Maestro del rap concienciado. Foto: Al Pereira / WireImage (Getty Images)
Maestro del rap concienciado. Foto: Al Pereira / WireImage (Getty Images)

Fuera de Juego

Gift Of Gab y el don de la palabra

El fallecimiento el pasado 18 de junio de Timothy Jerome Parker –conocido en el ámbito artístico como Gift Of Gab (1970-2021)– supone una gigantesca pérdida para el universo hip hop. El superdotado rapero californiano firmó con su grupo Blackalicious algunos de los versos más brillantes del género y contribuyó al avance y perfeccionamiento de un oficio en el que destacaba sin esfuerzo aparente, con una naturalidad que todavía deslumbra.

Timothy Jerome Parker (1970-2021) hacía honor al exigente alias artístico con que rubricaba los créditos. Efectivamente, Gift Of Gab tenía el don de la palabra. Una destreza especial en el uso de la misma. Pero no solo destacaba por su elocuencia, sino que era capaz de articular su alambicado discurso rapero con una fluidez envidiable, a través de un registro grave, rico en matices, que siempre resultaba hospitalario y apetecible. Su defunción se había certificado el 18 de junio, pero trascendió el pasado viernes, 25 de junio, a través de un escueto comunicado de Quannum Projects, el colectivo que cofundó a principios de los 90 en el entorno de la Universidad de California en Davis junto a futuras figuras del hip hop como DJ Shadow, Lyrics Born o su compañero en Blackalicious, el productor Chief Xcel. Solo tenía 50 años, aunque llevaba media vida peleando contra una dolencia renal con episodio de trasplante incluido. Estos reveses no le impidieron desarrollar sus portentosas habilidades con el boli y con el micro. Dominaba el fraseo y el tempo como nadie y modelaba a su antojo cada intervención, apretando el acelerador de manera vertiginosa o ralentizando su dicción sin perder fluidez en ningún momento, gracias a un control pulmonar extraordinario.

Quannum Projects no tardó en armar un brazo editor –Solesides– que ampliaba el deslumbrante lienzo del hip hop underground hecho en la Costa Oeste desde finales de los 80, con grupos como Freestyle Fellowship o The Pharcyde como principales abanderados. Se trataba de un movimiento con acusado componente reactivo, que abrió una nueva vía para el rap californiano en plena apoteosis G-Funk, durante la escalada armamentística del conflicto entre costas, apelando al componente sociohumanístico del género y proponiendo un giro sonoro hacia el jazz y soul más clásicos. No estaban solos, porque sellos de extracción independiente como Rawkus, Stones Throw y Def Jux emergieron en años sucesivos, proponiendo éticas y estéticas que se situaban a años luz de distancia de la corriente principal. Y vecinos como Dilated Peoples y Jurassic 5 contribuyeron a ensanchar el predicamento del rap alternativo californiano durante el cambio de siglo, acompañando a Blackalicious en la construcción de una escena alejada de la dialéctica gangsta pero con potencial para calar entre grandes audiencias.

El camino de Blackalicious hacia dicho público estuvo tachonado por una serie de singles y EP’s –conviene rescatar “Melodica” (1993) y “A2G / Alphabet Aerobics” (1999) para enriquecer nuestra visión sobre el proceso evolutivo del grupo– que precedieron a “Nia” (Mo’ Wax, 1999), su primer álbum. El contexto era favorable a propuestas que refutaban el mainstream y, como el dúo proponía una relectura sustancial del género desde el conocimiento y el respeto, el disco fue un gran éxito de ventas. Gift Of Gab y su compañero Chief Xcel tenían claro que la oportunidad de llegar a más gente llamaba a su puerta y decidieron dar el paso de publicar el siguiente trabajo con la multinacional MCA, aunque sin renunciar a su vínculo con Quannum Projects. “Blazing Arrow” (MCA-Quannum Projects-Mahogany Sun, 2002) supuso un derroche de creatividad y enfoques. Y les dio alegrías en el ámbito crítico, además de abrirles la puerta del Top 50 de la lista Billboard, confirmando a Gift Of Gab como uno de los raperos más respetados, un modelo al que convenía escuchar y del que siempre se podía aprender. “The Craft” (2005) fue avalado por Anti, la matriz cool de Epitaph Records. Estaba más orientado al funk que su predecesor, pero no tenía ni la variedad de registros ni la inspiración del mismo. Meses antes de que llegara a las tiendas, Gift Of Gab editó “4th Dimensional Rocketships Going Up” (Quannum Projects, 2004) por cuenta propia. Seguiría publicando discos a su nombre hasta el final, compaginándolos con la actividad en directo de Blackalicious. Hablamos de trabajos cincelados con pericia por un artesano de la palabra –“The Next Logical Progression” (Quannum Projects, 2012) es buen ejemplo en ese sentido– aunque sin el ángel ni la profundidad de la obra realizada junto a Chief Xcel. El último capítulo de la misma, el notable “Imani Vol. 1” (OGM, 2015), lo confirmaba con creces. Y animaba a poner velas para que ese segundo volumen sugerido por el título no se hiciese esperar otro decenio. ∎

Verbo hecho carne

BLACKALICIOUS
“Melodica”
(Solesides, 1993)

El estreno de Blackalicious –este EP, editado en 12” en 1993 con posteriores ediciones en CD que cambiaban su portada, recoge el testigo de la primera ola del hip hop underground californiano y proyecta hacia el futuro sus valiosas enseñanzas– destila producciones que profundizan en el legado de la música negra de los 60 y los 70, con el compadre DJ Shadow echando más de un cable en la grabación. El nivel de Gift Of Gab ya impresiona aquí. Incluso en las canciones de tempo más relajado, como “Attica Black” o “Swan Lake”, demuestra su condición de rapero verboso con mucho que decir. En cortes rompecuellos como “Rhymes For The Deaf, Dumb And Blind articula versificación endiablada sin perder el control y en “Deep In The Jungle” se desboca en rimas sin que nadie tire de la rienda.

BLACKALICIOUS
“Blazing Arrow”
(Mahogany Sun-Quannum Projects-MCA, 2002)

Las producciones de Chief Xcel tienen el punto justo de grosor y una capa de hollín funk que Gab aprovecha al máximo, desplegando su colorido abanico de recursos y turnando micro con camaradas de promoción californiana como Chali 2NA, Lateef o Rakaa Iriscience. Hay mucho para elegir, pero no sobra nada. Y permite comprobar a qué sonaba el mejor R&B hace veinte años –“Nowhere Fast”, coproducida por ?estlove, de The Roots–, dónde se colocaba el listón para cualquier aspirante a podio rapero –“Chemical Calisthenics”, con músicas de Cut Chemist– y cómo el dúo era capaz de escribir himnos soul –“Make You Feel That Way”– que cualquiera puede hacer suyos. Además, convocan a Zack de la Rocha, Ben Harper y Gil Scott-Heron en colaboraciones que completan el espíritu sincrético de un álbum con atributos de clásico que no siempre se reivindica como tal, aunque también tenga detractores que prefieren los primeros pasos en Solesides.

GIFT OF GAB
“The Next Logical Progression”
(Quannum Projects, 2012)

La síntesis creativa de Blackalicious tenía mucho de alquimia, pero la versatilidad de Gift Of Gab le permitía establecer vínculos electrizantes con productores de muy distinto perfil. En este caso, con G Koop y Headnodic, quienes sirven bases a su medida, de fuerte componente soul-funk, idóneas para que el de Sacramento desarrolle su narración sin esfuerzo aparente aunque también sin demasiadas sorpresas o cambios de registro. El tono general del álbum es acogedor y fiel al espíritu de un Gab que apela a la esperanza y sigue fluyendo como el que más –“So So Much”– con sus múltiples talentos intactos –“Protocol”–, repartiendo juego con holgura en trallazos como “Everything Is Fine”, en la que también escuchamos a Latyrx y George Clinton. ∎

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