Un Brasil para todos los públicos. Foto: João Almeida
Un Brasil para todos los públicos. Foto: João Almeida

Entrevista

TIAGO IORC: la esencia de la sencillez

De gira por Europa en formato intimista, el cantautor brasileño llega por fin a España. Considerado un maestro de la canción popular contemporánea y heredero de iconos como Caetano Veloso, TIAGO IORC pasará este mes por Barcelona (13), Sevilla (15), A Coruña (22) y Madrid (24) con canciones en las que el amor, los desencuentros y el autodescubrimiento son los grandes protagonistas.

Dueño de una voz suave, TIAGO IORC, nombre artístico de ​​Tiago Iorczeski (Brasilia, 1985), inició su carrera cantando en inglés. Esta decisión reflejaba la formación musical que recibió en Londres, ciudad a la que se mudó con su familia cuando aún era un bebé. Sin embargo, fue a partir de su primer disco cantado en portugués, “Troco Likes” (Slap, 2015), cuando el cantautor brasileño vio como su obra ganaba una proyección sin precedentes.

A lo largo de once temas, el sonido de la guitarra acústica se entrelaza con una poesía contemporánea, marcada por diálogos cuyos protagonistas son la ternura de los sentimientos más sencillos y la dinámica hermética de la modernidad. Esta fórmula lo llevó en poco tiempo a reunir a grandes audiencias, rendidas a las letras de éxitos pop como “Coisa linda” y “Amei te ver”; ambas, exponentes de una sensibilidad que se convertiría en una de las principales señas de su identidad artística.

Después de varios meses dedicado a girar, entendió que era hora de descansar, un deseo que requería abandonar los espacios mediáticos temporalmente. Contrario a la sobreexposición en las redes sociales, algo raro en un contexto en donde estas han transformado simples interacciones en demandas de compromiso y ventas, decidió tomarse un largo receso. Este alejamiento terminó con el álbum “Reconstrução” (Universal, 2019), proyecto muy personal que amplía su capacidad como compositor, aunque sin romper con la estética que lo consagró.

En el tema titular –una alusión a la obra maestra de Chico Buarque, “Construção” (1971)– narra el desmoronamiento de una personalidad dividida entre el peso y la ligereza del ser. Hoy, echando la vista atrás, uno puede suponer que esa misma valentía de hablar sobre cosas demasiado íntimas se ha afianzado hasta el punto de que, tres años después, el cantante cuestiona su propia masculinidad tóxica. Fue esta la que lo llevó a la adicción a la pornografía y otros excesos. Con seis minutos de duración y una letra sin rimas, dicho sencillo suscitó un acalorado debate entre las feministas, quienes cuestionaron en particular la figura del “hombre deconstruido”.

El caso es que TIAGO IORC parece cada vez más conectado a lo que sucede dentro de sí mismo. Más aún: ya no suele tener miedo a enfrentar sus propias emociones y fantasmas, pese a las críticas. A punto de actuar en Barcelona y Madrid y de abrir dos conciertos para el uruguayo Jorge Drexler en Sevilla y A Coruña, el cantante contestó por correo electrónico preguntas sobre su trabajo de composición, las demandas de la era digital y los dolores y delicias que puede conllevar su idioma.

Intimidad en directo. Foto: Julian Ed
Intimidad en directo. Foto: Julian Ed

Dicen por ahí que “saudade” (añoranza) es la palabra más hermosa de la lengua portuguesa, y creo que no es casualidad decir que este sentimiento aparece muchas veces en tu repertorio. Al mismo tiempo, conlleva una gran cantidad de capas de complejidad que la pueden convertir en algo de difícil acceso. ¿Puede la música ser tu mayor aliada a la hora de afrontarla?

Antes que nada, me encanta esta singularidad de nuestro idioma. La palabra “saudade” es una joya brasileña que ya está impregnada de todo el sabor de una de las virtudes más bellas de Brasil: el cariño. Así que la música para mí es un sinónimo de la posibilidad de vivir los afectos y la unión. Sea la unión con mi propio sentir, sea la unión con el sentir que me une a los demás.

Cada obra parece reflejar un determinado período, una serie de experiencias vividas. Aunque cantes sobre tecnología y temas efímeros, pareces preocuparte en crear discos que resistan el paso de los años, una actitud que conlleva la atemporalidad en sí misma. ¿Alguna vez esta relación con el tiempo ha sido un problema para ti?

No sé... Creo que antes de la atemporalidad, una canción merece tener relevancia para poder tocar el sentimiento. Relevancia de mi sentimiento, primero, porque él es quien me dirige. Es en él en quien confío. Para mí, las ideas son siempre chispas divinas. Me siento como si fuese una antena que recibe estos mensajes de cosas que quieren existir. Con las herramientas que tengo, trato de ayudar a traducir lo que parecen querer significar. Incluso puedo racionalizar en algún momento sobre lo que puede o no puede ser, pero el sentimiento es lo que manda. Con suerte, ese sentimiento puede volverse relevante para otras personas.

“Me encanta la esencia de la sencillez. Todo lo que es cursi, o ‘brega’, es una síntesis de la esencia popular, es el atajo para lo que se quiere expresar de la forma más directa posible, sin rodeos. Por eso me parece que es tan relevante para tanta gente”

Es incuestionable el hecho de que el amor es un tema inagotable y, en muchas ocasiones, político. ¿Sientes que hay más urgencia por cantarlo en Brasil en este momento?

“No sean tontos. No nos falta amor, no hace falta amar”. Leí esta frase hace un tiempo. Estaba escrita en un cuadro que adornaba la pared de un café que me gusta visitar en el barrio de Santa Teresa, en Río de Janeiro. Esa frase se ha quedado conmigo desde entonces. Me golpeó. Es hermoso entender el amor como verbo, como acción, como acto de servir a algo más allá de uno mismo. Estamos muy desconectados colectivamente y la tendencia es individualizarse. El amor es el pegamento de todo. Es lo que nos une a todos. El amor es una fuerza creativa, es de lo que está hecho todo.

Hace poco hiciste una reinterpretación de “Ciumeira”, tema que quedó inmortalizado en la voz de la fallecida cantautora Marília Mendonça y es un símbolo de esta nueva canción popular brasileña. El llamado romanticismo “brega” –es decir, un estilo considerado cursi– lleva años en lo más alto de las listas brasileñas y el pop se ve cada vez más entrelazado con él… ¿Qué análisis haces a ese respecto? ¿Qué relación tienes con estos géneros tan populares y apasionados como el sertanejo, por ejemplo?

Me encanta la esencia de la sencillez. Todo lo que es cursi, o “brega”, es una síntesis de la esencia popular, es el atajo para lo que se quiere expresar de la forma más directa posible, sin rodeos. Por eso me parece que es tan relevante para tanta gente. Creo que cualquier forma de expresión que pueda sintetizar algo tan genuino es hermosa. Leonardo da Vinci dijo que la simplicidad es el grado más alto de sofisticación. Creo que tenía razón.

“Ciumeira”, a Marília Mendonça con respeto y admiración.

Eres parte de una generación de artistas que ganó fama y notoriedad en la misma proporción en que también se intensificaron las demandas, en gran medida por la necesidad de alimentar esta dinámica exhaustiva de las redes sociales. Desde el punto de vista creativo, ¿qué contribuciones te han aportado tus períodos de desconexión total?

Ya se sabe que la sobreestimulación de las redes genera adicción y ansiedad. Es algo que todavía estamos arrastrando emocionalmente, para comprender e integrar a nuestra capacidad psicológica. A medida que pasa el tiempo y aprendo, siento que es muy saludable crear espacio para la posibilidad de vivir a otras velocidades, bajo otros estímulos. Algunas cosas necesitan tiempo para que puedan integrarse en un sentimiento de manera completa. De modo similar, también me gusta la agilidad y la abundancia de información cuando se necesita. Para mí es bastante liberador permitirme experimentar diferentes proyectos de vida a diferentes ritmos. No todo tiene que existir a la velocidad de internet, y es mejor que no sea así.

Reflexiones y sentimientos. Foto: Julian Ed
Reflexiones y sentimientos. Foto: Julian Ed

Creo que un artista que pertenece a la industria mainstream puede encontrar en el aislamiento la posibilidad de “reconstruirse” entre una obra y otra. Dadas las reglas del juego, ¿te ves a ti mismo como un rebelde? ¿Abdicar puede ser un privilegio?

Como dije antes, confío mucho en mis sentimientos. He vivido momentos de jugar el juego y también de crear mi juego. La vida me parece un balance en la búsqueda por el equilibrio entre estos dos caminos.

También quiero hablar de composición. “Masculinidade”, uno de tus sencillos más recientes, no solo presenta al público una letra más larga de lo habitual, sino que se desarrolla en chorros de conciencia. ¿Hasta qué punto fue importante para tu repertorio el encuentro de esa estética deforme, tan distinta del pop que te consagró a principios de la década pasada?

Una y otra vez estos temas más profundos surgen en mi proceso vital y terminan convirtiéndose en aspectos motivadores de mi creación. Escucho y respeto estas llamadas y aprendo cómo deciden manifestarse. Me encanta la posibilidad de expresar la pluralidad de lo que siento en las más variadas formas y formatos.

“Masculinidade”: las dudas del hombre en el mundo actual.

Tu asociación con Duda Beat en “Tangerina” te llevó a estrechar lazos con nuevos colaboradores musicales. Me refiero a los productores-compositores Lux & Troia y Mateus Asato. El público ha podido conocer algunas canciones en las que participan activamente. A la hora de crear, ¿es importante que haya más afinidad o preponderancia de discusiones colectivas en el estudio?

Crear con diferentes socios es maravilloso. Me encanta encontrar personas que estén en sintonía conmigo con el fin de crear en equipo. Cuando existe esta afinidad, el proceso se vuelve mucho más plural, mucho más abundante. Cuanto mayor sea el número de antenas sintonizadas, mayor será la posibilidad de captar la señal.

Esta misma canción también expuso por primera vez otro nivel de profundidad lírica al considerar los parámetros confesionales de la creación. ¿Piensas que fue significativo explorar internamente estas perspectivas? ¿Alguna vez tuviste miedo de encontrarte con tus propios fantasmas?

Todo el proceso de esta canción me llevó meses y me causó molestias, eso sí. En varios momentos consideré dejar la idea de lado, pero cuando comencé a compartir este sentimiento con otros amigos entendí que no estaba solo. Este diálogo me hizo conocer dolores muy profundos de ellos y me animó mucho a seguir escribiendo. Entonces, sí. Tuve que superar mis propios prejuicios antes de poder terminar este trabajo.

“Yo, como hombre, he confundido mucho la vulnerabilidad con la fragilidad, hasta el punto de evitar la posibilidad de sentir o de saber sentir. Y eso lo veo repitiéndose en muchos de mis amigos varones, esa inmadurez emocional”

Abrazar el autoconocimiento puede ser un proceso denso, a menudo permeado por el dolor, por el distanciamiento. ¿Por qué a la gente le cuesta aceptar que los hombres son sensibles, que los chicos sí lloran?

Yo, como hombre, he confundido mucho la vulnerabilidad con la fragilidad, hasta el punto de evitar la posibilidad de sentir o de saber sentir. Y eso lo veo repitiéndose en muchos de mis amigos varones, esa inmadurez emocional. De ninguna manera esto descalifica otras virtudes de lo masculino, como la fuerza, la agresividad, la agilidad, la energía, la potencia, el coraje. Pero los hombres emocionalmente débiles terminan teniendo distorsiones de sus virtudes. Son agresivos donde no deberían serlo. Se vuelven cobardes. Y este es un problema que afecta a la vida de todos, especialmente de las mujeres. Todo hombre tiene el deber de comprender qué monstruo puede llegar a ser. Cuando entiendas esto, entonces debes aprender a domarlo. Hay algo muy bonito que aprendí tomando clases de Muay Thai. En este arte marcial cuando un luchador sabe que es superior a su oponente no lo convierte en una oportunidad para la cobardía. Ve la debilidad del otro como un límite y lo respeta, porque sabe que, si es necesario, puede imponer su propio límite.

Después del estreno de “Masculinidade” hubo una repercusión inmensa y se acumularon preguntas que llegaron de muchas partes. Pienso que, sobre todo, tienes muchas ganas de comunicar algo. ¿Sería esta la gran premisa de la música pop, promover precisamente la comunicación?

Siento que esta canción nació de un deseo de iniciar un diálogo. Primero, el mío conmigo mismo. Luego, con mis amigos. Y después con otros hombres y también mujeres. Creo que todo punto de vista es válido si deseas construir un entendimiento. Cada experiencia y dolor debe ser individual, y compartiendo nuestro dolor y nuestra alegría podemos entendernos mejor. Todos podemos contribuir al diálogo de alguna manera. ∎

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