Libertad con ira.
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En portada

Los Punsetes

“Tenemos la libertad de no tener que vender discos para sobrevivir”

Fotos: Alfredo Arias

07.02.2023

Autoprodujeron su primer largo cuando Manu y Jorge entraron de socios en el sello Gramaciones Grabofónicas. Con su séptimo disco de estudio, “AFDTRQHOT”, han regresado a la autarquía fichando por Sonido Muchacho, el sello discográfico –fundado y dirigido por su bajista– que previamente les publicó un EP y un recopilatorio. Y para abrir boca lanzaron un single, “ESPAÑA CORAZONES”, que, en principio, no debería gustar a los fans de Taburete.

E

n marzo de 2010, Los Punsetes fueron portada de Rockdelux. Acababan de publicar su segundo disco, “LP2” (Gramaciones Grabofónicas-Recordings From The Other Side, 2010), y eran la gran-esperanza-blanca del momento. El combo que lideraba la “segunda generación” –en realidad la tercera, si los de la movida fueron la primera– del indie nacional. Hoy, con 2023 todavía en pañales y a solo quince meses de que se cumplan veinte años de su formación –en abril de 2004–, ya ha quedado claro que nunca serán estrellas.

No importa que hayan publicado un gran disco como “AFDTRQHOT” (Sonido Muchacho, 2022) –cuyo título es acrónimo de “Al final del túnel resulta que hay otro túnel”, un verso de “OCULTISMO”, el tema más largo del álbum– porque la biología va en su contra. Los cuatro miembros fundadores que aún siguen en activo –Ariadna Paniagua (voz), Manuel Sánchez (guitarra), Jorge García (guitarra) y Chema González (batería)– nacieron en 1978. El quinto, el bajista Luis Fernández, que ingresó en la banda en 2014, es de 1989. Con 44 años ya cumplidos, la edad que se presupone es mayoritaria entre sus seguidores generacionales, estos ya deben haber comenzado ese camino sin retorno que consiste en casarse, tener hijos, dejarse absorber por un trabajo alienante, no aguantar tanto la bebida, no salir de noche y dejar de ir a conciertos.

Todo podría confabularse contra Los Punsetes y su ilusión por mantenerse a flote en un mundo ya definitivamente a la deriva, pero su ilusión, si se rastrea en numerosas entrevistas de los últimos quince años, nunca ha sido la de convertirse en un fenómeno superventas. ¿Cómo podrían serlo con esas letras de cinismo militante? Me refiero a la doctrina filosófica, no a la actitud hipócrita de quien miente con descaro. Ellos no surgieron para caer bien, sino para “exhibir su ingenio, nihilismo y humor cool”: así escribía el periodista Víctor Lenore en su lista de bluffs del año 2014. Al contrario de quien persigue el sueño peterpanesco de vivir de la música como un adolescente eterno, ellos tuvieron claro desde el principio que su intención era la de divertirse con la música, aunque ello supusiera vivir de otros trabajos también creativos –pero asalariados– en la moda –en el caso de Ariadna– o en productoras cinematográficas o televisiones de ámbito nacional –en el caso de los chicos–. Así pueden permitirse tocar cuándo y dónde les plazca. Se les podrá ver en directo este sábado, 11 de febrero, en Alicante. En marzo tocarán en L’Hospitalet de Llobregat (4) y Murcia (18). El 15 de abril tienen concierto en Oviedo. Y está confirmada su participación en el festival Tomavistas de Madrid, a finales de junio.


“Me acuerdo que en una de nuestras entrevistas míticas en Rockdelux yo entré haciéndome el guay, como siempre, diciendo algo así como que ‘la peña está hasta la polla de ver los discos del Sr. Chinarro y Nacho Vegas en las listas’. Lo guay es que yo era fan de los dos… (risas)”

Jorge



Y así, también, pueden permitirse crear videoclips de una factura poco habitual en el pop-rock español. Y pueden permitirse escribir letras ante las que no es difícil sentirse aludido, porque en ellas disparan sin compasión contra tirios y troyanos, risibles y gilipollas como somos todos, casi sin excepción.

Están contentos. Y Manu Sánchez, principal compositor del grupo, opina que “AFDTRQHOT” responde perfectamente a lo que pretendían: “Lo que queríamos hacer y lo que hemos hecho se parecen bastante. Y la idea que teníamos nosotros, mientras lo grabábamos y se mezclaba, y como es el disco al final, con su portada, su vídeo y ‘tracklist’, me parece que es bastante rotundo en ese sentido. De todos nuestros discos es el que más se parece y el que ofrece una idea más continua de lo que pensábamos inicialmente. En los otros siempre surgía algo discordante”.

Me reúno con el grupo en las oficinas de Sonido Muchacho, la compañía discográfica independiente que comenzó a publicar sus discos desde el EP “Todo el mundo quiere hacerte daño” (Sonido Muchacho, 2021) y “España necesita conocer” (Sonido Muchacho, 2022), doble álbum recopilatorio de su trayectoria que volvía a contar, como ya sucediera con el citado “LP2”, con una portada obra del gran dibujante y gran humorista chanante Joaquín Reyes. El único que falta al inicio de la entrevista es el más joven del grupo, Luis, retenido en un atasco de tráfico. Además de bajista, es el fundador y director de su nuevo sello, para el que también graban, entre otros muchos, Carolina Durante, La Bien Querida, Sen Senra, Confeti de Odio, Cariño, Depresión Sonora o los renacidos Surfin’ Bichos. Y como es la primera vez que los entrevisto en mis cuarenta años de periodista musical aficionado, no puedo resistirme a la tentación de hacerles una reverencia nada fingida, porque estoy delante de una banda que es, ante todo, una leyenda del indie nacional. La primera pregunta sale sola…

De izquierda a derecha: Ariadna Paniagua, Manuel Sánchez, Chema González, Jorge García y Luis Fernández.
De izquierda a derecha: Ariadna Paniagua, Manuel Sánchez, Chema González, Jorge García y Luis Fernández.


¿Ser una leyenda del indie nacional es como ser un concejal de Cuenca en el chiste de Chiquito de la Calzada?

Manu: ¡Totalmente!

Chema: ¡O de Teruel!

¿Qué esperabais conseguir cuando empezasteis con el grupo?

Manu: Muy poquito, la verdad. Yo esperaba grabar un disco, publicarlo y ya. Ese era el objetivo.

Chema: Al principio, Urban Freaks, uno de los grupos con los que compartíamos local, iban a tocar en una librería o una biblioteca y nos quedamos muy sorprendidos. ¿Cuándo podríamos nosotros ir a tocar a algún sitio? (risas). La situación era así de ratonera y, ¡fíjate!, veinte años después aquí estamos.

Os tuvisteis que autoeditar y fundar el sello Gramaciones Grabofónicas…

Ariadna: No todos. Solo algunos.

Manu: Jorge y yo.

Jorge: El fundador en realidad fue Manuel Moreno, que tenía la tienda de discos Bang! en Madrid, que se ha terminado convirtiendo en la editorial Libros Walden. Él creó el sello y nosotros nos subimos al carro rápidamente.

¿Queríais “matar al padre”, musicalmente hablando?

Manu: Teníamos ganas de abrirnos paso y para hacernos un hueco un poco de eso sí que tenía que haber. Pero la realidad es que sí éramos fans de Los Planetas o Sr. Chinarro.

Jorge: Me acuerdo que en una de nuestras entrevistas míticas en Rockdelux yo entré haciéndome el guay, como siempre, diciendo algo así como que “la peña está hasta la polla de ver los discos del Sr. Chinarro y Nacho Vegas en las listas”. Lo guay es que yo era fan de los dos… (risas). Pero siempre hay que decir algo divertido.

A vosotros se os comparaba con la generación anterior, la de la movida: Kaka de Luxe, Los Nikis, Derribos Arias, Alaska y Los Pegamoides…

Manu: Entiendo que es porque nosotros empezamos a hacer unas letras y unas canciones que no tenían mucho que ver con la forma de expresarse de la generación indie clásica y remitían a cosas más de los ochenta. Eso es algo que comenzamos a hacer nosotros.

Chema: Aparte, coincidió con un revival ochentero en general. Como dice Manuel, hay un cierto nexo en la manera un poco desprejuiciada de enfrentarse a las canciones. Pero no había más relación que esa.

Ariadna: Lo que sí es cierto es que nos comparaban mucho. Eso nos lo dijeron mucho durante un largo tiempo.

Jorge: Luego empezaron a compararnos con Los Planetas. Unas veces nos comparaban con una cosa y otras con otra. En el mismo seno del grupo hay quienes son más ochenteros y quienes son más noventeros…


“¡Imagínate lo que sería tener que estar ganando dinero para vivir los cinco a base de conciertos! Creo que hubiéramos tenido que hacer muchas cosas que no nos hubieran apetecido. A mí me ha dado gustico poder decir que no a determinados conciertos”

Manu



Todos seguís teniendo otros trabajos, que son los que os dan de comer. Sois, siguiendo con las comparaciones ochenteras, como Esclarecidos, que tenían sus trabajos guay de arquitectos y, como hobby, hacían la música que querían en su propio sello, Grabaciones Accidentales.

Manu: No tenemos una vida disoluta con una profesión liberal genial. Ha sido algo que hemos podido compaginar con trabajos normales.

Chema: Nos ha permitido no tener que pagar peajes o pasar por la necesidad de hacer cosas que no queramos para estar presentes en ámbitos que, a lo mejor, no nos interesan. Y eso te da la libertad de hacer lo que te apetece cuando quieres y como quieres.

Ariadna: Tenemos la libertad de no tener que vender discos para sobrevivir. Es algo que no tenemos en cuenta.

Jorge: A mí siempre me ha llamado la atención la gente que solo hace las cosas que le gustan, del estilo de “¡soy el mejor productor de discos del mundo y solo hago esto!”. Cuando hablaba con Pablo (se refiere a Pablo Díaz-Reixa, más conocido como El Guincho, productor de sus discos “Una montaña es una montaña”, “LPIV” y “¡Viva!”, publicados en 2012, 2014 y 2017), me decía que desde los 18 años se había tirado diez horas diarias delante del Pro Tools… Hay gente que solo hace una cosa, pero a mí se me hace muy cuesta arriba. Me parece la forma más fácil para acabar hasta la polla de algo, por mucho que te guste.

¿Podéis recordar algún momento en el que, gracias a que vivís de vuestros respectivos trabajos, hayáis podido mandar a la mierda a alguien por no tener la necesidad imperiosa de hacer lo que se os propusiera?

Manu: Donde más lo noto es en la necesidad o no de tocar. ¡Imagínate lo que sería tener que estar ganando dinero para vivir los cinco a base de conciertos! Creo que hubiéramos tenido que hacer muchas cosas que no nos hubieran apetecido. A mí me ha dado gustico poder decir que no a determinados conciertos.

Jorge: Sí, cosas con determinadas marcas. Ahora hemos sacado un disco y se supone que en verano habrá festivales, pero después del primer verano tras el lanzamiento de un disco se abre una especie de abismo y eso, en nuestro caso, nunca ha supuesto un agobio.

Nadar y guardar la ropa.
Nadar y guardar la ropa.


Cuando escribí el libro sobre Gabinete Caligari, “El lado más chulo de la movida”, Jaime Urrutia me dijo que notó que habían tocado fondo en el momento en que tuvieron que actuar en un pueblo de la España profunda, con Fernando Esteso de telonero.

Manu: Gabinete Caligari era uno de mis grupos favoritos de los ochenta, pero es cierto que tuvieron una época de mucho bajonazo en los noventa, antes de dejarlo. Supongo que nosotros no tendremos ese problema… Pero, sin entrar en esa rueda, también hemos pasado por momentos en los que nos hemos acordado de la madre que nos ha parido (risas de todos).

Curiosamente también he tenido que entrevistar hace poco a Edi Clavo, el batería de Gabinete Caligari, porque ha publicado el libro “Viva el Rollo! Una crónica de Rock & Rollo en la España de 1975”. Le pregunté de qué vivía, porque hace veinticinco años que no trabaja como músico y los libros que publica son de nicho. Y me dijo que de las rentas, porque Gabinete Caligari fue un grupo muy importante que vendía muchos discos y que hizo sus inversiones y no se lo gastó todo en fiestas.

Ariadna: ¡Qué bien organizado!

Manu: Yo leí uno de sus libros, “Camino Soria”, y me pareció muy divertido.

Jorge: Eso de ahorrar no parece muy del rock’n’roll.

Chema: Pero a mí me parece muy bien. Eso significa tener bastante cabeza para saber tirarse a la piscina y guardar la ropa. Antes, ser conocido llevaba aparejada una holgura vital. Lanzarse a esto, ahora, no es garantía de nada. En este momento que te escuchen cien millones a lo mejor te reporta dos euros.

¿No lamentáis no haber vivido la época en la que un grupo de vuestro prestigio podía haber vivido de la música?

Manu: Esto lo hemos hablado muchas veces con Fino Oyonarte, de Los Enemigos, que es un grupo con similitudes con nosotros en cuanto a la dimensión underground, y él nos ha dicho que jamás ha ganado pasta con los discos. ¡Jamás! Lo que ellos ganaban con los discos era muy residual, así que esa leyenda de que los artistas vivían de los discos me la creo regular.

Chema: Los Enemigos ha sido siempre un grupo de culto. Pero llegar a un nivel de reconocimiento popular o mediático sí que llevaba aparejado poder vivir de las ventas discográficas.

Manu: Pero un grupo como nosotros, salvando las distancias, aunque hubiéramos surgido en los ochenta y noventa, tampoco habría vendido muchos discos.

Chema: Pero lo de ahora es igual; eso de hacer música sin intermediarios y tener cien mil millones de usuarios únicos en mi plataforma es un espejismo y ¡está tan descapitalizado! Tener un millón de escuchas, si eres un tío superrandom, te supone… cien euros…

Manu: El dinero está en otra parte: en los directos, en los derechos de autor…


“Hace unas semanas hicimos una firma de discos y vino a un matrimonio de unos 60 o 65 años… Y entre nuestro público hay chavales de 20 haciendo pogo. Entre medias hay gente de nuestra edad o un poco más joven que deja a los niños con la canguro para venir a nuestros conciertos”

Ariadna



Salvo Luis, que es millennial, vosotros tenéis 44 años, la edad en que el público de un artista ya ha comenzado a desaparecer, bien porque se casa, bien porque tiene hijos, bien porque el trabajo lo absorbe más… El caso es que se deja de ir a conciertos y se empieza a dejar de escuchar música nueva.

Chema: Eso mismo es lo que hago yo (risas de todos). La adolescencia ahora dura hasta los 65 y ya nadie se considera adulto hasta que está al pie de la tumba.

La pregunta era si habéis empezado a notar vosotros que se avecina el final de la relación especial que tenéis con vuestro público.

Ariadna: Hace unas semanas hicimos una firma de discos y vino a un matrimonio de unos 60 o 65 años… Y entre nuestro público hay chavales de 20 haciendo pogo. Entre medias hay gente de nuestra edad o un poco más joven que deja a los niños con la canguro para venir a nuestros conciertos. Lo que yo veo desde el escenario me deja bastante tranquila en ese sentido, porque abarca varias edades.

En el vídeo de “Vas hablando mal de mí” –de vuestro disco anterior, “Aniquilación”, publicado en 2019– os enfrentáis al final a un jurado formado por los periodistas musicales Julio Ruiz, Juan de Pablos, Víctor Lenore, Noel Ceballos y Luis J. Menéndez… Me hizo mucha gracia que estuviese Víctor.

Manu: El director era Nacho Vigalondo y esa fue una de sus nachadas, como lo de Pedro Ruiz (que también sale a la mitad del vídeo). Nacho nos advirtió de que iba a estar Víctor Lenore y estuvo guay.

Jorge: Nosotros hemos sido como su muñeco de paja. Cuando quiere citar algún ejemplo de algo, suelen caer Los Punsetes. Pero hablando con él, en la grabación, es un tío majo.

Chema: A él le pasa como a mucha otra gente o como nos pasa a todos, está preso de su personaje.

En vuestro nuevo disco hay canciones como “CERDOS”, “QUE E VAYA MAL” o “COSAS QUE NO ME GUSTAN” protagonizadas por gente a la que detestáis. Siempre he pensado que el mundo estaba lleno de imbéciles y gilipollas y, visto como me ha ido en la vida, veo que el imbécil y el gilipollas soy yo. Ahora que estáis en los cuarenta y tantos, ¿no os da por pensar que los gilipollas podéis ser vosotros?

Manu: Tenemos una canción que habla de eso, “Idiota”. En autosacudir soy bastante especialista. Una de las claves de meterte con la gente es empezar metiéndote contigo mismo. Si no, estás perdido, porque te terminas poniendo por encima del personal y eso me parece feísimo y no es nuestro caso. Formamos parte del magma de imbecilidad, sin duda alguna.

“ESPAÑA CORAZONES”, vídeo realizado por Chema García Ibarra.

De otra canción antigua, “Me gusta que me pegues”, pensabais que iba a provocar cierta controversia, pero apenas levantó polvareda porque casi nadie se dio por enterado. ¿Habéis redoblado la apuesta ahora escribiendo “ESPAÑA CORAZONES”?

Manu: No hicimos “Me gusta que me pegues” buscando polémica y no esperábamos que la fuese a haber. En la ronda de entrevistas de aquel disco resultaba gracioso ver que las preguntas iban por ahí, por “¿cómo se lo está tomando la gente?”.

Chema: Solo se lo tomó mal algún despistado. No puede haber literalidad en ello ni se está banalizando nada. Es un poco retorcido pensar eso.

Ariadna: Si te fijas en nuestras canciones de tiempo atrás, verás que está cogido con pinzas lo de la violencia de género (en “Me gusta que me pegues”). Pero sí hay alguna gente, que nos ve ahora en algún concierto y que no nos había visto nunca, a la que no le gusta o que no la ha entendido y se ha podido sentir ofendida. Pero muy pocos.

Manu: Hace unas semanas tocamos “ESPAÑA CORAZONES” en Vitoria y en Donosti y no vino nadie a pegarnos. Con nuestro público hay bastante complicidad y entienden el código. Quizá Dani Martín, si cantara “ESPAÑA CORAZONES”, tendría más problemas.

En el momento actual, en el que todo el mundo se la coge con papel de fumar, no se podrían poner en las radios las canciones de la primera época de grupos como Esplendor Geométrico.

Manu: Nos hicieron un remix de “Por el vicio”. Es una cuestión de contexto. “Hoy voy a asesinarte, nena / te quiero pero no aguanto más”, de Siniestro Total, a lo mejor no es ahora tan graciosa como lo fue en su momento…

Chema: ¡Pero no deja de ser una puta canción! No es un manual para que los niños sepan cómo deben comportarse en su existencia. ¡Meterse con “Sufre, mamón” me parece de un pueril! No es que la gente se la coja con papel de fumar, es que nos hemos convertido en disminuidos morales. Lo que está pasando es ridículo: una canción es una canción, un cómic es un cómic, una película es una película y una pintura es una pintura. No son apología de nada. Y si lo fuera, ¡da exactamente igual!

Manu: ¿Pero puede ser machista una canción?

Chema: Sí, lo puede ser; pero hay que ser imbécil para pensar que ahí se esconde un código de conducta. Y pasa mucho. Y pasa también que hay gente que dice que se avergüenza de algo que ha dicho o escrito. ¡No te avergüences! No pasa nada. Porque no son más que documentos de cómo eran las cosas en un momento determinado.

Manu: Me vas a entender mejor si te digo que la interpretación de una canción no es igual ahora que hace veinte o treinta años.

Chema: Desde luego que no. Pero el triple salto mortal que se está dando ahora para renegar del pasado es de papanatas y lo convierte todo en irrespirable.

Manu: Pero hay mucha diferencia entre ver un anuncio de la tele de hace cuarenta años, “¡cariño, prepárame un brandy!”, que ves que está desfasado en el tiempo, e intentar juzgar el pasado retrocediendo en el tiempo para enmendarle la plana a un señor de hace veinte o cuarenta años.

Chema: ¡Pero se está haciendo!

Ariadna: Volviendo a “ESPAÑA CORAZONES”, creo que si escuchas la letra tampoco puedes asegurar que nos estamos metiendo con alguien en concreto. Te lo puedes imaginar, pero no puedes asegurarlo.

Vosotros, como público que también sois, ¿cómo veis el panorama musical actual?

Ariadna: La juventud está muy interesada en hacer música y hay muchísima juventud haciendo música interesante. ¡Y no solo trap!

Me alegro, porque mi sensación es que lo actual no deja de ser copia de artistas del pasado. Y donde encuentro más sorpresa es en la clásica contemporánea actual.

Manu: Lo que nos gusta a nosotros también se parece un montón a otras cosas del pasado (risas de todos). Un fan de Patti Smith que luego escuchara, salvando las distancias, a PJ Harvey podría decir que esta última es como Patti Smith.

Chema: Antes, aunque fuera injusto, había un filtro necesario que era alguien que invertía pasta en sacar un disco. Ahora eso ha desaparecido. Ahora todo el mundo puede hacer su música y lanzarla desde su casa a la audiencia global, ¡y se genera mucho ruido!

Canciones sin filtro.
Canciones sin filtro.


No quiero decir que lo de antes fuera mejor, pero existía un filtro comercial que consistía en que alguien invertía dinero en la grabación. Eso ahora no existe y encontrar algo es muy difícil.

Ariadna: A mí me parece bien que ya no exista ese filtro.

Chema: Antes existía también la figura del prescriptor para cualquier tipo de producto. Y ahora ha sido sustituido por infinidad de webs y blogs. ¡Eso sí que ha sido una figura para matar al padre! ¿Por qué tiene que decir nadie lo que sea si yo lo puedo hacer mejor? Y, ¡pumba!, ahora hay ocho mil millones potenciales de prescriptores de vete-tú-a-saber-qué.

Manu: La prescripción ha muerto. En la música ya ni ‘Pitchfork’ es un referente claro. Que ‘Pitchfork’ dijera algo bueno de ti te cambiaba la vida. O ser portada en Rockdelux. Al menos te ponía en órbita. Y eso se ha acabado.

Pero que un sello apueste por ti para que te conozca gente todavía pasa. Que tú te saques un disco y que por tus propios medios llegues muy lejos todavía es una quimera.

Chema: Antes había un circuito maquetero muy restringido y ahora ese equivalente es ocho mil millones de personas potenciales que pueden colgar su música para que se escuche for free.

Ariadna: ¡Pues no lo escuches! A lo mejor te encuentras con un chavalito de Oviedo sin medios que está haciendo una cosa de puta madre y ahora puede hacer que se escuche. Hace veinte años no tenía la manera de hacerlo.

Jorge: Antes el que quería hacerse un disco se lo hacía. Nosotros no teníamos a nadie y lo hicimos. Salvo que fueras más pobre que las ratas, lo conseguías.

Ariadna: ¿Y cómo difundías tú un disco o una maqueta?

Chema: ¡Pues como lo hacíamos nosotros!

Ariadna: Pero ahora hay una manera mucho más rápida y eficaz de que se enteren de lo que haces.

Chema: ¡Es mucho menos eficaz! Eso es como decir que la libertad de mercado en la Sanidad va a redundar en mejores hospitales… ¡Pues yo no lo creo! ¡El ruidazo de la cantidad de oferta que hay ahora es horroroso!

Ariadna: Pues a mí sí me sirve y escucho muchos grupos jóvenes nacionales. Me he centrado muchísimo en eso. Lo que no sé es por qué he perdido el interés por los grupos internacionales. Tal vez porque he pasado una época en la que escuchaba cosas nuevas y no me decían nada y, sin embargo, grupos a los que podía ir a ver, y a lo mejor estábamos solo veinte personas viéndolos, me interesaban mucho más. Ese chavalito de Oviedo, en su habitación, es un ejemplo.


“No es que la gente se la coja con papel de fumar, es que nos hemos convertido en disminuidos morales. Lo que está pasando es ridículo: una canción es una canción, un cómic es un cómic, una película es una película y una pintura es una pintura. No son apología de nada. Y si lo fuera, ¡da exactamente igual!”

Chema



Aprovechando que Luis ha llegado de su atasco, permitidme que le pregunte directamente. ¿Cómo recuerdas tu entrada en Los Punsetes?

Luis: Yo estaba en Juventud Juché, que era un grupo muy cercano a ellos. Se les marchó Gonzalo, el bajista, y decidieron llamarme. Ellos conocían a Juventud Juché, nos habían grabado para su sello Gramaciones Grabofónicas y nos habíamos hecho amigos de coincidir en conciertos.

¿Qué supuso para ti entrar en Los Punsetes? ¿Entraste como fan?

Luis: Era un cambio importante. A mí me gustaban mucho y fue algo muy bonito, pero no diría que era fan. Eso creo que hizo que tuviese más gracia todavía. Los Punsetes me han ido gustando más a medida que estaba ya dentro.

Ahora eres también su editor fonográfico. ¿Cómo se ha producido el proceso?

Luis: Era una cosa ya natural, porque es lo más cerca de la autoedición que hemos estado. Además, la plataforma Sonido Muchacho está en un momento muy interesante.

¿Qué supone para Sonido Muchacho tener a Los Punsetes en su escudería?

Luis: Es un orgullo. Es un grupo referente en la música alternativa en España y sacar un disco de Los Punsetes es importante. Como grupo sí teníamos al principio una cierta preocupación, por si se podían generar discusiones, pero hemos comprobado que al final todo es mucho más fácil porque la relación es mucho más directa y es más fácil decir creo que tendríamos que hacer esto o lo otro.

Imagino que no es el grupo que más vende en Sonido Muchacho…

Luis: Yo también lo diría cien por cien. Sen Senra y Carolina Durante están muy por delante. ∎

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