Desde el pasado otoño, Bonnie Prince Billy y Bill Callahan han matado el tiempo pandémico juntando fuerzas de nuevo, y han ido publicando una serie de versiones conjuntas –de momento veinte– en las que han invitado a colaborar a algún amigo: Sean O’Hagan en “Wish You Were Gay” (Billie Eilish), Bill MacKay en “Deacon Blues” (Steely Dan) o Cassie Berman –esposa de David– en “The Wild Kindness” (Silver Jews), entre otros. Sin duda tiraremos cohetes cuando las publiquen juntas en un álbum.

El primer párrafo viene a cuento porque, entre esos otros, también participa Matt Sweeney en “O.D.’d In Denver” de Hank Williams Jr. Quince años han transcurrido desde la aventura de “Superwolf” (2005) en la que se embarcaron Matt y Will Oldham. La buena relación entre ellos ha continuado durante todo este tiempo –Sweeney aparece en unas cuantas grabaciones de Oldham– hasta que han decidido reunirse otra vez en plan licántropo para grabar la secuela.

Durante la primera mitad de “Superwolves” exhiben músculo en distintas variantes. Guitarras ululantes y retorcidas con capacidad para morder en luna llena (“Make Worry For Me”), arpegios oxidados (“God Is Waiting”), muestras de lo bien que llevan su sociedad musical con jugosos diálogos de guitarras (“Shorty’s Ark”), un desarrollo de seis minutos con crescendos intensos (“I Am A Youth Inclined To Ramble”), e incluso en “Hall Of Death” filtran el folk anglosajón al ponerle chilaba subsahariana con el bucle envenenado de miembros de la banda de Mdou Moctar.

La segunda parte se compone de ocho canciones cortas –ninguna alcanza los tres minutos– donde su concreción se pone a prueba con notable. Predomina la fragilidad (“My Body Is My Own”), en buena parte edificada sobre acústica (“My Blue Suit”, “You Can Regret What You Have Done”), con otros momentos interesantes como el fingepicking que abraza en “Resist The Urge” o el blues de soledad punzante de “There Must Be A Someone”, dejando la sensación de que la sensibilidad dolorosa de Oldham no ha querido imponerse a las texturas ideadas por su compañero. Lobos de la misma manada reencontrados que no se hieren entre sí. La caza es un trabajo de equipo. ∎