Nueva Orleans como estado de ánimo, catarsis vital, goce de sensaciones. The Big Easy. El contagio de una ciudad especial que vive en una permanente y plena exuberancia musical. Gracias a ese fonky old gumbo tan característico, su pálpito –único– siempre se ha expresado a través de un mestizaje que parte de un rhythm’n’blues sin frontreras estilísticas y rebosa pasión por los ritmos no puros, ya sean blues, jazz, rock, funk, soul, zydeco, ragtime, cajun o el que procuran las brass bands.

Como consecuencia de la devastación que provocó el Katrina en agosto de 2005, Nonesuch publicó ese mismo año el CD benéfico “Our New Orleans 2005. A Benefit Album”, mayestático CD –para quien ame la música sin ataduras– que recogía dieciséis tributos, a cual mejor, al imaginario musical de un enclave eterno para el melómano universal. Por ahí desfilaron –radiantes, impecables, orgullosos, también tristes, aunque esperanzados– ALLEN TOUSSAINT (por partida doble), DR. JOHN, IRMA THOMAS, DAVELL CRAWFORD, BUCKWHEAT ZYDECO, DR. MICHAEL WHITE, THE WILD MAGNOLIAS, EDDIE BO, DIRTY DOZEN BRASS BAND, CAROL FRAN, BEAUSOLEIL, PRESERVATION HALL JAZZ BAND, CHARLIE MILLER, THE WARDELL QUEZERGUE ORCHESTRA y RANDY NEWMAN. Magníficos temas grabados en septiembre y octubre, a un mes y a dos de la tragedia que asoló Nueva Orleans; el cadáver de la ciudad todavía caliente: e-mo-ción. Un texto de Richard Ford enriquecía la cuidada ofrenda.

En 2021, reeditado, se ha publicado por primera vez en LP, doble en este caso, y se han añadido cinco temas más a los dieciséis ya conocidos, todos de la misma cosecha: octubre de 2005 (Katrina muy presente). Davell Crawford, Dr. Michael White, Dr. John, The Wardell Quezergue Orchestra y un “Let’s Work Together” de Buckwheat Zydeco con RY COODER transmiten las mismas sensaciones que ya reflejaba, prodigioso, el corpus de la edición original. Esto es bárbaro desde el inicio, con la positividad que transmite Toussaint en su “Yes We Can Can” –el tema que compuso para The Pointer Sisters en 1973–. Y de ahí, hacia arriba, siempre. Se puede, sí.

La pura esencia de Nueva Orleans se conjura en estas interpretaciones gloriosas, contextualizadas en un momento histórico único, con la afectación personal sobrevolando las canciones. Y, a pesar de que es tristísimo comprobar que, en estos más de quince años transcurridos desde entonces, han muerto nueve de los artistas que participaron, de una manera u otra, en este proyecto de superación –Eddie Bo, John Brunious (Preservation Hall Jazz Band), Buchwheat Zydeco,“Big Chief” Bo Dollis (The Wild Magnolias), Dr. John, Joel Dorn (coproductor del “What A Wonderful World” de Louis Armstrong interpretado por The Wardell Quezergue Orchestra), Wardell Quezergue, Allen Toussaint y Hal Willner (productor aquí de Dr. John, Charlie Miller y Davell Crawford)–, este “Our New Orleans 2005” merece ser escuchado de nuevo como una fiesta de celebración, como un entierro alegre y una prueba de amor al poder curativo de la música –densa pero volátil, caliente, sabrosa, sexual, nocturna, callejera–. Alimenta el alma, muda lo canalla en carisma distintivo, convierte lo profano en sagrado y transforma lo simple en trascendente. Para siempre. ∎