbana, pero ahí están, juntos. Compiten y todo, pero hacen una canción juntos. Pero con las mujeres es superdistinto. Ahora está cambiando. Para mí, ver a cuatro mujeres en una canción es político”.
Hace poco, Aitana formuló la misma idea en Twitter, respondiendo a un comentario del periodista Arturo Paniagua. “Hablemos de la necesidad imperiosa e irreversible de que Aitana deje de hacer un ‘featuring’ a la semana #FreeAitana”, dijo el presentador de Sesiones Movistar+. “Cuando los cantantes de reguetón (hombres) sacan ‘featuring’ cada semana, cosa que admiro y respeto, no os veo diciendo nada”, respondió ella.
Ver a cuatro mujeres en una canción es político. La frase de Denise se ha convertido en realidad: el 2 de noviembre se estrenó “Faroles”, un reguetón en el que la cantante no está sola, sino acompañada por SOULFIA, Kya y Shirel, tres artistas chilenas que durante el último año han apretado el acelerador en sus jóvenes carreras. “Nos enseñan siempre a competir / y no lo podemos permitir / si estamos unidas somos fuerza / esa es parte de la esencia/ de nuestra herencia”, cantan ellas.
Hace algunos años, cuando la entrevisté para Rockdelux, Paloma Mami me dijo fuerte y claro que no quería colaborar con nadie. “Es que ella ya tiene un poder –responde Denise cuando recuerdo la anécdota–. Paloma es tan especial, es ingenua y fuerte a la vez. Siempre hablamos. Es superadmirable que sea tan chica y tenga todo tan claro. La otra vez leí una entrevista en la que decía algo así como ‘mi arte es como el de Dalí’; le escribí y le dije: ‘‘‘Hueona’, dame algo de tu confianza”. Paloma Mami me encanta!” (ríe). ∎