Siempre nos apetece saber qué se traen entre manos figuras tan dispares como Aaron Stauffer (Seaweed) –en esta ocasión “the cabinets”, una soleada canción de ritmo esquelético y voces frágiles– y Noel Gallagher, quien ha avanzado una pieza bastante airosa de su próximo álbum al frente de Noel Gallagher’s High Flying Birds, titulada “Pretty Boy”. Y entre otras novedades, destacamos el regreso de Rihanna tras varios años de silencio con “Lift Me Up”, tema principal de “Black Panther. Wakanda Forever” (2022), que se estrenará el 11 de noviembre; el retorno del bigote de John Oates y su pop-soul ligero, ambos intactos tras décadas de recorrido en “Pushin’ A Rock”; la nueva ración de trap neo-gangsta de Polo G con “Bag Talk”; un avance del álbum debut del joven cuarteto noruego Veps, “A Show Of Hands” se titula el tema, en línea clasicota de indie-rock-pop; o la estética y corte sorprendentemente elaborados del flamante videoclip de la también novísima Miss Grit en “Follow The Cyborg”.
Y para aquellos que no tengan suficiente con un mero temilla, avisamos de que el misterioso colectivo de neosoul ecléctico SAULT, conocido por su extenso output musical, aprovechó el Día de Todos los Santos para volver a hacer gala de su naturaleza críptica y sacar de la nada cinco nuevos álbumes a través de su página web para descarga gratuita aunque protegidos por la contraseña “godislove”, en un movimiento que han descrito como “una ofrenda a Dios”. Los discos –“11”, “AIIR”, “EARTH”, “TODAY & TOMORROW” y “(UNTITLED) GOD”– presentan estilos dispares, desde la música clásica de su anterior “AIR” (2022) hasta ejercicios cercanos al góspel, la batucada o la psicodelia. Dentro de cuatro días, la carpeta protegida que contiene los discos será borrada por el grupo.
Para terminar, una breve visita a la batalla de Brasil. La ilusión suscitada entre la comunidad musical por el aparente triunfo electoral de Lula da Silva tras años de debacle política en el país –iniciada por Michel Temer en 2016 y continuada por Jair Bolsonaro, quien, recordemos, se cargó el Ministerio de Cultura en 2019 y luego arremetió contra la Ley Rouanet, que facilitaba, mediante una deducción de impuestos, la creación de proyectos e industrias culturales– fue anticipada por el vídeo musical de campaña electoral “Vamos lá votar”, adaptación de un tema de Tim Maia donde participaron veteranos como Caetano Veloso o Sandra de Sá. YUNGBLUD, Caroline Polachek, Finneas o Garbage son algunos de los músicos internacionales que se sumaron a la felicidad brasileña en las redes sociales, donde artistas autóctonos de generaciones dispares como Cadu Ténorio, Kiko Dinucci, Iara Rennó, Maria Gadú o Gal Costa también celebraron el triunfo de Lula. Pero quizá el instante musical más evocador de este efervescente sentimiento de esperanza fue el concierto ofrecido en Curitiba antes de las elecciones por el octogenario Gilberto Gil, ese héroe de la tropicalia que vivió en carne propia la dictadura militar de los 60 y 70, y fue Ministro de Cultura durante la primera presidencia de Lula: en un punto álgido del recital, un animadísimo Gil dirigió, manos al aire, los cánticos más representativos del momento: olê, olê, olá, Lula, Lula…