La semana vista por…

La mañana del lunes trascendía, a través de ‘El Periódico de Catalunya’, la noticia de la muerte de José Cadahía Sendra, fundador de Razzmatazz, el sello Sinnamon y todo un entramado de festivales. Hace casi dos semanas de su fallecimiento: fue el 10 de diciembre, cuatro días antes del 20º aniversario de la apertura de Razzmatazz, como señalaba Nando Cruz en su obituario. Tenía 49 años.

Desde finales de los noventa, Cadahía había sido un agente dinamizador de la escena indie barcelonesa, primero desde las fiestas A Saco, después con las aperturas de Mond Bar y Mond Club, y sobre todo desde la reconversión de Zeleste en Razzmatazz, nombre elegido por su socio Daniel Faidella en tributo a Pulp. Muchos fenómenos posteriores del britpop tuvieron su debut barcelonés en aquella sala, de Franz Ferdinand (como los más humildes teloneros de la fiesta de tercer aniversario de 2003) a Arctic Monkeys (en una ronda de madrugada en 2005, todavía con ese bajista poco dinámico llamado Andy Nicholson). Cadahía acabó huyendo a Brasil tras el descalabro de su red de festivales, que por poco no se lleva por delante a Razzmatazz.

Y cuando uno iba a cerrar el quiosco, llegó otro regalo: el himno de Nochevieja que se han marcado Soleá Morente y La Estrella de David, “Fin de año”, versión de Estrella Fugaz, el grupo de Lucas Bolaño, músico habitual de David Rodríguez. Ganas de que acabe el año, muchas. Y de cerrarlo con este tema, aún más. Será el mismo 31 cuando salga oficialmente. Escúchalo debajo.