El segundo EP de FKA twigs daba una idea de la magnitud que podía llegar a alcanzar la británica. Si en el primer EP era inevitable pensar en referentes como Tricky, en este trabajo se perfila claramente la personalidad de Tahliah con sonidos que se alejan de ese debut que recordaba demasiado al trip hop. Incluye “Water Me”, lanzada como single un mes antes: con la colaboración de Arca y un vídeo codirigido por Jesse Kanda y ella en el que aparece con unos ojos dignos de un dibujo de anime, el clip ya forma parte de la iconografía de la artista.
La consagración definitiva le llegó de la mano de su debut en largo. Como con sus primeros EPs, tampoco se quebró la cabeza a la hora de ponerle nombre, pero sí lo hizo con las canciones. Mantener el listón a la altura de las expectativas no era fácil, pero lo logró ahondando más en esa mezcla de R&B y electrónica de vanguardia que es ya marca de la casa. En esta ocasión se rodeó de Tic, Devonté Haynes y Sampha, entre otros, pero con tal tino que no se impone más personalidad que la suya.
Para su tercer EP, sorprendió con el lanzamiento simultáneo de un corto autodirigido y unas canciones donde explora el deseo y la maternidad desde una perspectiva nada idealizada. De paso, visibiliza la sexualidad no heterenormativa. En lo musical toma el protagonismo una electrónica fracturada, un acercamiento al glitch y unos guiños al pop cada vez más evidentes. Es, a la vez, su EP más consistente, y temas como “I’m Your Doll”, “Glass & Patron” o “In Time” nos hablan de una artista que se siente más cómoda con su voz, pero que no renuncia a explorar nuevas vías. ∎