Contenido exclusivo

Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.

Inicia sesión
https://assets.primaverasound.com/psweb/ynq048p8vzp4vjuse5sw_1670924066742.jpg

Firma invitada / Cuarto creciente

La importancia

10. 01. 2023

M

e encantaría charlar un rato con el pastor, pero hoy voy con mi perro y me limito a saludar desde lejos porque no quiero que coja garrapatas. Si yo fuera una garrapata y viviera en una cabra no resistiría la tentación de tomarme unos chatos en el lomo de un perrete sano y bien nutrido. Menuda diferencia. Uno de los tres perros encargados del rebaño, supongo que el oteador, se nos acerca, nos olisquea y, tras un reconocimiento de lo más profesional, vuelve tranquilo al tajo seguro de que no suponemos ninguna amenaza. Elmo y yo lo miramos alejarse como si acabásemos de conocer a Albert Einstein. De alguna manera nos acaba de explicar la teoría de la relatividad aplicada a las garrapatas. Porque seguro que esta talentosa bestezuela va petá de ellas. Espero que ninguna se haya animado a dar el salto.

Después del prudencial rodeo, seguimos avanzando por la ribera del río y, después de un par o tres de kilómetros incomodando a los patos, las garzas, las garcetas y vete a saber a cuántos inquilinos de los cañaverales más, me convenzo de que por esta orilla no hay accesos a la ciudad. Me remango los pantalones y una felicidad superlativa se apodera de Elmo mientras chapoteamos por el cauce hasta la otra orilla, donde he divisado alguna que otra rampa de subida.

Ya puestos, ascendemos por la Serralada de la Marina, que está a dos pasos de aquí, a dar un garbeo entre los pinos, las encinas y los omnipresentes cañaverales. Algún conejillo sale despavorido a nuestro paso y a veces nos cruzamos con un faisán que, impávido, se pavonea delante de nosotros, aunque hoy no se ha presentado. Las ardillas corretean por todas partes y seguimos sus divertidas evoluciones. Elmo se queda un rato observando una fila de hormigas y al final decide esnifárselas. A ver si eso que dicen de que se acaban por parecer a los dueños va a ser verdad.

Una fuente sin agua es algo muy triste. Pasamos delante de varias y nos está entrando una especie de melancolía que, mira, lo mejor que hacemos es volvernos a casa antes de que vaya a más. Por el camino nos detenemos en la Ermita de Sant Pere y aprovecho para rezar un rato. Sí, rezar. Ni Elmo ni yo sabemos a quién ni para qué. No pido nada, qué cojones voy a pedir yo. Pero me reconforta, así que entro en la capilla y lo hago mientras este estornuda hormigas sobre las sabias y venerables piedras que la protegen. Hoy no está el cura, que viste sotana y a veces hasta un sombrero de estos de cura (excelente novela: “Il cappello del prete”, de Emilio de Marchi), así que hoy no vamos a cruzar unas palabrejas. Lástima, porque yo no sé otros, pero el don del verbo lo tiene. Cuando nos hartamos de contarle nuestras cosas a nadie, emprendemos el regreso a casa.

Nos volvemos a cruzar con el pastor y nos saludamos levantando nuestras varas. Ya en el pueblo pasamos por delante de unas cuantas tascas. Me encantaría entrar a reírme de todo con los amigotes, pero el vino ya no me sienta bien y, qué quieres que te diga, no es lo mismo. No es ni por asomo una tragedia. Pero no es lo mismo, coño.

Todas estas palabras carecen de importancia. La importancia es una mierda. Y déjame decirte que si piensas que no pintan nada en una revista especializada en música creo que estás equivocado. Porque las canciones siempre están mucho más cerca de lo que crees y empiezan mucho antes de sentarte al piano o a tocar la guitarra. Elmo se ha dormido. Voy a sacar mi guitarra de su funda. ∎

Compartir

Contenidos relacionados

Josele Santiago

El Cuaternario según S. T.
FIRMA INVITADA / Por Josele Santiago → 29.03.2022

Josele Santiago

Estampas de la edad madura
FIRMA INVITADA / Por Josele Santiago → 15.02.2022

Josele Santiago

Normal es suficiente
FIRMA INVITADA / Por Josele Santiago → 11.11.2021