La nueva vida de Phil Elverum. Foto: Katy Hancock
La nueva vida de Phil Elverum. Foto: Katy Hancock

Entrevista

The Microphones: recapitular y seguir adelante

Phil Elverum, cuerpo y alma de The Microphones, visita nuestro país a partir de esta semana para presentar su último trabajo en estudio, con conciertos en Madrid (12 de marzo), Ourense (14) y Barcelona (15), más una breve incursión portuguesa en Viseu (13). Aprovechamos para conversar con él sobre su intenso presente creativo y vital.

Han pasado 25 años desde las primeras grabaciones caseras de Phil Elverum como The Microphones y echar la vista atrás impresiona. Pocos músicos de su generación pueden presumir de una carrera con tantas cimas creativas, con picos de relevancia tan lejanos entre sí como “The Glow Pt. 2” (K, 2001) y –bajo pabellón Mount Eerie“A Crow Looked At Me” (P.W. Elverum & Sun, 2017). Su carrera ha bailado entre el folk, la introspección lírica, el paisajismo ambient y una crudeza que en ocasiones lo acerca al black metal. En breve aterriza en España para trasladar al directo el magnífico “Microphones In 2020” (P.W. Elverum & Sun, 2020), inusual pieza musical en forma de poema épico. También ha presentado recientemente la película “There’s No End” (Mattias Evangelista, 2022). Y si algo transmite, tanto en la entrevista como en todos sus últimos proyectos, es una enorme vitalidad creativa.

Hace poco que ha salido “There’s No End”, un corto documental sobre tu método creativo en el que tú mismo has ejercido de productor. ¿Cómo ha sido el proceso de creación, verte metido en el mundo del cine?

Se me hace un poco raro verme ahora hablando de la película. Ha pasado año y medio desde que la rodamos, quedé muy impresionado en su momento con el trabajo de Mattias Evangelista, que la dirigió, pero, claro, han pasado tantas cosas desde entonces que lo percibo como algo lejano. Creo que es una película pequeña y bonita que puede interesar a la gente que le gusta mi música. Comparto por primera vez algunas partes de mi intimidad, lo cual es una experiencia que a priori no me entusiasmaba, pero una vez visto el resultado me he quedado muy tranquilo. Eso sí, el proceso de rodar una película es mucho más inmersivo que el de hacer música, no descansas ni un solo momento, sobre todo a nivel organizativo. Creo que me quedaré en la música.

¿Ha influido el cine en tu proceso creativo? ¿Algunos directores en concreto?

Siempre he sido muy aficionado al cine. Por ejemplo, volví a ver hace poco la “trilogía de los colores” de Kieslowski y me volvió a impresionar muchísimo. Me ha pasado algo similar viendo “Dersu Uzala” (1975) y “Rashomon” (1950), de Kurosawa. No diría que mi música nace del cine, pero sí que el cine me conmueve de una forma similar a la que lo hacen las canciones. Y siempre pienso visualmente a la hora de hacer canciones. Así que supongo que sí, ahí hay una relación.

De hecho, vas a presentar el próximo mes en Los Ángeles tu obra como artista visual.

Bueno, es algo muy excepcional, me lo han pedido en una galería. Pero para mí sí que ha sido siempre importante el crear objetos tangibles, discos en los que el artwork es parte esencial, libros…

Selfi paródico. Foto: Rin-san Jeff Miller
Selfi paródico. Foto: Rin-san Jeff Miller

Tu hija aparece constantemente a lo largo de “There’s No End”. ¿Fue fácil mostrar esa parte de tu intimidad?

Al principio me obsesionaba mucho con ello. Siempre había intentado ser tan privado como fuera posible acerca de ella. Pero el eje central de “There’s No End” es el proceso creativo en casa y, al final, mi hija es el centro de mi vida. Una vez que vi el tono de la película que quería hacer Mattias se me pasó la preocupación.

¿La convivencia con tu hija ha cambiado algo de tu música?

Fundamentalmente, como todos los padres, he pasado a tener mucho menos tiempo. Eso me obliga a ser mucho más selectivo con cómo lo empleo. Antes pasaba horas decidiendo detalles nimios y probando cualquier sonido. Ahora antes de grabar tengo que tener las ideas mucho más claras. Es una cuestión de economizar el tiempo, sobre todo.

¿Y forma parte la música de vuestra convivencia?

Sí, claro. Escuchamos música juntos y me obliga a escuchar cosas que le gustan. Creo que tiene mucha musicalidad innata. No sé si esto es una proyección que todos los padres hacen, pero de verdad que me parece que tiene mucho talento para lo musical. Ahora bien, no quiero obligarla a que aprenda un instrumento ni guiarla a que entienda la música de una manera determinada. Pero sí me gustaría que canalizara ese talento, la verdad.

“Creo que hay que denunciar muchas más cosas, desde el reparto económico que hacen todas las plataformas de streaming hasta cómo modifican nuestra forma de escuchar música... Todas tienen muchos aspectos muy discutibles. Pero me alegro mucho de que a partir de lo de Neil Young estos temas sean cuestionados en los medios”

Al publicar “Microphones In 2020” tomaste la decisión de no subir el álbum a Spotify. ¿Qué piensas acerca de toda la reciente polémica entre la plataforma, Neil Young y Joe Rogan?

La estoy siguiendo con mucha atención y tengo sentimientos encontrados. Por una parte, me parece magnífico que se cuestione a Spotify y las razones por las que Young ha sacado su música de la plataforma me parecen encomiables. Pero, al mismo tiempo, creo que el debate público no debería ser solo acerca de si está bien que se transmita información falsa en el contenido de Spotify. Creo que hay que denunciar muchas más cosas, desde el reparto económico que hacen todas las plataformas de streaming hasta cómo modifican nuestra forma de escuchar música. E insisto, centrar esto exclusivamente en Spotify es no entender del todo la cuestión. Va mucho más allá: Apple Music, Amazon… Todas tienen muchos aspectos muy discutibles. Pero me alegro mucho de que a partir de lo de Neil Young estos temas sean cuestionados en los medios.

¿Publicar la antología de The Microphones “Completely Everything, 1996-2021” (Phil Elverum & Sun, 2022) fue el paso natural después de un disco autobiográfico como “Microphones In 2020”?

Sí, en el fondo hay una continuidad, por lo de mirar atrás al cajón de los recuerdos y juntarlos todos y hacer memoria.

También coincidió con la pandemia…

Sí, supongo que al pasar más tiempo en casa todos nos pusimos a revolver en el trastero y a encontrar cosas. Para mí fue un período muy productivo en ese sentido, echar la vista atrás y encontrar muchas cosas que ni siquiera recordaba.

En el mismo período preparaste “Geneviéve Castrée. Complete Works 1981-2016”, una integral de la obra visual de Geneviève Castrée que se publicará el próximo otoño (fue la esposa de Elverum hasta su fallecimiento en 2016). ¿Crees que hubo una conexión entre ambos procesos?

Nunca lo había pensado, pero creo que sí. Al fin y al cabo son proyectos similares que requieren de un esfuerzo premeditado de separar el grano de la paja, decidir qué es importante y qué es relevante y qué no. Así que supongo que en última instancia se retroalimentaron.

En ruta: Jay Blackinton y Phil Elverum, The Microphones 2021.
En ruta: Jay Blackinton y Phil Elverum, The Microphones 2021.

Hay unos versos de “Microphones In 2020” que me gustan mucho, cuando dices: When you’re younger, every single things vibrates with significance / Gazing at the details in the artwork of a 7 inch / Devouring every word in a zine”. ¿Sigues viviendo las cosas con esa pasión?

La música me sigue apasionando, pero no de la forma emocional con la que lo hacía cuando era más joven. Creo que las cosas han cambiado un poco. Ahora tiendo a ser más analítico y a obsesionarme menos con los detalles de cada grupo. Creo que esa forma en la que disfrutas la música en la adolescencia va cambiando con el tiempo, y es normal. No me preocupa.

En la canción mencionas a Eric’s Trip, Stereolab, Bonnie Prince Billy o Red House Painters como artistas que cambiaron tu vida. ¿Añadiste a alguien más a ese panteón estos años?

No de la forma en la que esos cambiaron mi percepción de la música. Sigo escuchando mucha música, claro, y sigo descubriendo cosas: drone, black metal… Sigue habiendo mucha música inspiradora.

“La música me sigue apasionando, pero no de la forma emocional con la que lo hacía cuando era más joven... Ahora tiendo a ser más analítico y a obsesionarme menos con los detalles de cada grupo. Creo que esa forma en la que disfrutas la música en la adolescencia va cambiando con el tiempo, y es normal”

¿Y cómo ves, después de este período archivístico, la diferencia entre Mount Eerie y The Microphones?

Creo que la barrera entre las dos designaciones es simplemente temporal, con el 2003 como marca que separa dos fases de mi carrera. Volví a usar el nombre de The Microphones únicamente porque el objetivo último de “Microphones In 2020” es recapitular acerca de esa época concreta, ver cómo veo hoy aquello. Pero creo que, fuera de proyectos muy específicos que sean sobre eso, el proyecto The Microphones pertenece a aquella época.

¿Cómo vas a encarar los conciertos de esta gira española de The Microphones? ¿Centrándote en ese período o también habrá cosas de Mount Eerie?

Son conciertos centrados en “Microphones In 2020”. Creo que es un proyecto que merece una presentación propia. Hace ya muchos años que no toco en España, me hace ilusión volver.

Para terminar, quería hacerte una pregunta muy personal de parte de un amigo que es muy fan: ¿Cuál es tu sauna favorita?

(Ríe) Mi mejor experiencia en una sauna fue en 2014, en un pueblo en Massachusetts. No me acuerdo del nombre. Pero era una antigua comunidad de inmigrantes finlandeses que habían construido una sauna a imagen y semejanza de las que tenían en su país, frente a un lago precioso. Me pareció una imagen inolvidable. ∎

Etiquetas
Compartir

Contenidos relacionados