Después de haberse arrimado a los preceptos de la morentiana cósmica al lado de Exquirla, Niño de Elche retoma la senda espacial de su discurso afinando, y mejorando, el resultado de dicha aproximación mediante su alianza con Los Planetas en
Fuerza nueva. De esta suma ha surgido una reinvención del cancionero popular basada en la obsesiva sombra de una versión aflamencada de Spacemen 3. Si a esto le añadimos un aura inequívocamente religiosa, lo que brotan son frutos tan excepcionales como
“Mariana” o su remodelación del himno de Andalucía, ese
“Santo Dios”.
Las ocho canciones que integran este trabajo orbitan alrededor de este eje, del cual destacan piezas como
“Canción para los obreros de Seat”, en la que, más allá de lo polémica que pueda resultar para quien la interprete de forma interesada, rehacen “Els segadors” a través de la mirada crítica del situacionista francés Guy Debord. Otro pináculo que no debería pasar inadvertido es
“El novio de la muerte”, su versión del himno de la Legión, donde la facción planetaria impone totalmente su caligrafía. En realidad, no sobra nada en tan emotiva recreación de las enseñanzas impartidas por el maestro Morente, de las cuales surge este grupo nacido con la intención de musicar los surcos de nuestra tradición por medio de una representación sin amarres del misticismo sacro. ∎