Con las novedades en relativo barbecho, la actividad musical se enfoca en las giras festivaleras, centrando el interés de un público que (teóricamente) no deja de crecer. Este mismo fin de semana coinciden una panoplia de eventos que reflejan sensibilidades muy distintas, casi complementarias. Por ejemplo, tenemos en marcha desde ayer –y hasta el domingo– el murciano Fan Futura Fest, encabezado por Bizarrap y en cuyo cartel aparece buena parte de la plana mayor de la entelequia que llamamos música urbana, el trap, el hyperpop y, en general, todos los subgéneros que tienen un público zoomer: desde el fenómeno Rojuu a los VVV [Trippin’you], pasando por Chico Blanco o Soto Asa.

Fan Futura coincide en el tiempo con el Low Festival, con un cartel que ignora virtualmente cualquier tendencia contemporánea para entregarse a los brazos del indie institucional prepandémico. ¿Terminarán por asimilarse los unos con los otros? ¿Se odian sus públicos? ¿Dónde se trazan las barreras generacionales? Demasiadas preguntas para una época del año tan ociosa. Otros festivales programados este fin de semana, ambos ya citas ineludibles, son el gijonés Tsunami –con Dropkick Murphys, Floggin Molly o Circle Jerks en cartel– o el extremeño Contempopránea –Lori Meyers, La Casa Azul o Carolina Durante entre sus reclamos– y apuestan por un continuismo eterno, por la celebración de su propio nicho. Cuesta creer en estos tiempos posgénero, postribales, que hubo un momento donde la juventud se definía en base a unos gustos musicales que, precisamente, excluían géneros.

Algunos eventos optan por un enfoque mixto. Resulta llamativo, por ejemplo, el del festival Brillante, que se celebrará del 16 al 18 de septiembre en la sierra madrileña –en Chapinería– y que tan pronto pone en su cartel a La Casa Azul y Nacho Vegas como a Rakky Ripper y a Irenegarry. Recientemente ha lanzado una buena cantidad de ofertas y packs para familias y grupos de amigos que lo convierten en una cita apetecible para quien busque una opción festivalera que se desmarque de las grandes aglomeraciones. Dos recomendaciones de su notable cartel: el pop sugerente, misterioso y vanguardista de rebe, una performer excepcional, y el viaje lisérgico, nacido del synthpop pero pasado por la retromanía de los mejores Broadcast, de Sofia.

Otro festival que ha anunciado su cartel es el BAM, institución barcelonesa y ejemplo de programación en permanente contacto con la vanguardia. Su gran éxito siempre –desde los tiempos en que, por ejemplo, Belle And Sebastian y Primal Scream podían encabezar un día de su programación (hace 25 años, nada más y nada menos)– es evitar la obviedad, llevar la contraria a los intereses casi institucionales de agencias de contratación y salirse de los márgenes. Este año, más allá de los nombres más famosos como Alizzz o Luna Ki, destaca el hip hop de raíces magrebíes de Isam y Miss Raisa, el metal de Frantic Amber o el que lleva muchos años siendo uno de los mejores grupos de punk de España: La URSS.

También estrenan canción uno de los grupos a los que Alex G más ha imitado: los eternos Built To Spill, después de siete años sin un nuevo álbum de composiciones propias, publicarán “When The Wind Forgets Your Name” en septiembre. “Spiderweb” suena convincentemente a “Ancient Melodies Of The Future” (2001), lo cual es siempre un alivio para los fans

Por último, una sorpresa de mano de Dry Cleaning, el grupo londinense que revivió a los mejores Sonic Youth el año pasado en “New Long Leg” y que sigue avanzando contenido de su próximo álbum, que se titula “Stumpwork” y llegará a tiendas y plataformas de streaming el 21 de octubre. Ha estrenado la canción “Anna Calls From The Arctic”, segundo sencillo del disco, más sutil y etérea que cualquier cosa incluida en su celebrado predecesor.