Erik Urano / Merca Bae. Fotos: Juan Carlos Quindós / Vladyslav Poshyvanyuk
Erik Urano / Merca Bae. Fotos: Juan Carlos Quindós / Vladyslav Poshyvanyuk

En portada

Erik Urano & Merca Bae

Jugando en los márgenes

Fotos: Juan Carlos Quindós  / Vladyslav Poshyvanyuk 

11.02.2022

Hoy sale el primer largo conjunto de Erik Urano y Merca Bae. “Qubits” es una amalgama de rap y electrónica oscura absolutamente original y adictiva. Las claves para haber firmado la que sin duda es una de las obras más interesantes de este año que empieza son el respeto que se profesan y la buena comunicación que ambos artistas mantienen.

E

l cúbit se usa para la computación y se diferencia del bit en que contiene los dos valores necesarios para programar: el cero y el uno. Que a Erik Urano y Merca Bae les gusta el lenguaje científico para titular canciones nos quedó claro con “Molecular”, pero además es el mejor título posible para su primer disco: electrónica que toca todos los estilos y muy orientada a la pista de baile, letras que hablan de bots sin sentimientos, de pantallas que mienten, asfaltos digitales y hasta guiños al anime de “Akame ga Kill!” (2014).

Si Urano está especialmente inspirado en las rimas, Merca Bae –conocido, entre otras cosas, por su trabajo como DJ en el espectáculo Bad Gyal Soundsystem– no le va a la zaga con unos beats que beben del grime británico, del dancehall y hasta de su propia interpretación del drill. El resultado es un disco único, que es imposible sacarse de la cabeza y que invita a bailar o a pasear por esas calles vacías, frías y distópicas que muestran muchas urbes al caer la noche.

Hablamos con ellos vía Zoom. Merca Bae nos atiende desde Salamanca y Erik Urano desde Valladolid. Pese a esa distancia física, transmiten una complicidad y un respeto por el trabajo del otro que explica por qué “Qubits” (Sonido Muchacho, 2022) suena como lo hace.

Ya habíais trabajado juntos antes en el álbum “Neovalladolor” (2020) de Erik (bajo el alias Flat Erik), concretamente en la canción “Molecular”, que se publicó como sencillo a finales de 2019. ¿Cuándo os decidís a grabar un largo?

Erik Urano: Fue a raíz de “Molecular”, que sentó el precedente. Y sí que es verdad que yo tenía ganas de alargar además en lo musical el concepto que me desprendió ese tema y, como estábamos trabajando y Merca me iba enviando música y demás, nos dio pie al disco.

Merca Bae: Sí, la idea al principio era hacer un EP de cuatro temas que no tuviesen mucho que ver entre sí, porque yo iba haciendo instrumentales y trabajando en tracks que le iba pasando a Erik. Y Erik me decía “me encantaría hacerme algo” o “me encanta este ‘beat’ en concreto”. Pero no había un concepto ni una estética muy marcada y, al final, fue un cúmulo de instrumentales que fui haciendo y, obviamente, Erik me decía “esto me gusta”. Después de unos meses y tantos sonidos y beats, ya iba teniendo como una línea y al final surge, pero fue como espontáneo.

Erik Urano: Sí, muy natural.

Merca Bae: Sí, muy casual. Fue “pues al final tenemos 15 ‘beats’ que son muy guays, vamos a sacar algo”.

Erik Urano: Además, él me pasaba mucho material en lo conceptual y en lo musical y todo fue encajando. Y al final ha quedado una movida muy ecléctica con muchos estilos, pero que está todo muy metido en la misma ropa.

Erik Urano, disco más colorido y con más matices.
Erik Urano, disco más colorido y con más matices.


De hecho, en el disco se notan los estilos de cada uno, pero a la vez está muy bien aunado. Habéis logrado una voz común e imagino que dar con un lenguaje con el que los dos os sintierais cómodos habrá sido lo más complicado, ¿no?

Erik Urano: Sí, con “Molecular” me pasó mucho eso, que para ser el primer tema que hacíamos tiene una identidad muy propia, y eso que la base no era ni para mí; era de una lista que tenías ahí en el SoundCloud, ¿te acuerdas?

Merca Bae: Sí, sí.

Erik Urano: Pero a la hora de escribirlo y de editar el tema, fue como que se había creado sin quererlo una identidad propia, porque en el fondo si “Molecular” la metiéramos en el disco, iba a cuadrar.

Merca Bae: Claro, el concepto base fue “Molecular”, que es de 2019, y por mi parte ese beat es de 2017. Y también me he notado yo mismo la evolución a la hora de producir, pero, como dice Erik, ese tema podría encajar en la amalgama de tracks y de estilos distintos que hemos sacado en este disco. Uno de los temas del disco, “Looper”, también lo hice en torno a 2017 y tiene esa esencia y esa oscuridad de “Molecular”.

Por cierto, es bastante oscuro, pero con muchos guiños a la electrónica de los primeros dosmiles. No sé si ha sido deliberado u os ha salido así.

Merca Bae: Por la parte que me toca a mí, hay una influencia muy grande de Inglaterra porque hay UK garage, hay dubstep, hay breaks de jungle, hay dancehall más clubero…

Erik Urano: Lo que ocurre con el disco es que aúna la electrónica que nos mola y, de alguna manera, pasa todo por ese filtro. Y lo que me pasa con este disco es que, como suelo hacer discos bastante oscuros, este lo veo más colorido. Y lo que me mola de haberlo hecho con él es que le veo más matices.

Merca Bae: Eso también lo intentamos reflejar un poco a la hora de hacer la portada, porque, de entrada, a lo mejor ves las referencias que tiene Erik y las que tengo yo y lo primero que se te ocurre es hacer una portada negra. Intentamos salirnos un poco de ahí, intentamos darle al menos un toque de color a lo audiovisual.

En las letras también hay mucha crítica al mundo digital y al postureo de internet. Y no sé si viene exacerbado por estos dos años de pandemia, que todo ha sido online, o es un hartazgo general con las redes sociales.

Erik Urano: Sí, va un poco por ahí, aunque es la línea narrativa que ya venía trayendo el anterior disco, y este lo hicimos entre finales de 2020 y 2021. Y es verdad que en ese momento esto se ha visto potenciado. Es un poco más la crítica al comportamiento humano en esos entornos digitales que a los entornos digitales en sí, porque tampoco es que sea “tecnofóbico”, pero al final no deja de ser un alimento de egos y estamos todos ahí pulsando el botón para que salga el azúcar.


“Nosotros, más que un punto de mira, buscamos una calidad en lo artístico y una trascendencia estilística. Y todo lo que no nos puede aportar la industria nos lo aporta lo artístico”

Erik Urano


Y, para componer, ¿os pudisteis reunir físicamente, lo hicisteis cada uno en su espacio?

Merca Bae: Pues ha sido un proceso creativo a la par, pero a la vez muy individual, porque Erik ha respetado totalmente la parte instrumental y yo he respetado sus letras al cien por cien, y al final solo hemos cambiado la estructura de dos temas. Obviamente, ha habido muchos descartes, pero todo ha sido a distancia; yo le mandaba los beats, él escribía las letras y después, en noviembre de 2020, nos sentamos  para grabar las primeras referencias…

Erik Urano: Sí, en casa, en un fin de semana.

Merca Bae: Sí, grabamos prácticamente todo el álbum y después ya nos volvimos a juntar en 2021, en marzo o abril, para grabar en el estudio con Harto Rodríguez las versiones finales.

Erik Urano: Yo, la verdad, es que suelo trabajar siempre así, soy muy de que me manden la música, le doy vueltas durante días o semanas y voy escribiendo. Así que ha sido muy natural, porque él me iba pasando la música y yo respetaba la música, y él las letras. Lo único que no hemos respetado ha sido por sumar, para mejorar el resultado, matizando estructuras…

Merca Bae: Yo también trabajo solo casi siempre. Incluso en colaboraciones con otros productores normalmente ha sido con gente de otros países y, al final, juntarse en un estudio es supercomplicado. Así que esa dinámica para mí es muy cómoda.

Los dos sois rara avis dentro de la escena española: vais por libre y no es fácil haceros encajar en ninguna parte. ¿Os sentís cómodos con esa situación?

Erik Urano: Para mí supone un hándicap…

Merca Bae: A nivel industria…

Erik Urano: A nivel industria, mercados, números… pues al final, oye, somos outsiders totales. Pero creo que a la vez nos beneficia bastante porque jugamos en los márgenes y estamos cómodos ahí, haciendo una movida que no esté acotada por los estándares de lo que se esté llevando en ese momento. Evidentemente, te imposibilita estar en el punto de mira, pero nosotros, más que un punto de mira, buscamos una calidad en lo artístico y una trascendencia estilística. Y todo lo que no nos puede aportar la industria nos lo aporta lo artístico.

Merca Bae: Sí, porque sabemos que al final, ya desde el momento uno, estamos trabajando en un producto de nicho. Y cuando nos juntamos para el disco, eso lo hemos forzado aún más. Ya que llegas a ese punto en que dices “la industria no me va a apoyar, el público es muy selecto porque sabemos a qué público nos vamos a dirigir y en muchos círculos no va a entrar este proyecto”, pues lo haces bien y dices “bueno, pues apuesto a todo”. Es frustrante a nivel industria porque crees que tienes un buen producto y que al final le puede entrar bien a la gente si lo escucha. Pero es frustrante saber que no vas a llegar a equis o, si quieres vivir de la música, no ganas dinero. Yo he tonteado también mucho con lo comercial, pero no me siento tan cómodo como haciendo esto.

Merca Bae, apostando a todo.
Merca Bae, apostando a todo.


¿Te ponen más límites?

Merca Bae: En mi caso me los pongo yo mismo, porque el hecho de que ya sea un artista comercial… pues me tengo que ir a lo comercial. Pero he tenido la suerte de que, siendo underground, lo que he trabajado en lo comercial me lo han aceptado como “bueno, sabemos que vas a hacer algo más raro de lo normal, vale…”. Otras veces sí me ha tocado hacer cosas comerciales, pero he de confesar que la música comercial, dependiendo de cuál, me gusta.

Erik Urano: Oímos de todo, prácticamente. También está el detalle de que, como en cualquier tipo de arte, cuando se pretende encontrar un hueco, pues si haces una música increíble y está en todos los sitios esa música no es menos increíble por ser comercial.

Imagino que al no tener las expectativas que podrían tener otros artistas tampoco tenéis sus barreras.

Erik Urano: Sí, a ese nivel, total libertad.

Merca Bae: Y gracias a que Erik ha firmado con Sonido Muchacho, porque le deja meterse en estos proyectos. A lo mejor otro sello, por muy indie que fuese, tampoco se atrevería.

Entonces, ¿hay buena conexión con el sello?

Erik Urano: Sí, totalmente. Estoy supercontento a ese nivel porque cree en lo que yo hago, me deja libertad absoluta. Y, sobre todo, porque me demuestra esa confianza que es como si fuese la de tu madre, de “te quiero como eres”. Eso, al final, es algo muy valioso, porque yo llevo muchos años haciendo música, pero nadie había apostado por mí, invirtiendo en mis ideas y mis proyectos.


“Muchos de los estilos del disco yo los considero atemporales. Y era un poco la idea que teníamos, que no te sonase viejo dentro de tres años, porque ahora lo de hace tres años suena más viejo que lo de hace quince”

Merca Bae


¿En qué medida influye a la hora de que empezarais a hacer música el haber crecido en Valladolid y Salamanca? ¿El que allí no hubiera escena os anima a hacer lo que os habría gustado ver o escuchar?

Merca Bae: Yo empecé con el rap porque era lo que había, produciendo hip hop con colegas que rapeaban y tal, pero en internet me iba más por la electrónica, por el dancehall… Y al final, al no poderlos encontrar en tu ciudad, pues tienes que buscarlos fuera. Me convertí en una ratilla de SoundCloud y empecé a conocer estilos de música que a veces hasta eran nicho dentro del nicho. En Madrid tampoco encontraba lo que a mí me gustaba y estar todo el tiempo en internet me ayudó a abrir las miras y me animó a hacer lo que, como has dicho, me hubiera gustado escuchar o pinchar.

Erik Urano: Creo que internet ha sido para nosotros un punto de inflexión total. Para gente de provincias o chavales que están en pueblos o en ciudades más aisladas, al final es una ventana al mundo que tu propia ciudad no te puede dar en ese momento. Cuando era un chaval y escuchaba más rap español podía tener más saciado ese apetito, porque a Valladolid podían venir Violadores del Verso o gente así. Pero en el momento en que llegó internet me explotó la cabeza y empecé a ampliar las miras. Y ahí es cuando te das cuenta realmente de que aquí no tienes la infraestructura para saciar ese apetito cultural. Al final ha sido un camino muy natural, pero sin internet ni esa ventana al mundo no habríamos podido desarrollarnos igual.

Merca Bae: Yo luego me marché dos años a Londres, e incluso al saltar de Madrid a Londres el cambio fue brutal. Porque ahora en Madrid también hay cosas más interesantes, incluso dentro de lo que es el underground de mi estilo, pero cuando me marché en 2016 era otro mundo para mí. Estaba como un niño en una tienda de golosinas: salir y poder ver un line up de DJs de SoundCloud en un garito superpequeño, pues eso te cambia. Luego piensas retrospectivamente: “Vengo de Castilla y León y esto es impensable que pase allí”, y luego, cuando volví a Salamanca, he pinchado y he vaciado garitos enteros... (se ríe).

A veces las cosas más interesantes pasan también en los bares más cutres y no en los clubes más consagrados…

Erik Urano: Sí, yo creo que este disco es justo una síntesis de esto: es como música de club, pero de ciertos clubes.

Merca Bae: Sí, de ciertos clubes, y además el hecho de que el rapero sea español en unas instrumentales de este tipo puede ser curioso, porque no te vas a encontrar a alguien en un club de Inglaterra que pinche un tema de dubstep en español, pero a lo mejor aquí escuchan algo tan crudo y en español y como que les cuadra un poco.

Pero el castellano también está dejando de ser una barrera: Bad Bunny fue el artista más escuchado el pasado año en Spotify, Rosalía ha puesto a cantar a The Weeknd en español. ¿No creéis que puede haber alguien en otra ciudad a quien le interese lo que hacéis, aunque sea a nivel underground, y que el idioma no sea una barrera?

Erik Urano: Sí, yo creo que este disco puede entrar perfectamente a alguien que no hable español, o sea, ese punto exótico que puede aportar el idioma lo hace aún más exótico sobre este tipo de beats, porque desde luego no se ve por ahí.

Merca Bae: Yo creo que está más dentro de la órbita de la música electrónica, porque es algo que se puede bailar, pero luego tiene rapeos. Y está ahí, a caballo. No sé muy bien cómo enfocarlo, porque creo que puede ser muy interesante para alguien de la música electrónica, pero tampoco sé si alguien muy purista lo usaría con el español.

Erik Urano, disfrutando pero manteniéndose fiel a su paleta de colores.
Erik Urano, disfrutando pero manteniéndose fiel a su paleta de colores.


Erik, hace poco compartiste en Twitter un hilo de temas de rap español no tan conocidos. ¿Hasta qué punto han sido influencia o inspiración?

Erik Urano: Sí, son influencias no para este disco en concreto, sino para lo que llevo haciendo toda mi trayectoria, porque es gente que hacía cosas muy avanzadas en su momento y han acabado sepultadas por el tiempo y por lo que ha venido después. Me fascinan las cosas que se quedan ahí, flotando en el tiempo. Encontrar algo en 2022 que tenga años pero que siga siendo actual, o leer a Platón y decir “joder, aún tiene vigencia”... Me fascina ese rollo. Esa lista tiene gente de nicho que escuchas ahora y que sigue sonando avanzadísima.

Merca Bae: La idea también era crear un proyecto que, dentro de los estilos que manejamos, fuese prácticamente atemporal. Obviamente, todo evoluciona muy rápido y los gustos de la gente también, pero muchos de los estilos del disco yo los considero atemporales. Y era un poco la idea que teníamos, que no te sonase viejo dentro de tres años, porque ahora lo de hace tres años suena más viejo que lo de hace quince.

También puede ser un problema querer estar en esa dinámica de que todo cambia rapidísimo, a veces da la sensación de que hay gente que compone para subirse al carro de lo que está de moda; así que imagino que para vosotros a lo mejor es más fácil olvidaros de lo que está sonando y hacer vuestra propia movida.

Erik Urano: Claro, y creo que es la diferencia clave entre subirse a un carro y hacer tu carro, porque al final tu propio carro no lo puedes construir en dos días. Y la peña que quiere hacer algo en dos días pues se tiene que subir a ese carro. Pero al final, nosotros, cada uno en nuestro campo, llevamos construyendo nuestro carro mucho tiempo y hemos visto los que han pasado de moda, los actuales y cómo creemos que serán en un futuro. Pero lo que te da la identidad es hacerte tu sonido tú y eso es algo que, por mucho que quieras correr, no vas a conseguir en un período corto de tiempo. Es casi una cuestión de artesanía, de exploración y de ir buscándote a ti mismo.

Merca Bae: Yo creo que al final nos sonará viejo, pero nos sonará viejo en comparación con nuestro propio catálogo. Dentro de cuatro años yo diré que está pasado porque estaré en otra historia, pero, en cuanto a la música general, creo que no debería pasar de moda tan rápido. En mi caso, sí me he subido al carro en un tema de este disco porque cogí unos patrones de drill, que no los trabajo tanto, y los llevé a mi terreno. Pero en ese tipo de referencias sí que me fijo, porque somos susceptibles a las nuevas corrientes y las modas y uno es permeable.

Erik Urano: Y hay que ser permeable, porque hay que estar atento a lo que ocurre. Otra cosa es que luego lo pases por tu licuadora.

Tampoco va a ir uno por la vida como un burro con los ojos tapados para no ver qué pasa alrededor, ¿no?

Erik Urano: Exacto. Eso siempre me ha parecido una posición superelitista, eso se lo llevo escuchando a raperos toda la vida: “No, yo no escucho a nadie para no influenciarme”… Y me parece una pretensión vomitiva. Pues todo lo contrario: disfruta, mantente fiel a tu paleta de colores y crea tu propia obra.

Merca Bae: De hecho, nos está costando explicar el disco y al final tenemos que recurrir a enumerar los géneros en los que hemos trabajado.

Para terminar: en “Cenit” cantas “yo quise subir al cielo para ver, desde fuera y por encima”. ¿Qué se ve?

Erik Urano: Pues al final intento buscar… Bueno, lo primero, ese inicio de frase está sacado de Triana y, al final, un poco es la perspectiva que siempre he buscado a la hora de escribir, un poco intentar alejarme de mi realidad y de mí mismo y enfocarlo desde este punto de vista, así, como cenital. Intentar observarme a mí mismo y lo que me rodea un poco despegado, en el buen sentido de la palabra, para poder ver con perspectiva y claridad. En vez de pegados estamos desapegados, somos los más desapegados de España.

Merca Bae: Así es. ∎

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