Contenido exclusivo

Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.

Inicia sesión
https://assets.primaverasound.com/psweb/qo1hbnspobv7ll60iqry_1626708823843.jpg

Firma invitada / Otres

En la tierra de NOPE

20. 07. 2021

U

no de los proyectos más recientes de la artista John Yuyi fue una cartelera en Denver (Colorado) –concretamente, en el cruce entre 16th St. y Arapahoe St.– en la que aparecía John con el siguiente texto escrito en su rostro: I am an artist. I am not a female asian artist (Soy una artistaNo soy una artista mujer asiática”). Probablemente, se trataba de una referencia al artista Jean-Michel Basquiat, quien dijo algo parecido, que no era un “artista negro”, sino “un artista”. A John le parecía interesante cómo a ella se la presentaba en países occidentales como una mujer asiática, mientras que a los hombres blancos cisheteronormativos se les introduce como artistas per se.

A raíz del proyecto de John Yuyi, empecé a contar todas las veces que se me ha introducido (además de las veces que me he presentado a mí mismx) como unx artista disidente sexual, de género de la diáspora taiwanesa. En mi caso, me presento de esta manera, ya que, como bien dicen, “lo que se nombra construye realidades”, pero también entiendo a lxs artistas que deciden no hacerlo, ya que no nombrarlo no implica negar en ningún momento nuestras identidades ni niega que seamos sujetos que sufren el racismo institucional. Somos conscientes de ello porque lo vivimos desde nuestras propias carnes, y directamente o indirectamente, en mi opinión, estas experiencias vitales van a verse reflejadas en nuestras obras porque se trata de nuestra realidad.

Sin embargo, a lo largo de mi carrera, me he dado cuenta de que el hecho de que te presenten así, sobre todo desde una mirada hegemónica cisheteronormativa y blanca, implica una presión por cumplir ciertas expectativas de las cuales en ningún momento he decido hacerme cargo ni soy la persona acertada a quien exigirle esa responsabilidad, ya que son creadas desde la white gaze cisheteronormativa. Un ejemplo muy claro es la creencia que sea sinólogo por el mero hecho de ser unx artista que, además, es racializadx de la diáspora taiwanesa, o sentir la presión de mostrar una transparencia y vulnerabilidad a la hora de compartir mis vivencias, muchas veces ligadas a traumas producidos por el racismo institucional o la LGTBIQA+fobia que sufrimos día tras día. Somos dueñxs de nuestras experiencias vitales, y no tenemos por qué compartir esa transparencia y vulnerabilidad que muchas veces se nos exige y que a muchxs otrxs artistas no, y que si se hace, es una muestra de generosidad por parte de lx artista.

Hace poco le pregunté a un conocido taiwanés por más referencias de cantantes taiwanesxs que además fueran disidentes sexuales, de género, a lo que me respondió que “no había”. Fue una respuesta que me sorprendió, considerando que, a pesar de que no hayan tantos referentes en comparación con artistas cisheteronormativxs, sí que existen.

Por ejemplo, está Utjung, cantante, intérprete taiwanesx paiwan, que fue galardonadx por su interpretación en la película “阿莉芙 Alifu, The Prince/ss” (Wang Yu-lin, 2017)), en la que interpreta a Alifu, unx personaje trans indígena. Está 潘PAN, también conocida como Pan Wei Ju y anteriormente conocida como Aristophanes, artista que trata temas relacionadas con las relaciones sexoafectivas y al feminismo.

Está Chen Jia-wei, conocido por su nombre escénico HUSH, que desde el 2012 ha estado activo en la industria de la música. HUSH es conocido por temas como “同一個答案”, que, traducido directamente al español, significa algo así como “La misma respuesta”; esta canción fue escrita en 2015, cuatro años antes de la legalización del matrimonio igualitario en Taiwán, denunciando, en este caso en concreto, la homofobia institucional en Taiwán. O artistas que han aparecido a lo largo de estos últimos años, como NIO, Formosa Romance, Diamond Tigerz, Yu Chengda o Love Bettyapple.

Al mencionarle estxs artistas, mi conocido me respondió que, bajo su punto de vista cis heteronormativo, no eran “lo suficientemente ‘queer’”, ya que, desde su mirada (hegemónica), no trataban directamente con temas relacionados a la LGTBIQA+fobia institucional.

Desde aquel entonces entendí a qué se referían Basquiat y Yuyi. El problema yacía en las expectativas construidas desde la mirada hegemónica de lo que unx artista disidente sexual, de género, racializadx debería ser.

“En realidad”, le respondí a mi interlocutor, “el mero hecho de que estemos ocupando un espacio que no solemos ocupar y hagamos lo que queramos hacer ya es un acto político”.

Como dice el Manifiesto NOPE de E. Jane, “No soy una artista de identidad solo porque sea una artista negra con múltiples yoes. No estoy lidiando con las nociones de identidad y representación en mi arte. Estoy lidiando con la seguridad y el futuro. Nos encontramos más allá de preguntarnos si deberíamos estar en la habitación. Estamos en la habitación. También estamos muriendo a un ritmo acelerado y necesitamos un futuro sostenible… No estoy preguntándome quién soy. Soy una mujer negra y expansiva en mi racialidad y mi ‘queerness’. Nada de esto es tan simple como ‘identidad y representación’ fuera de la mirada colonial. Rechazo la mirada colonial como mirada principal. Estoy fuera de ella en la tierra de NOPE”. ∎

Compartir

Contenidos relacionados