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En 2019, con “Segador de almas” (La Vendición) recién salido, Goa ya estaba pensando en su segunda parte. Era un disco fresco, que condensaba el sueño que estaba viviendo acogido por la peña de GothBoiClique, grabando entre Nueva York y Seattle y de pedo con ídolos que le trataban como uno más. De la mano con Clutchill, con Coldheart, con Wicca Phase Spring Eternal, con YAWNS, con fish narc y con su fiel compañero Pochi a su lado, de aquellos momentos emerge un sonido contundente que saca a Goa de su lugar habitual y que empieza a hacer pensar que su camino por recorrer está más allá del rap y de sus escenas, aunque siempre circulen en paralelo. Justo en aquel momento me enseñó lo que terminaría siendo “In The City”, uno de los temas destacados del reciente “Ultramaldad” (Metales Preciosos-Universal, 2021). “La primera vez que fui a Nueva York eran todos compañeros de piso, y obviamente cuando estábamos trabajando todos andaban por allí a su tema, e iban comentando: ‘mira, tío, escúchate esto’, ‘¿qué te parece aquello?’, ‘prueba esto ahí’… Es algo que yo tampoco he contado nunca, pero es que lo vivíamos así. Ahora mismo no recuerdo qué disco estaba haciendo Coldheart, pero, vaya, de las canciones me acuerdo perfectamente. Luego íbamos a un bar y era como ‘eh, mira ese ritmo’. Yo me fijaba en los productores, YAWNS, que es muy bueno, y fish narc, que es buenísimo, y estaban siempre centrados. Yo no he visto currar a nadie como a YAWNS en mi vida. Se levantaba, se ponía a trabajar y seguía trabajando, y llegábamos del bar y seguía trabajando ahí con su capucha y su rollo al ordenador. También se venía de pedo con nosotros, pero era muy, muy disciplinado. En esos días mezcló ‘In The City’”.
Aquel proyecto de “Segador de almas II” iba más al rock garage de Nueva York, pero nunca terminó de cuajar. “En ese momento no sabía ni ponerle nombre a lo que buscaba y el álbum que nos salió a mí no me acababa de funcionar en cuanto al sonido. Me quedé las mejores canciones, ‘Bella’, ‘In The City’ y ‘Rosas’, y las dejé ahí preparadas para cuando lo tuviera más claro. Luego me encontré también con que hice una canción con Duki, ‘Demonios’, que dije ‘hostia, pues también me entra aquí’”. Fue reposando el material y, en lugar de darle progresión, sin prisa, salieron “Inmortal” (La Vendición, 2019) y “Love Is Hell” (La Vendición, 2020), dos discos que hacían escena, que miraban más a asentar un sonido y a generar un pequeño panorama en el que hacerlo sonar. Ha sido con la pandemia, con el parón obligatorio que todos hemos experimentado, cuando los mejores temas que dejó aquella quimera han vuelto a salir a la luz y han servido para que Jaime Cotino, de nuevo con Pochi al lado y esta vez también con LocoAlien a los mandos, enfrente un disco que supone el clímax de una primera etapa y que de algún modo la cierra y lo deja todo abierto para la siguiente, que debería desarrollarse ya en un lugar mucho más profesionalizado.
Pero esa fase intermedia, toda esa transición, son fundamentales para entender “Ultramaldad”. “Llegar al sonido parte de una reflexión mía, pero también de ellos, de Pochi y de LocoAlien, y de fish narc también. Yo les enseñé esos cuatro o cinco temas como un punto de partida para trabajar y ellos le dieron la vuelta. Han sido fundamentales en terminar de definir el sonido. Yo siempre hago de productor ejecutivo, voy con las ideas, o con un ‘beat’ que me gusta, un ‘mood’ que quiero conseguir, y ellos se lo van llevando a su terreno hasta que todos encontramos un lugar común. Entre todos hemos ido acomodándonos a un sonido que es característico de este proyecto”. Más abiertamente pop pero también decididamente deudor de muchas formas del rock neoyorquino, véase Strokes, o del punk californiano, véase blink-182, de los primeros 2000.
Goa conoció a LocoAlien por internet. “Empezamos con el tema de ‘Cruel’. Él, Inix y Zeoh tenían un colectivo de productores y me enviaron un ‘beat’, lo grabé a la primera, funcionó muy bien y a partir de ahí empezamos a trabajar más. Ya fui descubriendo que él venía de una escena de sacar discos con banda mucho antes de yo haber lanzado ‘HellPopStar’ (2018), de metal, de pop punk…”. Esa faceta de Carlos, LocoAlien, fue lo que despertó en Goa la pasión por un sonido distinto al que lo caracterizaba hasta ese momento. El recorrido del productor en bandas de metal, de rock, de hardcore, picando piedra en las salas de Vitoria, pero también su frescura y su contacto con el pop punk español de finales de los 90. Se lo trajo a casa, donde graba, y se decidieron a terminar el disco, a “convertirlo en un disco… ¿Queremos sonar así? Pues samplea esa caja. De una”. “En casa tengo un Apollo –me cuenta–, una guitarra eléctrica, una española y un bajo, y nada, grabamos por partes. Primero entramos en un ‘mood’, escuchamos música juntos, nos fumamos unos canutos y ya a partir de ahí inventábamos una canción que puede ser mejor o peor, pero de la que casi siempre acabamos sacando algo. Un ‘riff’, o un ‘beat’, o una línea, una melodía, una frase…”. Ese hacer poco a poco, a fuego lento pero con decisión y sin dudar demasiado, son las claves para completar el ciclo de “Ultramaldad”. De aquel fluir surge la fórmula, y de esa misma corriente se derivan momentos más desencorsetados como “El kaza”, que sale de unas sesiones obsesionados con el grunge de guitarra acústica, o “El último en el infierno”, con La Zowi, que es deliberadamente más classic Goa y que según él es tan solo un anticipo de futuras colaboraciones entre los protagonistas de “Lo siento”.
En cuanto a la profesionalización, empieza por el sonido y el valenciano lo tiene claro: “La culpa la tiene Charlie (Sánchez, cofundador de la mítica DRO, ex capo de Warner y ahora fundador del sello Metales Preciosos que edita a Goa, recientemente adquirido por una Virgin Music Spain resucitada al auspicio de Universal). Le dijimos que nos faltaba la masterización y de repente teníamos metido a Eugenio Muñoz”. Ha sido él, mitad de Mecánica Popular y productor, entre otros, de Rosendo o Siniestro Total, el encargado de llevar el sonido de “Ultramaldad” a otro nivel. “Yo estaba rallado con el tema de los másters finales porque no los acababa de ver, tío. Y es que el resultado final con Eugenio es increíble, suena superprofesional y además un poco como antes, ¿sabes? Más orgánico, que es la gracia. No tan digital”. Es la misma idea que tratan de trasladar al directo, con Carlos y un colega suyo, Coco, a las guitarras, Pochi a los platos lanzando el ritmo y el bajo y Goa a la voz, adaptando el repertorio y tratando de mantenerse en equilibrio con el Goa de siempre. La primera ocasión que tendremos de comprobarlo: el próximo 15 de enero en Madrid dentro de la programación del Inverfest.