Trazo hagiográfico para dibujar la silueta de Miguel Vargas Jiménez, Bambino, esa fuerza de combustión de la rumba flamenca cuyo esplendor arrollador en los 60 y 70 se marchitó en las dos décadas posteriores. Amigos, compañeros, periodistas y admiradores promueven una visión biográfica que se complementa con material de archivo y pequeñas y modestas muestras de docudrama. Didáctico tanto para fans como para profanos de la figura arrolladora y salvaje del rey de los tablaos.

El rap ha muerto... Viva el rap. Mientras los adultos nos devanábamos los sesos para avistar la nueva llama musical, esta se encendía en los márgenes, ajena a una industria con la venda puesta. En un mundo globalizado e hiperconectado, donde el lugar de reunión e intercambio se festeja en la esfera virtual, era asumible que la nueva oleada no llegaría ni de Nueva York ni de Londres, sino desde los confines de internet. Una nueva generación musical igual de triste, frustrada y colérica que las anteriores, sí, pero que encontró sus altavoces generacionales en héroes caídos por el fentanilo antes siquiera de poder ingresar en el club de los 27. Justin Staple retrata a toda la generación de jóvenes raperos salidos de SoundCloud, del tatuaje facial y sobremedicados que conectaron con el angst de su generación alterando el panorama del rap, el negocio musical, y dejando un bonito cadáver incluso antes de traspasar las fronteras de su país como ídolos musicales.

Un colectivo de raperos SoundCloud se aíslan del mundanal ruido en el desierto de Crestone (Colorado) para dar rienda suelta a su anhelo creativo y a su pasión fumeta. A medio camino entre la realidad y la ficción, la directora Marnie Ellen Hertzler sigue el circundar desorientado de estos jóvenes. Un trabajo que se aleja del catálogo de excesos asociados a la música rap de “American Rapstar”, que a priori sería su filme gemelo, para germinar en un etéreo y apocalíptico retrato de un grupo de músicos solitarios, desconectados del presente, difuminados por un universo alucinado. Uno que adquiere mayor corporeidad con la sugerente banda sonora compuesta por Animal Collective.

Puede que no sea factible descifrar a Jaume Sisa en sesenta minutos, pero Joan Celdran y Àngel Leiro capturan el que probablemente sea el encuentro más emotivo con el trovador marciano. Un trabajo donde el músico catalán expone sin dobleces sus rincones vulnerables, sus sueños frustrados, su miedo al ocaso y la muerte, su agarre a los recuerdos como “droga deliciosa”, tal y como constata el material de archivo que complementa la conversación con Sisa. En definitiva, un tierno y lúcido confesionario de un espécimen único que decide dejarse ver fuera de su guarida.

Icono femenino del underground de esa Nueva York sumida en el paisajismo del Dresde posbombardeo, Lydia Lunch es una figura polifacética: cantante, escritora, performer, actriz, poeta. Esta pieza de no ficción repasa a través de su propio testimonio a cámara, validado por su círculo de amistades (Thurston Moore), compañeros (Tim Dahl, Richard Kern) y admiradores (Nicolas Jaar), su peso en la cultura subterránea de su tiempo. Firma Beth B, otra figura de la escena no wave.

Documental a capela. Renato Terra y Ricardo Calil confían su propuesta al discurso de Caetano Veloso narrando sus dos meses de calvario durante la dictadura militar, en concreto, cuando fue encerrado en prisión supuestamente por interpretar el himno nacional al modo tropicália. La pareja de directores prescinden de montaje, de material de archivo, de invitados y, prácticamente, de escenario para reducir la puesta en escena a la esencia –una única localización que remite al patio de una prisión–. Un cometido austero cuyo interés se concentra (o reduce) a la presencia, con su poder fascinante y evocador, de su figura central y omnipresente. Un depósito de confianza demasiado alto, incluso para el cantautor brasileño.

Skinheads, hippies, mods, rockers, teddy bears… ellos nunca encajaron en ninguna de las tribus que proliferaron en la Inglaterra pos Segunda Guerra Mundial, pero ayudaron a moldear una propia. Desde su condición en Hull como desviados, desclasados e incomprendidos en el colectivo dadaísta COUM Transmissions hasta su condecoración como héroes fundacionales de la música industrial como Throbbing Gristle. El documental de Marcus Werner y Dan Fox inspecciona este historial marciano, transgresor, pornográfico, performático y artístico mediante el testimonio de sus principales instigadores: Genesis P-Orridge, Cosey Fanni Tutti, Spydeee Gasmantell, Peter “Sleazy” Christopherson, Chris Carter... Esclarecedor.

Los directores Celeste Bell y Paul Sng abordan la obra y vida de quien fuera frontwoman de X-Ray Spex, representantes de esa primera ola del punk, y fuente de calor para las riot grrrls y el afropunk. Aquí, la narración y el dibujo de Styrene lo controla una hija descubriendo el perfil artístico y humano de su madre mientras trata de sanar las heridas causadas por la relación que tuvo con ella. Trayecto con etapas en el Londres del bullicio punk/new wave, la coronación en una Nueva York agreste, crisis de bipolaridad, una espiritualidad ligada al Hare Krishna y una maternidad con episodios repudiables. Todo ello formulado con una carcasa formal de entrevistas y material de archivo acaso excesivamente convencional. ∎