Wayne Shorter, en los sesenta. Foto: Bill Wagg / Redferns (Getty Images)
Wayne Shorter, en los sesenta. Foto: Bill Wagg / Redferns (Getty Images)

Fuera de Juego

Wayne Shorter, el saxo que indujo al jazz a entender el rock

Después del jazz modal junto a Miles Davis en los sesenta y de su mágica fusión rock con su grupo Weather Report en los setenta y ochenta, Wayne Shorter, de incansable espíritu creativo, continuó componiendo y reinventando su personalidad musical hasta bien entrado el siglo XXI. Debido a su éxito continuado, subió unos cuantos peldaños en el imaginario del rock. En el jazz, alcanzó la cima. Falleció el pasado 2 de marzo a los 89 años.

Tras una breve estancia en el combo de Horace Silver, el compositor y saxofonista Wayne Shorter (1933-2023) –fallecido el jueves 2 de marzo en Los Ángeles, a los 89 años– ganó notoriedad como sideman y compositor en dos formaciones históricas del jazz como fueron The Jazz Messengers, de Art Blakey (donde formó entre 1959 y 1964), y el segundo gran quinteto de Miles Davis (1964-68), contribuyendo en álbumes emblemáticos de dicha formación como “E.S.P.” (Columbia, 1965), “Miles Smiles” (Columbia, 1967), “Sorcerer” (Columbia, 1967), “Nefertiti” (Columbia, 1968), “Miles In The Sky” (Columbia, 1968) y “Filles de Kilimanjaro” (Columbia, 1968).

Esa etapa la simultaneó, en calidad de líder, con sus propios discos: “Night Dreamer” (Blue Note, 1964), “JuJu” (Blue Note, 1964), “Speak No Evil” (Blue Note, 1966), “Adam’s Apple” (Blue Note,1967) o “Super Nova” (Blue Note, 1969). Disuelto el quinteto de Davis, siguió con el trompetista en “In A Silent Way” (Columbia, 1969) y “Bitches Brew” (Columbia, 1970). En esa época participaba el teclista Joe Zawinul, con quien Shorter fundó ese satélite de fusión de jazz y rock conocido como Weather Report, que obtuvo numerosos éxitos entre 1970 y 1986.

El impacto sostenido de este innovador músico –tanto en la composición como en la lírica, pues el saxo tenor era su voz– lo llevó a trabajar con luminarias de la canción de autor como Joni Mitchell. Ambos grabaron diez álbumes a lo largo de veinticinco años, con el estupendo cierre de “Travelogue” (Nonesuch, 2002). También trabajó en el territorio pop de Steely Dan –“Aja” (ABC, 1977)– y en el del rock de los mismísimos The Rolling Stones, en “Bridges To Babylon” (Virgin, 1997), entre otros muchos. En paralelo, el instrumentista se reencontró con Hancock formando parte del quinteto V.O.S.P. en el memorable “V.O.S.P.” (Columbia, 1977) o compartiendo liderato en “1+1” (Verve, 1997), que les valdría un Grammy. Más adelante, siguieron trabajos bajo el liderazgo de Hancock como “Gershwin’s World” (Verve, 1998) y “River. The Joni Letters” (Verve, 2007).

En el segundo gran quinteto de Miles Davis, en 1967. Foto: David Redfern / Redferns (Getty Images)
En el segundo gran quinteto de Miles Davis, en 1967. Foto: David Redfern / Redferns (Getty Images)

Tras la disolución de Weather Report, el intérprete siguió eliminando barreras estilísticas mientras elaboraba un nuevo cuaderno de notas, para así atisbar cómo sería el jazz mestizo, maleable y post-bop del siglo XXI junto a su nuevo grupo, compuesto por el pianista panameño Danilo Pérez, el bajista John Patitucci y el batería Brian Blade. El interés por los ritmos latinos se avivó en “Alegría” (Verve, 2003). En 1975 ya había tenido un encuentro con la música de Brasil en una interesante grabación, “Native Dancer” (CBS, 1975), junto a Milton Nascimento.

Una de las características de la música de Wayner Shorter era su capacidad de trascender –en el sentido de ser capaz de entender y explorar– los tiempos que le tocaron vivir. A diferencia de otros ilustres colegas, el músico norteamericano –nacido en Newark, Nueva Jersey, el 25 de agosto de 1933– no vivió en una burbuja, ya que de la observación de su entorno extrajo relatos de vida que transformó en imágenes sonoras, resultantes de su singular talento compositivo. Tal vez no fuera el jazzman más conocido de las últimas seis décadas, pero su impronta como instrumentista y autor ha modelado, de manera definitiva, el ser, el estar y el devenir de la música popular más allá del jazz. La huella de Shorter en la fusión del jazz con el rock resulta indiscutible.

Miles Davis tuvo una idea y desarrolló un método que cambió el jazz de manera sustantiva. Para ello supo rodearse, entre otros, de músicos de la talla de Herbie Hancock (1940), Ron Carter (1937), Tony Williams (1945-1997) y del mismo Shorter en su mencionado segundo quinteto. Carter definió el papel del contrabajo con igual eficiencia pero diferente visión a la de Charlie Haden. Desde una óptica africanista, Hancock, como multiinstrumentista, abarcó todo el arco de músicas de raíz negra para llegar todavía más lejos. Y Shorter afiló su arte para expresarse sin cortapisas y entender así la música como una realidad dinámica, sin fronteras.

En 1976, en el festival de Montreux, tocando en Weather Report. Foto: Andrew Putler / Redferns (Getty Images)
En 1976, en el festival de Montreux, tocando en Weather Report. Foto: Andrew Putler / Redferns (Getty Images)

Mientras Miles prefirió la síntesis y luego un largo paréntesis, el saxofonista se inclinó por la expansión. A partir de esa convicción, Shorter –autor de la pieza “Nefertiti” que abre el álbum de título homónimo de Davis– consiguió un éxito rotundo en un campo minado como era juntar el jazz y el rock. Lo hizo junto a otro visionario, el teclista austriaco Joe Zawinul (1932-2007), coautor junto a Davis del tema “In A Silent Way / It’s About That Time”. La solución no era sumar individualidades, sino fusionar los dos géneros observados desde distintos enfoques y obtener así una lectura fluida de ambos. El resultado fue Weather Report, concebido como un supergrupo, en especial con la incorporación del malogrado bajista Jaco Pastorius (1951-1987). Con la perspectiva que da el tiempo, el grupo respondió más al concepto de una plataforma sonora o la de un laboratorio de ideas musicales sin prejuicios. El éxito popular no se hizo esperar. La idea, participada por Wayne Shorter, fue una de las bandas sonoras de los años setenta y parte de los ochenta. Las discrepancias, las giras y los egos tumbaron el invento. Acercarse a esas grabaciones es como recibir una refrescante ducha de vitalidad.

Como saxofonista, compositor y director de orquesta, Wayne Shorter –doce veces ganador del premio Grammy– fue distinguido con innumerables galardones. Destacan en 2013 el Lifetime Achievement Award del Thelonious Monk Institute Of Jazz. En 2017 el Polar Music y el Kennedy Center Honors en 2018. Su último premio Grammy llegó este mismo año por los solos improvisados de "Endangered Species", tema incluido en “Live At The Detroit Jazz Festival” (Candid, 2022). ∎

El movimiento constante de un creador

WAYNE SHORTER
“Speak No Evil”
(Blue Note, 1966)

El saxofonista da carpetazo a dos sambenitos: ser considerado un acólito más de John Coltrane y que el pianista McCoy Tyner, entonces en el quinteto de “Trane”, era quien mejor se ajustaba a la música de Shorter. La confianza del saxofonista en la lírica cromática de Herbie Hancock y el contrapunto de Ron Carter desmienten esos prejuicios. Temas como Fee-Fi-Fo-Fum, un ejemplo de bebop de vanguardia, o “Wild Flower”, una balada con acentos angulosos, lo contradicen. Un cinco estrellas en toda regla. Una creatividad que alcanzó su primera cima con “JuJu” (Blue Note, 1964).

WEATHER REPORT
“8:30”
(ARC-Columbia, 1979)

La aventura del grupo se abre con material propio de la etapa postrera con Miles Davis en “Weather Report” (CBS, 1971), otro cinco estrellas. Dan un salto hasta la brillantez compositiva de “Birdland”, de Zawinul, en “Heavy Weather” (CBS, 1977), de nuevo un cinco estrellas, considerado por muchos como el mejor álbum de jazz fusión. El combo también sabe expresarse en directo. Este doble elepé capta en el Civic Auditorium de Santa Mónica a un Jaco Pastorius –deslumbrante en el álbum “Black Market” (1976)– lanzado a tumba abierta en “Teen Town” y en “Slang” vía Jimi Hendrix. Mientras, el batería Peter Erskine muestra su capacidad rítmica en el medley “Badia / Boogie Woogie Waltz” y Shorter se exhibe en “Thanks For The Memory”. Joe Zawinul y Wayne Shorter protagonizan un emotivo “The Orphan”, tema de estudio recogido en la última cara del doble álbum original. En 2015 se publicó el notable cuádruple álbum “The Legendary Live Tapes: 1978-1981” (Columbia-Sony Legacy), con material inédito.

WAYNE SHORTER - TERRI LYNE CARRINGTON - LEO GENOVESE - ESPERANZA SPALDING
“Live At The Detroit Jazz Festival”
(Candid, 2022)

En 2017 Wayne Shorter era músico residente en el Festival de Jazz de Detroit. Estaba programado para actuar en tres ocasiones: la primera, con su cuarteto. La segunda sesión es el corpus de este doble álbum. Y la tercera actuación no se celebró a causa de la meteorología. La sorpresa fue que sonara tan fresco. Genovese, que sustituyó a Geri Allen (1957-2017), fallecida poco antes del concierto, da cobijo al cuaderno musical del saxofonista. La contrabajista Esperanza Spalding, que también ejerce de cantante, se luce en los contrapuntos. Y Carrington fusiona el post-bop con breaks de sabor funk. Temas extensos se balancean de manera fluida entre la profundidad expresiva del cuarteto y el color de las composiciones, como ocurre en “Someplace Called ‘Where’” y “Endangered Species”. 

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