Contenido exclusivo

Para poder leer el contenido tienes que estar registrado.
Regístrate y podrás acceder a 3 artículos gratis al mes.

Inicia sesión
Una voz inesperada. Foto: Charlie Cummings
Una voz inesperada. Foto: Charlie Cummings

Entrevista

Arlo Parks: “No pretendo ser portavoz de nadie”

Todavía con el prestigioso Mercury Prize al disco británico del año reciente, Arlo Parks celebra las dos nominaciones a los Grammy con las que cierra su 2021 soñado o, más bien, un 2021 que ni siquiera había podido soñar. La culpa de todo la tiene “Collapsed In Sunbeams”, un debut entre el pop, el jazz y el R&B que la ha erigido en voz de su generación... incluso sin pretenderlo. Hablamos con una de las protagonistas inesperadas del curso musical antes de sus conciertos en Barcelona (29 de noviembre, Apolo) y Madrid (30 de noviembre, La Riviera).

26. 11. 2021

“We’re a super sad generation, killing time and losing our paychecks”. Hace dos años, Arlo Parks ya le cantaba a una hipotética “generación supertriste” en su primer EP, “Super Sad Generation” (Trangressive, 2019), pero no porque estuviera viendo el futuro pandémico antes que nadie: aquí ya estaba todo el mundo lo suficientemente triste en 2019 como para convertir ese sentir común en canción. “Creo que la generación Z estamos más dispuestos a hablar de forma clara de las cosas que nos afectan, aunque referirse a una generación de forma genérica casi siempre es un error porque engloba personas muy diferentes. Todos somos individuos únicos. Hablar por toda una generación es imposible. De hecho, yo no pretendo ser portavoz de nadie”, reflexiona Parks al otro lado del teléfono.

La británica, nacida Anaïs Oluwatoyin Estelle Marinho hace 21 años, atiende a la llamada para hablar de “Collapsed In Sunbeams” (Transgressive-[PIAS] Ibero América, 2021), su álbum de debut. El disco que la ha convertido en portavoz de su generación (quizá sin pretenderlo). Especialmente en Reino Unido, donde los acontecimientos se han ido sucediendo a su favor desde su publicación en enero, con una popularidad creciente a cada nuevo hito: en febrero actuó en el show de Jools Holland, en mayo se alzó con el Brit Award a artista revelación, en septiembre ganó el Mercury Prize a mejor álbum británico del año. En la gala de entrega de premios, la DJ y locutora Annie Mac, componente del jurado, destacó que el Mercury fuera a parar a una artista que “conecta profundamente con su generación”. Otra vez el componente generacional. “Cuando hago música no trato de hablarle a nadie en concreto, solo hablo de lo que veo a través de mis ojos –explica–. Es un proceso muy natural. Suelo escribir en un diario casi todos los días, así que por la noche puedo revisar las cosas que he visto y he experimentado. También tomo muchas notas en mi iPhone”, explica. “De todas formas, imagino que es normal que conecte más fácilmente con personas con las que tengo cosas en común. Por los códigos, por las vivencias, por los referentes. Por eso siempre siento una satisfacción diferente cuando veo personas mayores que yo en mis conciertos: quiere decir que mi mensaje avanza sin barreras”.

“He querido ser escritora desde que tengo memoria. Quería escribir poesía. Todavía lo sigo haciendo y me gusta compaginarlo con la música porque me atrae la idea de ser una artista polifacética, como Sharon Van Etten, que hace música pero también actúa en series y películas”

Tanto ha avanzado que ha terminado infiltrándose en el corazón de la industria musical estadounidense, tan hermética a veces cuando se trata de artistas británicos, con dos nominaciones a los Grammy: a mejor nuevo artista (junto a superestrellas del pop como Olivia Rodrigo y The Kid Laroi) y a mejor álbum alternativo, signifique lo que signifique eso. En descargo del comité de selección de los Grammy, es justo señalar que “Collapsed In Sunbeams” es un trabajo especialmente difícil de etiquetar. No es exactamente pop, no es exactamente jazz, no es exactamente R&B, aunque tiene un poco de cada cosa. No es, desde luego, bedroom pop, el saco donde algunos insisten en meterla; quizá, otra vez, por el componente generacional, quizá por su amistad con Clairo. Nombra como referentes a Sufjan Stevens, Earl Sweatshirt, Radiohead (a quienes ha versionado más de una vez) o Portishead (a quienes se acerca en “For Violet”), pero su inspiración también procede de la poesía de Allen Ginsberg, Sylvia Plath y Pat Parker y, de hecho, ella también escribe y recita. “He querido ser escritora desde que tengo memoria. Quería escribir poesía. Todavía lo sigo haciendo y me gusta compaginarlo con la música porque me atrae la idea de ser una artista polifacética, como Sharon Van Etten, que hace música pero también actúa en series y películas. Me emociona cómo las diferentes disciplinas artísticas están unidas entre sí y, al final, todas funcionan igual: te dediques a lo que te dediques, necesitas sentir las cosas para hacer algo bueno. Mi aspiración definitiva es ser una persona creativa para siempre, sin importar si canto, escribo, actúo, dirijo o hago fotos”.

El colapso positivo. Foto: Alexandra Waespi
El colapso positivo. Foto: Alexandra Waespi

Esa obsesión con el arte en todas sus vertientes podría tener algo que ver con la tendencia al name dropping que caracteriza sus letras, repletas de referencias pop. A lo largo de “Collapsed In Sunbeams”, cita a Thom Yorke, Robert Smith, MF DOOM, Gerard Way de My Chemical Romance, Jai Paul o a la propia Sylvia Plath, aunque también a unos cuantos personajes anónimos: por ahí aparecen una Eugene, una Caroline, una Kaia, una Millie, una Sophie. Arlo Parks las menciona sin dar mayor explicación, como si no hiciera falta. “Todas son personas reales. Alguna vez he cambiado el nombre porque el real no encajaba bien en la canción, pero todas ellas existen”, dice. “Así todo es más íntimo y personal, pero me siento cómoda con ello”.

En realidad, pese a no pretender hablarle a nadie en concreto, a lo largo del álbum siempre parecen surgir interlocutores. Y si no, cada día surgen nuevos interlocutores fuera: un lustro después de bautizarse musicalmente a sí misma como Arlo Parks para tener “un nombre doble como Frank Ocean o King Krule”, esta británica de padre nigeriano y madre francesa ya es una de las inesperadas protagonistas del año gracias a “Collapsed In Sunbeams”, el disco que escribió encerrada en un Airbnb del este de Londres cuando empezaba la pandemia, mano a mano con su productor y amigo Luca Buccellati mientras comían pasta y veían películas de Studio Ghibli. “Empecé a hacer música para mí misma porque nunca pensé que nadie la escucharía, así que todo lo que ha pasado ha sido bastante inesperado. Ni siquiera sé cómo se supone que tengo que actuar la mayoría de veces. Todavía lo estoy asimilando”. ∎

Contenidos relacionados

Arlo Parks en busca de equilibrio

ENTREVISTAS / Por Susana Funes → 05.07.2023

Arlo Parks

My Soft Machine
ÁLBUMES / Por Marc Muñoz → 31.05.2023