Contenido exclusivo

Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.

Inicia sesión
https://assets.primaverasound.com/psweb/lh5we34mfdwc3o2hfue7_1648473651171.jpg

Firma invitada / Cuarto creciente

El Cuaternario según S. T.

29. 03. 2022

E

n el Pleistoceno todos los bares tenían el tigre al fondo a la derecha y un viaje a Vigo duraba más de media jornada; salieras de Barcelona o salieras de Monforte te iba a dar lo mismo. Yo salía de Madrid porque allí somos todos así de chulos, y cuando llegaba estaba tan muerto de hambre que llamaba al batería de Siniestro Total para que me echara de comer. Los demás miembros de la banda, que venían servidos de casa, nos observaban engullir pulpitos encebollados o callos con garbanzos y, cuando pedíamos el primer gin-tonic, saltaban los tres como un solo resorte para unírsenos. De esta guisa se nos iba soltando la lengua hasta que la cháchara se hacía insoportable para los demás clientes. En ese instante, anticipándonos a cualquier contratiempo y sin mayor demora, trasladábamos nuestras posaderas hasta el Kiosco das Almas Perdidas, donde nosotros, vosotros e incluso ellos constituíamos un mismo ente amorfo e impredecible. Julián Hernández, que así decía llamarse nuestro inquieto aporreador de parches, organizó el primer concierto de Los Enemigos fuera de Madrid y ejerció de valedor nuestro ante la discográfica independiente GASA, entonces subsidiaria de DRO y ahora integrada no sé si en Warner o en Panrico.

Establecimos un sofisticado código para comunicarnos a distancia que incluía estrambóticos aparatos de radio, cintas de casete y discos de vinilo. Intercambiábamos información mediante este ingenioso sistema y lo que nos ahorrábamos, un servidor en viajes a dedo y él en astronómicas minutas, lo invertíamos en pantagruélicos rituales allá donde el destino tuviera a bien reunirnos. Se portó bien el destino, de manera que pudimos intercambiar también bastante información, aunque un tanto más abstracta y dispersa que la otra, en innumerables ocasiones esparcidas a la buena de dios por nuestra abrupta y desquiciante orografía. Dicen que fue duro, el Pleistoceno. No diré yo que no, pero si hoy puedo afirmar que se me pasó en un suspiro y descojondriao de la risa es gracias, entre otros pocos elegidos, a Siniestro Total.

La llegada del Holoceno nos pilló la mar de entretenidos entre juicios, indisposiciones, divorcios, cambios de personal y revitalizadores proyectos. Sin embargo, conseguimos hacernos con él a base de aplicarnos la máxima “ante todo mucha calma” con rigurosidad y continuamos escribiendo canciones sin tregua ni cuartel. Con ellas bajo el brazo nos pasamos por la entrepierna el compact disc, las multinacionales, las plataformas digitales, las redes sociales, la crisis financiera, el regreso de las bases pregrabadas y el advenimiento del gin-tonic con pepino. Que por cierto se marchó por donde había llegado, probablemente el mismo infierno que la veintena larga de reencarnaciones de la posmodernidad que tuvieron la desfachatez de pasear sus palmitos por delante de nuestras venerables narices.

En estas que con el Antropoceno hemos topado. Y parece que va en serio, entre otras cosas porque los chicos de Siniestro Total han decidido echar el cierre. A mí me parece muy bien, cada uno a lo suyo. Pero no desaprovecharé esta ocasión para deciros que nos dejáis un poco huérfanos, cabrones. A todos los fans. Pero sobre todo para daros las gracias por estas dos eras de grandes canciones, conciertos y risas. ¿Casualidad? No lo creo. Germán, Julián, Miguel, Javier, Alberto, Segundo, Óscar, Ángel y Jorge. Los putos amos. ∎

Compartir

Contenidos relacionados

Josele Santiago

La importancia
FIRMA INVITADA / Por Josele Santiago → 10.01.2023

Josele Santiago

Estampas de la edad madura
FIRMA INVITADA / Por Josele Santiago → 15.02.2022

Josele Santiago

Normal es suficiente
FIRMA INVITADA / Por Josele Santiago → 11.11.2021