En períodos anónimos, cuando la época anterior ya ha finalizado y la siguiente no se presenta todavía, la angustia o paraliza resultados u ofrece cosas singulares. Así era la coyuntura de
Colin Blunstone para el cambio de década de los sesenta a los setenta. El reflujo de “Odessey And Oracle” (1968), la obra maestra con que The Zombies se habían despedido, se tradujo en un éxito masivo póstumo con la explosión tardía del
hit “Time Of No Season”. A Chris White y Rod Argent les pilló aún en el negocio, pero a Blunstone, el vocalista más dotado de The Zombies, en una oficina de seguros tratando de ejercer de ciudadano lirondo después de un acto musical fallido y con seudónimo (Neil MacArthur). Sus excompañeros producían y tenían el grupo Argent en activo. Eventualmente, cantaba con ellos. Con The Zombies definitivamente muertos, regrabaron juntos uno de sus temas ulteriores:
“She Loves The Way They Love Her”, el arranque de un debut en semisolitario y un cigoto de glam pop por el que Brett Anderson debería pagar hoy lo que cuesta una liposucción. Argent y White produjeron el debut de Blunstone a muy corta distancia, y
“One Year” (1971) –adivinad lo que duró su gestación– se hizo reversible.
La recreación en clave bossa nova orquestal del
“Misty Roses” de Tim Hardin le abrió otra veta al álbum. ¿Había que escribir singles o hacer un disco íntimo y frágil con orquestación y arreglos ad hoc? Para lo primero hicieron solo
“Say You Don’t Mind” y
“Caroline Goodbye”, otras dos gemas de pop tipo Zombies; así que la balanza se torció hacia lo segundo. Con la ayuda de un incipiente Tony Visconti, los arreglos de “One Year” aumentaron el efecto de gravedad de un trabajo que de poderse evaporar pasó a pesar lo suyo. “One Year” se convirtió en un singular debut de intérprete. Una joya que brilla raro. ∎