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THALA mereció algo más de atención por “Adolescence” (2021), un primer álbum quizá inmaduro, como sugiere el título, pero en el que esta seguidora del shoegazing de ayer (The Sundays) y ahora mismo (Beach House) apuntaba buenas maneras melódicas y sabía dar con palabras simples para organizar sentimientos complejos.
Pero para hacerse oír, lo dejan claro las redes cada día, es importante gritar bien alto. Y por ello la artista ha decidido, sin dejar de lado el potencial ensoñador, reorientar su carrera hacia una fase más eléctrica y crujiente y de dinámicas más impactantes, como ese viejo pero todavía efectivo truco del bajo-ALTO-bajo que tan bien dominaron Pixies. En su nuevo EP parece buscar un hueco en la foto de esa gran generación de indie rockers/emo-folksters que lideran Snail Mail, Soccer Mommy y boygenius. Lo que se traduce también en letras aún más íntimas, intensas que antaño, claro exorcismo de emociones guardadas durante demasiado tiempo.
“You Had 2” empieza tenue, no tan lejos vocalmente de Harriet Wheeler, pero en el estribillo llega una nueva contundencia rock. Se puede pensar en la Snail Mail de “Valentine” (esa clase de contraste entre fraseo y estribillo) o, mirando a terrenos más dream pop, Hatchie (THALA y ella son aquí dobles de voz). La canción está dirigida, según parece, a alguien cuya ausencia sintió en exceso durante la infancia, quizá un padre o una madre. Alguien de la familia, seguro: “Nuestra sangre no tiraba / pero no pasa nada; te perdono”, canta, y es un poco como si se diera permiso a sí misma para empezar a pensar en otras cosas.
La excelente “Curtain Call” arranca con aires country-rock, como si Sheryl Crow fuera a tomar el micro, pero la voz es más el susurro herido de Phoebe Bridgers. Por si no quedara claro que THALA vive mentalmente en los noventa, el vídeo está hecho con SnorriCam, como el de “1979”, de The Smashing Pumpkins, un grupo también adepto del bajo-ALTO-bajo. A nivel temático, no es una canción de cumpleaños: trata sobre el miedo a estar solo en el momento de morir.
La alegría (en cursiva irónica) sigue en “Easy Out”, reproche a alguien que ocultó una grave enfermedad para ahorrar dolor a su gente cercana. “Te juro que si nos dejas / con todas las mierdas que has hecho / Te odiaré / Sí, te odiaré”, canta THALA con una bravuconería carismática que hace pensar en la Sharon Van Etten más épica. Y luego está ese corte titular sobre la equivocación de callarse el malestar psicológico: “Porque tienes permiso / para estar triste / O de lo contrario un día te partirás en dos / Y te volverás loco”. Más crudo imposible.
Completan el lote “Are You Thinking Of Me”, intento (logrado) de himno sobre las angustias del enamorarse, con quizá el mejor estribillo del EP, y un corte de calma engañosa, “Sink”, en el que un bucle de culpa por no haber ayudado a un ser querido deriva en un clímax eléctrico bastante explosivo. Efectivo de principio a fin, “In Theory Depression” suena a prometedor nuevo comienzo, a pequeño big bang personal. ∎