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Ya sea a causa de la sangrante esclavitud o por los movimientos migratorios impelidos por la pobreza, la comunidad mundial de afrodescendientes es muy numerosa. Esto ha contribuido al esplendor actual del afropop. En una corriente que se retroalimenta, ya que los creadores africanos comparten credo con los instalados en otros continentes. Las redes sociales y el streaming hacen que todo se conozca al minuto y que las músicas sean más que nunca de ida y vuelta. Así no es extraño que jóvenes promesas africanas colaboren con iconos del pop mainstream. Es el caso del nigeriano Omah Lay y el canadiense Justin Bieber en “Attention”. También sucede al revés, que una estrella del hip hop como Future se agencie los servicios de la sobresaliente y todavía poco conocida cantante nigeriana Tems en “WAIT FOR U”.
Proliferan los músicos nacidos en África y afincados en otros países que contribuyen al crecimiento global del afropop. Un ejemplo claro es la angoleña Pongo, difundiendo desde Lisboa el “Amaduro” –canción cuyo título hace referencia a la mezcla entre amapiano y kuduro– y otras fusiones afropop. Entre todos estos artistas conviene tener muy en cuenta a Pierre Kwenders, músico congoleño-canadiense que acaba de publicar el sensual e introspectivo decálogo amoroso “José Louis And The Paradox Of Love” (2022) a través del prestigioso sello Arts & Crafts. El título hace referencia a su nombre real, José Louis Modabi. Nacido en Kinshasa en 1985, canta y rapea con soltura en inglés, francés, lingala, tshiluba o kikongo. Se dio a conocer con el álbum “Le dernier empereur bantú” (2014) y se ha hecho célebre como cofundador de Moonshine, colectivo de Montreal integrado por músicos, DJs, bailarines y artistas visuales dedicados a propagar la cultura de club a través de un show mensual, a mayor gloria del afrofuturismo. Una nueva “fiebre del sábado noche” que se desarrollaba primero en diferentes locales de la ciudad canadiense –anunciada a través de mensajes de móvil– y que luego se expandió en giras internacionales. De ahí a convertirse en compañía de discos mediaba un paso y ahora se puede disfrutar de sus mixtapes; la última, “SMS For Location, Vol. 4” (2021), cuenta con colaboraciones de Georgia Anne Muldrow y Uproot Andy.
Gran Bretaña tuvo una gran influencia en la época de las colonias. Ahora Londres es un gran centro para la diáspora de la música africana, con músicos nacidos allí como Kojey Radical, rapero británico de origen ghanés que en “Reason To Smile” (2022) realiza una interesante mezcla entre hip hop y soul. Ya destacó con su anterior trabajo, el EP “Cashmere Tears” (2019), en el que colabora su prima Amaarae. Él le devuelve favores en su primer álbum, “The Angel You Don’t Know” (2020), que convierte a esta cantante, compositora y productora americano-ghanesa en un valor que cotiza al alza en el afropop y también, y no menos importante, en lo que se refiere a la cuestión del género.
El nigeriano Steven Umoh, aka Obongjayar, se afincó en su adolescencia en Londres. Descubierto en SoundCloud por Richard Russell, capo del sello XL Recordings, participa en su proyecto colaborativo “Everything Is Recorded” (2018). También aparece en el aclamado segundo disco de Little Simz, “Sometimes I Might Be Introvert” (2021) –tercero en la lista de Rockdelux de lo mejor del año pasado–, así como en su fundamental tema “Point And Kill”, y ahora debuta con el álbum “Some Nights I Dream Of Doors” (2022), sorprendente trabajo que se aleja del canon afropop para adentrarse en terrenos psicodélicos –un buen ejemplo es la portada del disco– que por momentos hacen pensar en el dramatismo de Benjamin Clementine, sin dejar de lado los guiños al R&B y una colaboración de la saxofonista Nubya Garcia en el tema “Wrong For It”. Ilustra a la perfección su original propuesta el vídeo oficial de “Try”, en el que aparece ataviado como un vikingo negro.
Y acaba de aparecer otra voz destacable, la de Ogi Ifediora, nacida en Chicago de padres nigerianos. Instalada en Los Ángeles, recurre a la seda soul, a la manera de las divas del género, en su EP de debut, “Monologues” (2022). Arreglado con un sonido que la conecta con el R&B contemporáneo –cortesía del reputado productor No I.D., que lo edita en su sello ARTium, distribuido por Atlantic–, no se olvida de la fundamental iglesia, tal como evidencia en el vídeo de su primer single, “I Got It”.
Otra conexión entre la diáspora y el afropop la representa la actual música jamaicana, con ejemplos tan evidentes como el de Koffee. Y no solo eso, sino toda la música del Caribe hermana de la africana, con nombres a apuntar como los del rapero Admiral T (Guadalupe), el grupo Kes (Trinidad y Tobago) y la reina jamaicana del dancehall Spice. También están los músicos africanos que por formación han vivido en Inglaterra para volver luego a su país, como los nigerianos Tiwa Savage o BOJ. Este último comparte “Culture”, el mejor sencillo de su nuevo disco, con la rapera londinense ENNY, punto álgido del espectacular álbum colaborativo “Gbagada Express” (2022). ∎