Una tranquila mañana de abril. Los tres componentes de Moderat se encuentran en su local en Berlín y, a través de la pantalla, me enseñan parte del equipo con el que entonces estaban preparando su nueva gira. Sascha Ring (Apparat) lleva la voz cantante también en las conversaciones, Gernot Bronsert lo secunda y aporta los apuntes más agudos, mientras que su compañero en Modeselektor, Sebastian Szary, se muestra más tímido y apenas abre la boca. Cuando me intereso sobre lo que están preparando para la gira, Bronsert replica socarrón: “¡Oh, tío, odiamos este tipo de preguntas! ¡Estamos en ello, mira!”. Pero Ring hace de poli bueno y se explaya un poco: “Nos hemos dado cuenta de que no tiene demasiado sentido gastar más dinero y meter más luces y decibelios y todo eso. Nuestra mayor fortaleza está en la historia que queremos contar en cada concierto en vivo y es eso lo que queremos mejorar. No es solo una canción tras otra, sino que ponemos mucho esfuerzo en crear una dinámica argumental. Tenemos tres versiones del espectáculo, pero lo común es que contamos una historia de principio a fin de la mejor manera posible, en función del lugar en el que estemos”. Podemos, pues, esperar un tipo de concierto cuando vengan al Sónar barcelonés y al Bilbao BBK Live, y otro diferente cuando regresan a la Ciudad Condal y toquen en Madrid el próximo otoño.
Cuarto álbum ya. ¿Esperabais durar tanto?
Sascha: No, esto lo empezamos en realidad como un proyecto paralelo, ni siquiera éramos una banda. Éramos solo tres tíos descubriendo cómo hacer música juntos, simplemente por pasarlo bien. Cuando sacamos el primer álbum –“Moderat” (BPitch Control, 2009)–, planificamos una gira de tres meses y nos dijimos: “Hacemos estos conciertos y se acaba”. Al final estuvimos tocando dos años seguidos, todo se fue haciendo cada vez más y más grande, pero el crecimiento fue muy orgánico.
¿Se ha convertido Moderat en vuestro proyecto principal?
Gernot: No creo que ninguno sea más importante que otro, no nos lo planteamos como un ranking. Cuando llega el momento de entrar en un estudio es un período de nuestra vida en que decides lo que vas a hacer durante los dos años siguientes, y lo que hagas en ese momento es lo más importante para ti, sea Apparat, Modeselektor o Moderat. Es bonito que convivan todos esos proyectos en un plano de igualdad.
En 2107 anunciasteis que parabais y mucha gente lo interpretó como que el grupo se terminaba. ¿Vosotros llegasteis a pensar que no volvería Moderat?
Sebastian: Yo sí que lo pensé.
Sascha: Pero nunca llegamos a decir que era el final, porque nos parece patético cuando una banda anuncia que lo deja y luego regresa a los tres años. Elegimos las palabras de un modo muy sutil, “necesitamos un descanso” y tal. Era el momento perfecto para darnos un respiro, porque si hubiésemos seguido de gira habría sido demasiado y nos habríamos terminado odiando los unos a los otros.
¿Cuándo os disteis cuenta de que era el momento para grabar de nuevo?
Gernot: En verano de 2019 empezamos a hablar, juntamos ideas que cada uno de nosotros había comenzado por su cuenta y en 2021 les dimos forma.
Entonces, os pilló la pandemia por medio. ¿Afectó mucho a “MORE D4TA”?
Sascha: Siempre estamos en una burbuja cuando hacemos un álbum de Moderat. Sinceramente, no encontramos una diferencia, pandemia mediante o no habría salido igual. No queremos que nos condicione el entorno.
Gernot: Pero yo creo que la situación global sí que influyó en nuestra sensibilidad en términos de comunicación. Para mí fue como una forma de procesar todos esos tiempos extraños en el estudio. Fue por momentos espontáneo y, por otros, mágico.
Yo creía que había marcado los textos, ya que hablan sobre el contraste entre el aislamiento individual y el exceso de información digital. ¿De dónde surgen, pues?
Sascha: Es una buena pregunta, porque me doy cuenta de que mis principales inspiraciones surgen cuando estoy de gira. Llevo de gira constante prácticamente los últimos 20 años. Entonces, la sensación que me recrea el caminar por una calle de Singapur, o ir a una exposición, todo eso me aporta muchas cosas que eché en falta cuando de repente no se me permitía salir de casa. Renuncié a buscar esa inspiración en internet porque ya pasamos mucho tiempo ahí. Me centré en mi entorno más próximo, iba a muchas galerías de arte en Berlín, y especialmente me inspiraron mis paseos por la Gemäldegaleri, que tiene cuadros de los siglos XIII a XVIII. Es interesante caminar por ahí y ver cómo la humanidad se ha tenido que enfrentar a los mismos problemas desde hace cientos de años. Estos temas se repiten y te das cuenta de que no eres la primera persona que se encuentra en una mala situación, tienes que ponerlo todo en relación.
En lo que se refiere a los conflictos actuales, ¿como músicos sentís que podéis hacer algo al respecto o se impone la impotencia?
Sascha: Lo primero que debemos tener en cuenta es que los alemanes de nuestra generación crecimos en un país dividido. En los 90, de repente parecía que la Guerra Fría había terminado y que nuestro principal problema se había resuelto. Si echabas una mirada superficial, parecía que ya nada iba mal en el mundo. Fue un buen momento y, para nosotros, eso supuso la primera crisis real. Es un privilegio haber vivido 30 años en el planeta sin experiencias muy malas. Nosotros realmente no hacemos música para la gente, por supuesto queremos que tenga un efecto y que la haga sentir bien, pero es más una terapia para nosotros mismos. No tenemos un gran concepto detrás, se basa en paisajes sonoros, y solo tienes que sentirlos.
Me sorprende que digáis que no hacéis música para la gente, cuando he visto a decenas de miles de personas disfrutando muchísimo de vuestros conciertos. De hecho, os habéis convertido en nombre recurrente para cerrar grandes festivales. ¿Cómo ha afectado eso a vuestras composiciones?
Sascha: Siempre hay un momento en que esa cuestión llega al proceso. Normalmente es Gernot el que se fija más en eso, cómo va a funcionar en un contexto de directo, pero yo no creo que esa sea nunca la idea inicial de la canción. Siempre hay un problema cuando tienes demasiados conceptos a la hora de componer, porque eso destruye la energía. Nuestra música no es mainstream, pero funciona como mainstream de alguna manera por lo que hace sentir a la gente. Todos nosotros crecimos en sótanos techno en Berlín y tenemos ese espíritu en nuestra sangre, la búsqueda de una música que sea abierta y que te haga olvidarte del tiempo y cree una segunda dimensión. Lo que hemos llevado con nosotros en nuestra experiencia en vivo a lo largo de los años era lo que vimos en los 90 cuando íbamos a raves. Era una experiencia colectiva, todo el mundo se sentía junto, a veces en una habitación oscura, pero todo tenía que ver con formar parte de algo, y eso es lo que seguimos intentando conseguir en nuestros conciertos.
Sascha, en temas como “UNDO REDO” parece que el que cante sea Thom Yorke y no tú…
Sascha: Es una influencia definitiva, pero también la manera en que Radiohead concibe su música desde hace mucho tiempo, abriéndose a lo que sienten que requiere en cada momento. Si necesitan una trompeta no dicen: “¡Oh, dios, no podemos hacer eso!”, sino que llaman a alguien para que toque la trompeta. Esa actitud ya es inspiradora, pero afortunadamente cada vez es más común que la gente ya no se quede dentro de sus casilleros. Antes todo se ceñía más al estilo que debías tener, pero eso se va difuminando cada vez más y realmente me encanta. Todo está ya permitido de alguna manera, y Radiohead fueron de los primeros en darse cuenta de eso.
¿Quién más te inspira a la hora de cantar?
Sascha: Cuando escucho una grabación de Frank Ocean siempre veo cosas que me aportan algo, y, por supuesto, un gran héroe mío era Mark Hollis, de Talk Talk, por su forma de usar los tonos más puros. Era realmente minimalista y suave, cada vez cantaba menos alto, conseguía la máxima expresión con la mínima energía. Escucho muchas cosas en la radio de las que puedo extraer enseñanzas, aunque sean muy pop. Cuando sí tengo que cambiar de emisora es cuando suenan voces con Auto-Tune, esa es una puta epidemia. El trap o lo que sea es el puto infierno.
Gernot: Pues a mí me gusta.
Para el lanzamiento del disco organizasteis varias fiestas de escucha en salas oscuras. ¿Es ese el entorno perfecto para escuchar a Moderat?
Gernot: Yo creo que mejor de madrugada al aire libre, en la naturaleza.
Sascha: Yo lo veo más cuando sales de un club, cuando está a punto de amanecer, pero todavía está un poco oscuro, y en un lugar íntimo.
Sebastian: En el coche. ∎