Bueno, sí, vale, de acuerdo. Comprendo que bastante gente se mosqueara con el final del concierto de Tom Verlaine en Madrid: unos 20 (!!) minutos de catarsis desquiciada a solas con la guitarra (el propio grupo dejó de tocar, observando alucinado a ver cuándo su jefe se daba por satisfecho). Y también yo me di cuenta de que, con la ineludible permuta de los tres temas de rigor de su nuevo álbum, “Flash Light”, el repertorio interpretado resultó ser clavado al de hace ya casi tres años, cuando fue invitado por Paloma Chamorro a ‘La Edad de Oro’ el 25 de septiembre de 1984. Y asimismo entiendo que, para quien no sea fan declarado de este hombre y conozca mínimamente su trayectoria, no debe ser demasiado fácil conectar con un mundo poético y musical tan sutil y mágico como el suyo, donde, por si fuera poco, nadie le facilita la labor: discreción espartana en la puesta en escena (nada de grandes efectos lumínicos, ni poses resultonas, ni simpatía personal), temas alargados y rotos a voluntad del artista, ignorancia casi absoluta del factor público…
Pero es que, chico, Verlaine y su grupo –Jay Dee Daugherty (ex Patti Smith Group) aporreando, Fred Smith (desde Television ¡más de 10 años ya como sombra del líder!) al bajo y Jimmy Rip respondiendo a los delirios guitarreros del visionario neoyorquino– sonaban como un tren. Y la emoción de volver a oír “Glory” o “Marquee Moon”... Y los momentos de éxtasis que para mí supusieron especialmente “Dissolve/Reveal” o la unión de “Penetration” y “Swim”... O el instante en que, como segundo bis, nos ofrecieron un “Psychotic Reaction” con unos cruces de guitarras sangrientos entre Verlaine y Rip (y lo impagable de ver ¡sonreír! con auténticas ganas a “Cara de palo/Piel de mármol” Tom)...
Y además –¡qué coño!–: ¿acaso no sabes que soy fanático de toda la vida de este Poe de pacotilla? (Y eso que fue novio de la Patti, el muy…). ∎