Los supergrupos suelen ser cualquier menos súper, extrañamente inferiores a la suma de sus partes. Pero
boygenius tenía que ser diferente, en parte porque sus componentes no han elegido unirse cuando ya no tenían nada que decir en sus respectivos proyectos, sino en plena eclosión de su talento.
Nos referimos a
Julien Baker,
Phoebe Bridgers y
Lucy Dacus, tres de las más deslumbrantes nuevas voces (femeninas o no) del indie rock reciente. Cada una con su propio estilo (emo folk la primera, más pop la segunda, indie rock canónico la tercera), pero las tres unidas por su afán de hacer música triste y a mucha honra, de aquella que consigue convertir experiencias lamentables en canciones indispensables.
En
“boygenius” hay seis, dos compuestas por cada artista; una llevada al estudio casi terminada y la otra realmente sin definir del todo hasta tener la opinión ajena. Todas suenan a unión perfecta y retroalimentación constante entre estos tres talentos, porque ninguna de ellas parece salida de sus últimos discos. En
“Bite The Hand”, la protagonista es Dacus, pero nada en “Historian” (2018) tiene triples armonías a capela. Ni tampoco un guitarreo intenso, sin concesiones, como el del final de
“Salt In The Wound”, tema de Dacus llevado por las cuerdas de Baker a su pico de intensidad.
Por otro lado, si Bridgers se mostraba en “Stranger In The Alps” (2017) tan emotivamente lacónica como el mejor Elliott Smith, en
“Me & My Dog” se atreve hacia el final a pegar un buen grito. La más tranquila
“Ketchum, ID”, concepto suyo también, parece mostrar la paz que las amigas se transmiten unas a otras: es la promesa de una vida más tranquila en la ciudad del título, donde Bridgers compuso su casi famosa (hasta se coló en la serie de Netflix “The Innocents”) “Smoke Signals”.
Después de algo como “Turn Out The Lights” (2017), había quedado claro que, en el caso de Baker, crecer en sonido y abrirse a nuevos elementos no iba a rebajar la emoción íntima. Esa certeza se refuerza en las preciosas
“Souvenir” (en la que deja a Bridgers y Dacus entonar una melodía puramente bakeriana) y, sobre todo,
“Stay Down”, con el clímax más rock de la artista hasta la fecha. En conjunto, super-EP de supergrupo. Toda una rareza. ∎