Reinventándose. Foto: Yago Castromil
Reinventándose. Foto: Yago Castromil

Entrevista

Sen Senra: “Hago una música sin reglas”

Con “Corazón cromado”, su nuevo EP con colaboraciones de C. Tangana y Feid, Sen Senra completa la transformación que se aceleró con “Sensaciones”, el disco que reseteó su trayectoria a finales de 2019. La carrera del gallego, siempre esquivo en redes sociales y más aún con la prensa, despega definitivamente como nuevo valor pop dentro de este contexto tan particular del que él saldrá reforzado.

Sen Senra es un misterio. La cosa nunca parece ir con él, pero “la cosa” sigue creciendo: cada vez hay más gente mirándole aunque no se dé por aludido. Que haya decidido citarse con algunos medios ante la salida de “Corazón cromado” (Sonido Muchacho-Universal, 2021), su nuevo EP, ya es una noticia en sí misma porque apenas se le ha escuchado explicarse. “Yo me guío mucho por momentos, por el momento de mi vida en el que estoy. Si me apetece hacerlo ahora, lo hago. Me gusta esa libertad de hacer las cosas si realmente me apetece hacerlas”, cuenta sin entrar mucho en detalles a través de Zoom desde las oficinas de Sonido Muchacho, el sello madrileño que edita su música en alianza con la multinacional Universal. Se refiere a compromisos promocionales como esta charla, pero a ratos es bastante complicado saber si realmente le apetece o no. Encaja las preguntas entre la timidez y el pasotismo, pero deja las suficientes pistas como para saber que lo tiene todo bastante claro dentro de este contexto tan particular, a priori el peor posible para que una carrera despegue definitivamente. “He intentado ir por delante de todo esto tratando de reinventarme y de buscar nuevos caminos para que no pare el motor”.

El misterio Sen Senra. Foto: Alex Cascallana
El misterio Sen Senra. Foto: Alex Cascallana

Es como si Christian Senra, nacido hace 26 años en Pontevedra, criado en Vigo y residente en Madrid desde que se instaló en el barrio de Vallecas en 2017, estuviera mirando su propia fiesta asomado desde la ventana, siempre a punto de largarse de ahí. La imagen, en realidad, podría estar sacada de alguna de sus canciones más recientes. “Yo quiero ser como el aire, que nadie me vea”, canta en “Euforia”. Pues algo así. “Es verdad que hay un ruido cada vez más fuerte y un ‘feedback’ que ahora me llega de sitios que quizá ni me imaginaba. Pero estoy muy centrado en lo mío desde siempre”.

Lo suyo ahora mismo, al menos hasta donde sabemos, son los siete cortes de “Corazón cromado”, en los que desarrolla los trucos que empezó a testear en “Sensaciones” (Sonido Muchacho, 2019), el álbum con el que reseteó su trayectoria a finales de 2019. Era su tercer trabajo, pero ahora, vista la sucesión con un poco de perspectiva, casi puede decirse que fue una especie de segundo debut. Antes llegarían “Permanent Vacation” (Raso., 2015) y “The Art Of Self-Pressure” (Raso., 2017), dos discos de producción low cost de garage suavecito y cantado principalmente en inglés tras los que no parece estar la misma persona que ahora se monta rapeando-pero-sin-rapear sobre ritmos sincopados de R&B en miniatura.

“Es verdad que hay un ruido cada vez más fuerte y un ‘feedback’ que ahora me llega de sitios que quizá ni me imaginaba. Pero estoy muy centrado en lo mío desde siempre”

“A mí esos dos discos me siguen molando si los escucho”, sentencia, aunque en la pequeña gira de teatros que arrancó en diciembre con tres sold outs en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid (y que luego pasaría por Barcelona, Gijón, Donosti y Valencia) los obvió por completo, como si el repertorio en el que a estas alturas se reconoce a sí mismo arrancara en “Por ti”, un single de finales de 2017 con el que algo hizo clic en su sonido. “Fue el primer experimento que saqué con un ritmo un poco diferente al que estaba utilizando normalmente y además fue de mis primeras canciones cantadas en castellano. La saqué con mucha libertad porque me apetecía. No tenía ninguna pretensión y fue llegando cada vez a más gente”. Ahora la onda expansiva se volverá a multiplicar: es de suponer que las colaboraciones con C. Tangana (“Qué facilidad”) y el colombiano Feid (“Wu Wu”) incluidas en “Corazón cromado” le acercarán a nuevo público, pero él reivindica el camino andado hasta aquí. “Igual soy un artista nuevo para quien me conozca ahora, pero llevo muchos años haciendo mucha música. Llevo desde chiquitito creciendo con bandas hasta que en su momento decidí abrir mi proyecto personal, creciendo poquito a poco”.

Sen Senra: “Tumbado en el jardín viendo atardecer”.

Si “Por ti” fue la palanca que terminó activando “Sensaciones”, “Perfecto” abrió en el verano de 2020 la compuerta que ahora conduce hasta “Corazón cromado”. “A raíz de no poder presentar ‘Sensaciones’ como estaba previsto, llegó ‘Perfecto’ y me entraron ganas de hacer esta colección de siete canciones. Me hizo decir ‘hostia, este es el siguiente paso que quiero enseñar’. Fue un poco la semillita. ‘Tumbado en el jardín viendo atardecer’ también la tenía por ahí a medias y luego fueron llegando el resto”, explica Senra, artista total que produce su propia música aunque desde “Sensaciones” suela hacer combo en el estudio con Anxo Rodríguez, guitarrista de sus paisanos Novedades Carminha que también lo acompaña en vivo. “Me siento cómodo produciéndome, es una faceta que me gusta mucho. Uno de los momentos más divertidos de hacer música para mí es la producción. Me involucro mucho con el proceso porque me gusta y porque veo que aprendo un poquito más cada vez”.

Lo que termina resultando de ahí es difícil de definir con exactitud. “Permanent Vacation” y “The Art Of Self-Pressure” lo colocaron en titulares que, por cosas del clickbait, hablaban del “Mac DeMarco gallego”, pero ahora se mueve infinitamente más cerca de nombres como Steve Lacy, Kali Uchis, Kevin Abstract o The Weeknd. En cualquier caso, no se olvida de la guitarra como casilla de salida para sus canciones. “Muchas nacen con la guitarra, es un instrumento muy inspirador para mí. Voy metiendo una melodía de guitarra y luego decido en qué plano encajarla, aunque a veces me la termino cargando y la acabo sustituyendo por otro elemento que cumpla la misma función de la guitarra”. “Hago una música sin reglas”, dice sobre su pop a medio camino entre lo orgánico y lo digital, rico y minimalista al mismo tiempo, accesible pero nunca demasiado obvio, que lo sitúa a mitad de camino de varios mundos. “Yo hago música para la gente en general, no busco un público en concreto ni mucho menos. En el proceso voy tomando decisiones en base a mi intuición: esa es mi forma de trabajo”. ∎

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