La familia Cobain está pasando un día entretenido fuera de casa. Es la tarde en un estudio de fotografía de Manhattan. Papá Cobain va de un lado a otro de la habitación, paseando a su hija de once meses en su cochecito. El músico lleva un traje con el que se podría presentar a una prueba para interpretar un papel de tigre. Tiene un aspecto ridículo. Frances Bean está balbuciendo descontroladamente, con una gran mueca en su cara angelical. Courtney Love Cobain yace descalza en un sofá.
“¿Dónde están mis bebés?”, pregunta, alargando los brazos. Kurt cambia de dirección, actúa como si hubiese perdido el control y para bruscamente el cochecito justo delante del sofá. Se inclina sobre su esposa y le da un beso largo y apasionado.
Esta no es una familia corriente. Se trata de la realeza. De la realeza grunge. Y
Kurt Cobain, el líder de los
Nirvana, también llamado el rey del grunge, la estrella del rock de la generación X, sabe perfectamente cómo impedir que nadie consiga entrar en su mente. Tiene sus propias opiniones, claro, y algunas de ellas las defiende abiertamente, pero cuando se trata de desnudar su alma, te deja llegar hasta un cierto punto para después dejarte colgado. Solo hay que escuchar sus letras: te dan alguna pista y te provocan, pero nunca son totalmente claras. (
“Tengo que tomar veneno para la piel, dar un poquito para obtener una sonrisa / Nunca he conocido a un hombre sabio, si acaso podría haber sido una mujer, tengo que encontrar el camino a seguir para encontrar el camino”; “Smells Like Teen Spirit”). A pesar de ser alguien tan introvertido, Kurt Cobain ha conseguido hipnotizar a cientos de millones de personas (jóvenes).
Parece como si hubiese pasado mucho tiempo desde que Nirvana apareció por vez primera. El 24 de septiembre de 1991 publicaron su segundo álbum,
“Nevermind”, ya un producto Geffen. Días antes, el 10 de septiembre, llegó “Smells Like Teen Spirit”. El single se convirtió en un himno para toda una generación furiosa, que solo había conocido las administraciones represivas y de derechas de Reagan y Bush. El tema se oía constantemente en la radio americana y la MTV emitía el vídeo sin cesar. “Nevermind” consiguió ser el número uno de las listas americanas en enero de 1992. Entonces empezaron los rumores. En realidad, nunca han cesado.
Kurt Cobain ha muerto. Está enganchado a la heroína. Es adicto a una medicina para la tos. Kurt se casa con Courtney Love en Hawái (cierto) y abundan los rumores que apuntan a que ella no quería invitar a los otros miembros de Nirvana con sus respectivas compañeras. La pareja pasa una temporada en clínicas de desintoxicación. Anuncian que van a tener un hijo (cierto) y las habladurías acerca de las drogas son cada vez más insistentes. Kurt padece dolores de barriga y descubre las úlceras de estómago provocadas por una mala dieta y por la locura de las giras (podría ser verdad). Courtney es ingresada de urgencias en el hospital un mes antes de dar a luz por problemas en la matriz mientras se encuentra de gira con los Nirvana en España. El ya célebre artículo de ‘Vanity Fair’ sobre Courtney Love aparece en los quioscos: los Sid y Nancy de los años noventa son examinados al milímetro. Aparentemente, Courtney confiesa haber tomado heroína en los primeros meses de embarazo. A pesar de todo, Frances Bean nace en agosto: ¿Tiene una sola cabeza o dos? ¿Pesa menos de lo normal o su peso es el correcto?
Mientras que Nirvana y Guns N’Roses prosiguen con su guerra dialéctica (a los primeros les irritaba la tendencia de Axl a hacer declaraciones y letras pretenciosas) y surgen los problemas con la biografía no autorizada de Victoria Clarke y Britt Collins, empiezan a oírse comentarios acerca del trabajo posterior a “Nevermind”. Alguien dice:
“Será una porquería”. Otros citan a Kurt afirmando:
“Quiero que sea una porquería”. Aparecen opiniones sobre el nuevo álbum en todo el país. Incluso la revista de actualidad general ‘Newsweek’ le dedica su atención afirmando que Geffen lo considera “imposible de editar”. Como respuesta directa al informe de Jeff Giles, el grupo dedica una página entera de ‘Billboard’ a exponer su versión de los hechos.
Más historias de horror: Kurt ha comprado pistolas, intenta estrangular a Courtney en su casa de Seattle y debe pasar unas horas en prisión.
Claro que en este período de dos años, Nirvana, la banda de rock mundialmente famosa, editó unos pocos singles (“Come As Your Are”, “Lithium”, “In Bloom”) e hicieron algunos vídeos, clásicos y llenos de humor. También grabaron
“In Utero” (1993), su tercer álbum. Este puede confundir a muchos críticos.
Puede que no sea (por suerte) “Nevermind 2”, puede que no refleje un momento concreto como lo hizo ese álbum, pero tiene la misma chispa de genialidad. Los sentimientos de crudeza y dureza del primer disco,
“Bleach” (1989), están presentes, pero suavizados por la melodía. El grito primitivo de Kurt Cobain es tan desagradable y áspero como siempre.