El debut largo de Os Mutantes es una rutilante joya que comienza influida por el “Sgt. Pepper’s” de los Beatles (“Panis et circenses”), continúa bajo los efectos del funk psicodélico y disruptivo de Pierre Henry y Jean-Jacques Perrey (“A minha menina”) y deriva hacia un orgiástico maremágnum de influencias que van de la música infantil al folk pastoral, pasando por la lisergia más regocijante y el desbarre experimental. Puro canibalismo creativo contra la adormecedora sedación de la bossa nova.
Editado justo un año después de otro disco titulado igual, este de 1980 es sin duda uno de sus trabajos más emblemáticos. Instalada en el mainstream, la diva libertaria no renuncia a la provocación aunque sea con un envoltorio de rock comercial, pop de consumo o funk ligero. El álbum incluye algunos de sus hits, como “Baila comigo”, “Caso sério” o, sobre todo, ese delicioso y pícaro “Lança perfume” en clave de soft disco que a buen seguro sirvió después de inspiración al city pop japonés.
Compilado y publicado en su sello por David Byrne, uno de los mayores fans del grupo, fue el disco que hizo que mucha gente se fijara por primera vez en Os Mutantes, en su música poliédrica y fascinante. Incluye todas las grandes joyas de su primera etapa, con hincapié especial en el primer álbum. Una guía perfecta para introducirse en el proceloso universo de Os Mutantes y en la exquisita voz de Rita Lee, la gran sacerdotisa tropicalista. Una mujer de una personalidad inmensa que continúa subyugando. ∎