“Si pudiese escoger una reencarnación, sería sin duda la de Lou Reed en femenino”. Foto: Xulio Gil
“Si pudiese escoger una reencarnación, sería sin duda la de Lou Reed en femenino”. Foto: Xulio Gil

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Xela Arias: a la intemperie por el lado salvaje

El Día das Letras Galegas 2021 homenajea hoy a la poeta Xela Arias (1962-2003), creadora en las fronteras con las artes plásticas, la fotografía y la música, cuya obra, aún inédita en castellano, resuena cada vez con más fuerza.

Bajo la corteza de la poesía gallega del cambio de milenio se mueve una placa tectónica llamada Xela Arias (Sarria, 1962-Vigo, 2003). El dictamen de la Real Academia Galega que informó del homenaje a esta poeta, editora y traductora con motivo del Día das Letras Galegas 2021 definió la voz poética de la quinta mujer escogida frente a 56 hombres como “singular, transgresora, sincera y comprometida”. Un acto institucional celebra la efeméride el 17 de mayo, por la fecha de publicación de “Cantares gallegos” de Rosalía de Castro, obra que marcó el Rexurdimento cultural gallego del XIX, y la celebración se desgrana a través de múltiples actividades programadas durante todo el año.

Esta es distinta. La fiesta de Xela Arias, de hecho, comenzó tiempo atrás con la reivindicación de las autoras de generaciones posteriores, cuyos rasgos anticipó en gran medida. Más allá de los libros y documentales más o menos predecibles, brotan discos y concursos de canciones con sus versos, acciones escénicas, murales callejeros, plazas con su nombre, conversaciones indexadas en las redes sociales. Así que, a tenor del volumen torrencial de producciones conmemorativas de todo tipo promovidas no solo por el sector cultural, las administraciones públicas, los medios de comunicación y las comunidades escolares –que constituyen los agentes habituales del acontecimiento–, sino también por colectivos sociales, particulares a título individual y hasta una cadena de supermercados, la palabra libre de Arias ha vuelto para quedarse.

Retrato inédito que le hizo su pareja. Foto: Xulio Gil
Retrato inédito que le hizo su pareja. Foto: Xulio Gil

Contra el pronóstico desfavorable de las restricciones de aforo y de movilidad, la diversidad y entusiasmo de las contribuciones al conocimiento y divulgación de la poeta viguesa va camino de superar el nivel de popularización registrado cuando, en 2011, el homenajeado fue Lois Pereiro (Monforte de Lemos, 1958-A Coruña, 1996), poeta punk ascendido a clásico. Actualmente, en Galicia, una camiseta estampada con cualquiera de los retratos ya icónicos que le hizo su pareja, el fotógrafo Xulio Gil, en blanco y negro y cazadora de cuero, rivalizaría en Instagram y TikTok con las de la celebérrima portada del disco de Joy Division que tanto le gustaba a Arias. Entre otras cosas, como dar un paso más hacia la normalización de la perspectiva de género, las Letras Galegas ya sirven para que la autora sea leída por la gente más allá de los cánones que ella misma detestaba.

En el fondo, urbana y nocturna, crítica con los prejuicios y exploradora valiente de las contradicciones íntimas. Y, en la forma, creadora de un “lenguaje que rompe y construye al mismo tiempo”, según su editora, la filóloga María Xesús Nogueira. A la vez que retuerce la colocación pronominal, alumbra palabras nuevas. A la vez que publica cuatro poemarios, es poeta en fotografías, discos y lienzos. Su energía creadora multiplicó los alcances de una personalidad audaz, moldeada en la efervescencia de la movida viguesa. La palabra no le bastaba. Escribió canciones, posó desnuda para un libro que firmó con Gil de fotografías y poemas, colaboró con pintores y artistas gráficos, se posicionó en la defensa del idioma gallego, el apoyo de la causa Palestina y la denuncia de la catástrofe del Prestige.

La reedición actualizada de “Intempériome” (2003), el último poemario de Arias.
La reedición actualizada de “Intempériome” (2003), el último poemario de Arias.

“Coma un fío de auga quixeras atravesalo todo” (“Como un hilo de agua quisieras atravesarlo todo”) podría ser un epitafio, y es un verso de “Intempériome” (2003), el último poemario de Arias que la editorial Xerais reedita ahora acompañado de un disco en el que el músico Fernando Abreu remata el trabajo que quedó interrumpido por el infarto que se la llevó con 41 años. La poeta, que en los 90 había escrito letras en castellano para el grupo de rock vigués Desertores, emprendió el tercer intento de hallar una música para acompañar sus recitados, seducida por la idea de dotar de carácter performativo su puesta en escena, como las de su colega y amigo Carlos Oroza, pero a su manera. Tras probar con partituras de Alberto Conde y Antón Pulido, Arias acordó trabajar con Abreu desde la improvisación libre. Él tuvo el acierto de grabarla recitando y aquella herramienta de trabajo es ahora un documento histórico de una mujer que se negó a que los libros fuesen “cadáveres en la estantería”, y que se atrevió a caminar a la intemperie por el lado salvaje cuando sus contemporáneos fabulaban sobre búcaros con flores. Lo dejó claro en cada verso y se lo dijo a Manuel Rivas en una entrevista de 1990: “Si pudiese escoger una reencarnación, sería sin duda la de Lou Reed en femenino”. ∎

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