En “Deep States” Tropical Fuck Storm siguen con los dientes tan afilados como de costumbre, ofreciendo una bacanal de rock turbio que se levanta sobre un groove viciado que echa raíces en los páramos del blues embarrado y tóxico. La música del grupo crece como un resistente arbusto de garras retorcidas y llenas de espinas. Es oscura y peligrosa, extenuante y exigente. Rock en caja alta. Juan Cervera

A través de las nueve canciones de “Utopian Ashes” Bobby Gillespie y Jehnny Beth narran la desintegración de una pareja atrapada en una desesperada vorágine de amor y desamor, violencia psíquica y sustancias tóxicas. Algo así como un fotograma perdido de los mejores tiempos de Lee Hazlewood y Nancy Sinatra, en tétrico blanco y negro y lleno de mugre y cicatrices. Gran disco, gran drama. Juan Cervera

En la diversidad aperturista de “Second Line” se intuye la identidad artística genuina de Dawn Richard. La artista sigue explorando su herencia racial y su raigambre en Nueva Orleans, dejando una buena ristra de temazos con la que creer, aunque sea desde la virtualidad más absoluta, que realmente estás bailando en la “segunda línea” del Mardi Gras. Algo que nos viene genial a todos aquí y ahora. Raül de Tena

Combinando inglés y francés, temas originales y viejos tradicionales, Myriam Gendron se transmuta en chamana de canciones que parecen extraídas de las expediciones de Alan Lomax. “Ma délire. Songs Of Love, Lost & Found” es un disco que parece de otro tiempo y de otro lugar, revelación y confirmación de madame Gendron como creadora y excavadora única y excepcional. Juan Cervera

Si algo hemos aprendido de las generaciones millennial, y sobre todo Z, es que no se casan con ningún estilo: por eso, en el debut de Olivia Rodrigo hay pura crudeza Fiona Apple, baladas folk, grandiosidad pop y ecos lo-fi y bedroom. “SOUR” podría haberse conformado con ser simplemente el disco de ruptura de los zoomers, pero en él muestra convicción en la voz y en unas letras cohesivas. Álvaro García Montoliu

“Agor” es una buena representación de todo lo bueno y lo mejor que le ha pasado a la música electrónica, que no de baile, en el último lustro. Es como si se hubiese dejado puesta durante horas en una centrifugadora la música de tus productores electrónicos favoritos. Música sintética de cámara que se abre ante el oyente como una flor de loto con capas y capas de profundidad. Álvaro García Montoliu

“Comfort To Me” no es solo punk. Amyl And The Sniffers pueden sonar a hardcore acelerado, a pub rock o al metal más garrulo sin ningún prejuicio. Corrían el riesgo de ser tomados a broma con su primer álbum, pero ahora se sacuden cualquier atisbo de eso remarcando una salvaje personalidad, tanto por la actitud como por todo lo que su vocalista Amy Taylor cuenta a bocajarro. David Saavedra

Desde esa intro de un minuto y medio hasta el final del último tema, Paloma Mami prescinde de obviedades en “Sueños de Dalí”. ¿Hay perreo? Claro que sí, pero sin estridencias ni mayores artificios. R&B, trap y hip hop que suenan oscuros, acompañándose en la producción con nombres importantes de la nueva generación de compositores y productores, como Nija Charles y Nick Mira. Javiera Tapia

En “Valentine”, Snail Mail diversifica y sofistica su sonido sin perder un ápice de pureza e intensidad en los sentimientos. Lo que antes era indie rock de regusto nineties incluye ahora flirteos con el pop, el hip hop e incluso el yacht rock. La artista ha inyectado pequeñas dosis de ciencia ficción a un rock confesional que antes era, sobre todo, realismo sobrecogedor. Juan Manuel Freire

Con su tercer largo, Turnstile rechazan cualquier melindre genérica sin cortar amarras con sus raíces punk. “GLOW ON” funciona de principio a fin y puede contribuir a renovar el interés del gran público hacia estos sonidos. A la habilidad del grupo para construir canciones llenas de gancho se suma la efectividad con que tienden cableado entre lo tradicional y lo contemporáneo. César Luquero

“Donda” es grandilocuente y autoindulgente, pero también asombrosamente minimalista y coherente a nivel musical: apenas contiene samples y se construye sobre la fórmula del “menos es más”: órganos, pianos, sintetizadores, percusiones limpias y líneas de bajo prominentes son algunos de los elementos que centralizan el storytelling sonoro de la última entrega de Kanye West. Frankie Pizá

Nueve años después de su último LP, las habilidades de Holy Other siguen intactas, concentrado en modelar un mundo onírico donde los beats tienen una importancia secundaria y la creación ambiental y melódica es el sustento de sus indagaciones. “Lieve” nos pone de nuevo frente al espejo de un artista escurridizo e irremplazable: sonidos hermosos, turbadores, vaporosos y evocadores. Juan Cervera

Con “Disco!”, vanguardia de sabor irresistible, MIKE asienta su trayectoria como una de las más interesantes del hip hop de nuestros días, con un plus de abstracción jazz en un cancionero pulido en torno a arreglos de tono barroco añejo. Un álbum medicinal de propiedades altamente recomendables para todo amante de la vertiente más ensoñadora de las materias jazz y hip hop. Marcos Gendre

“Reflection” no deja lugar a dudas: la irrupción de Loraine Jmes es de las más interesantes de la escena británica reciente, con una personalidad expansiva que traslada a los beats, la base de todo lo que llega después; una superfície sólida y brumosa al mismo tiempo sobre la que, sorprendentemente, se asientan el resto de elementos, que no se caen a pesar del constante movimiento. Carles Novellas

Todo en “BLACK METAL 2” desprende una niebla amenazadora, con letras impenetrables o de un realismo sucio sangrante; una pesadilla entre la vigilia y el sueño, algo subrayado por el constante uso de guitarras repetitivas y ritmos esqueléticos. Música que es bella y malsana, extraña y cercana, música en modo libre que levanta acta sonora de las turbadoras paranoias del urbanita de hoy. Juan Cervera

Desde la melancolía funk digital ochentera o desde las cuerdas otoñales, Helado Negro ha apostado en “Far In” por encontrar su eje de rotación en la ingravidez inconcreta de un imaginario compuesto de saudade soul, exquisitez funk y bucolismo onírico. Magnético triángulo de atracción enfocado en cómo visualizar el ABC del pop mainstream bajo parámetros de actuación ajenos al mismo. Marcos Gendre

“Jubilee” no es otra cosa que la mejor versión de Japanese Breakfast hasta la fecha: directa y depurada en la melodía, cargada de musicalidad extra, empujada por un ansia de salir adelante claramente contagiosa. Son diez canciones, ni una más ni una menos, todas ellas redondas, inmediatas, capaces seguramente de llevar a Michelle Zauner a otra dimensión popular. Juan Manuel Freire

Las canciones de “Cavalcade” poseen desarrollos largos e intrincados, cuya exuberancia tímbrica e instrumental tal vez acredite desestructuras, postraciones y horrores vacui. Está claro que la inmediatez no es una de las vocaciones de black midi, pero este álbum ofrece pasajes de paradójico deslumbramiento estético en los que la música hace desbordar las emociones. César Luquero

El título y la portada de “Meu coco” no pueden ser más explícitos. Caetano Veloso quiere hablarnos de las cosas que pasan por su cabeza. El héroe del tropicalismo exprime sus ideas, con letras influenciadas por una avalancha de pensamientos, de recuerdos almacenados y desbloqueados. Cada canción es un mundo, y puede viajar del funk carioca a los arreglos de chelo y la electrónica.⁠ Ramon Súrio

“Harlecore” a veces es puro desenfreno y escapismo bailable. Y probablemente ese haya sido el objetivo último de Danny L Harle. Pero si una buena voz de helio te pone tonto, si tus primeras mixtapes las grababas directamente de las emisiones de Flaix FM, si el “Cachitos” de este año, menos ochentas y más bakala, te pareció el mejor en eones, este disco es tu mejor válvula de escape. Álvaro García Montoliu

“Sound Ancestors” resume el esoterismo y la espiritualidad de Madlib –tras la autorreflexión y el embriagamiento creativo-espiritual en tiempos de COVID–, quien, junto con Kieran Hebden (Four Tet), hace malabares con beats y samples, unidos por la afinidad de ser ávidos coleccionistas de discos con un conocimiento musical muy amplio que abarca música brasileña, el free jazz y la psicodelia. Arnau Sabaté

Wiki nos entrega su trabajo más personal, estructurado en torno a un eje donde el paso del tiempo en Nueva York funciona como enclave argumental de una arcadia hip hop trufada de espectro soul, vía años 70. En “Half God” los contornos instrumentales se disuelven en relieves jazz y un collage de samples vocales que suscribe el borrado temporal de esta radiografía de la metrópolis. Marcos Gendre

Desde el sentimiento profundo de la aceptación de la rutina, Courtney Barnett, que ha apaciguado su ansiedad, nos convida en “Things Take Time, Take Time” a soslayar el desánimo buscando disfrutar de las sensaciones inéditas provocadas por la no menos inédita situación de recogimiento. Sin acordes correosos y sin melodrama. En ese punto justo de sensatez tan difícil de equilibrar. David S. Mordoh

Incluso cuando más se acerca a la oscuridad, lo que no quiere decir que suene adrenalítico ni perturbador, “A Beginner’s Mind” solo llena de luz. Hablamos del puñado de canciones más pop y directo que Sufjan Stevens ha publicado en años. Sorprende y alegra escucharlo cultivando esa energía vibrante, haciendo bellas armonías vocales con su amigo Angelo De Augustine, divirtiéndose, divirtiendo. Juan Manuel Freire

“Black To The Future”, la explosiva cuarta entrega de Sons Of Kemet, rebosa negritud, raíz, reivindicación y orgullo racial por los cuatro costados y lo enuncia desde su título y sobre once composiciones cuya narrativa palpita impregnada de un sincretismo musical en el que la presencia vocal sale reforzada. Un arrebatador y contagioso manifiesto que termina apelando tanto a conciencia como a pies. Salvador Catalán

“Open Arms To Open Us” es insospechado, fresco y revulsivo, un paisaje nuevo y sorprendente que se revela a cada recodo del camino. “Visionario” es probablemente el calificativo que mejor se ajusta a Ben LaMar Gay, quien ha dinamitado las fronteras estilísticas y ha compuesto un lienzo de jazz-funk experimental evocador y sugerente que nos interpela sobre nuestra propia visión de la vida. Dr. Decker

Impregnados del groove y del proteico espíritu del Miles Davis eléctrico, Matthew E. White & Lonnie Holley abordan en “Broken Mirror. A Selfie Reflection” el jazz y el funk (o viceversa) de forma libre y heterodoxa en un lienzo de sonidos burbujeantes que incita a la liberación del cuerpo y el alma. Una colaboración inesperada que cristaliza en un álbum que desafía clasificaciones. Juan Cervera

“Bright Green Field” es la temprana declaración artística de Squid. Adentrarse en el disco es hacerlo en paradero desconocido. Es rupturista y desafiante, con canciones de estructura intrincada y números post-punk que incluyen su reverso noise, jazz, punk-funk, industrial y electrónico. Una puerta abierta a una carrera que se presume larga y estimulante. Edu Fernández

A través de violines, sintetizadores y, sobre todo, arpa, Arooj Aftab despliega en “Vulture Prince” un recital de intimismo y melancolía musicales para abrazar unos textos que rinden homenaje o reinterpretan poemas musicados de las literaturas árabes con los que ella creció en su infancia y primera juventud en Arabia y Pakistán, para mostrar un estado de aceptación de la fatalidad. Jesús Rodríguez Lenin

“I Don’t Live Here Anymore” se erige en poderosa y monumental oda al cambio y al movimiento perpetuo; al muy springsteeniano salir pitando sin mirar atrás para dejar de sentirse como un farsante. Un trabajo con el que The War On Drugs vienen a confirmar que, aunque ajado y gastado, el viejo rock aún admite aventuras ambiciosas y de acabado abrumador. David Morán

“NINE”, el quinto álbum del misterioso colectivo de soul británico SAULT, solo existió durante 99 días; después de eso, se eliminó de las plataformas de streaming. Pero este crudo, inquietante y excelente álbum vivirá en la conciencia colectiva mucho más tiempo que el tiempo que le asignaron sus autores, algo extrañamente apropiado para un disco donde la memoria juega un papel tan central. Ben Cardew

“Ignorance” es un tratado sobre el lado emocional del cambio climático, sobre los lazos profundos que nos unen a la tierra y el cielo y el dolor ante la ignorancia ecológica. En él, The Weather Station se basa en una fértil comunión de lo musculoso y lo frágil: sobre unos ritmos lineales, casi disco en ocasiones, caminan sin prisa voces vulnerables, enredadas entre virutas de viento y cuerdas. Juan Manuel Freire

En “Fire” no hay lugar para las medias tintas ni los experimentos con gaseosa. Es un golpe directo al estómago sin toma de prisioneros que exuda testosterona ruffneck por cada poro. Un arsenal de bases densas plagadas de metralleteos, sirenas, fanfarrias del juicio final y graves rugientes que no dejan lugar a otra cosa que no sea rabia, tensión y confrontación. Félix Suárez

“MONTERO” nos hace celebrar que un rapero negro se haya infiltrado en la industria con atractivos videoclips y bailables bangers para dar visibilidad al colectivo LGTBIQ+. Como las pantallas de un videojuego que empieza por el final, Lil Nas X nos abre las puertas del cielo para continuar el trayecto como ángeles caídos que se deslizan por una lujuriosa barra de pole dance hasta el infierno. Bea Nieto 

En una época en la que a los youtubers se les cae de la boca la palabra barras, este álbum es una masterclass de lo que realmente son las barras. Mach-Hommy es la razón por la que existe el rap, para mover el cuello y hacer girar la mente intentando descifrar lo que acaba de decir. Y su “Pray For Haiti” es compacto, dirigido y con un cierto aire a mixtape que circula de mano en mano. Al Sobrino 

El debut largo de Fred again.. recoge con emoción la clase de sentimientos que asociaremos con 2020: anhelo y nostalgia, sensación de haber dado demasiadas cosas por hechas, ansiedad por volver a ver caras queridas más allá de la pantalla. Sin embargo,  “Actual Life (April 14 – December 17 2020)” invita al baile confinado, a superar esto mediante la liberación de endorfinas. Juan Manuel Freire

En “Black Encyclopaedia Of The Air”, vibrante degustación de brebajes tan terrenales como marcianos, Moor Mother nos transporta a una colorista dimensión de sonidos vaporosos, impregnada de atmósfera jazzy, ética avant-garde y arrastrado flow hip hop como motor creativo de un conjunto de canciones que buscan un impacto directo en el oyente a través de una narrativa libre de relieves líricos. Marcos Gendre

Todo en “Una rosa” suena excitante y denso. Xenia Rubinos emerge desdoblada en diferentes yoes, a través de los que esta artista norteamericana de orígenes cubanos y puertorriqueños se ha sumergido en las raíces del cancionero tradicional de su semilla geográfica, a la que rinde pleitesía y presenta desafío por medio de una ración electrónica de factura asilvestrada y libérrima. Marcos Gendre

Gestado en el ocaso de la América de Trump, “Chemtrails Over The Country Club” es una obra menos épica, no tan majestuosa, pero constituye el mayor esfuerzo de concisión de la neoyorquina. Y pese a autorreferenciarse constantemente a sí misma, Lana se las apaña para encontrar cinematográficos nuevos encuadres y deliciosos registros vocales en el disco más terrenal y vulnerable de su carrera. Max Martí 

Las canciones de “For The First Time” caminan todas de A a C, pero ninguna de ellas pasa necesariamente por B. Black Country, New Road priorizan las carreteras de arreglos secundarias, el vagabundeo sonoro e incluso la simpatía por la distracción. ​​Trabajar con esa elasticidad es una decisión creativa que explica en buena parte el atractivo de un grupo que está por encima del revival post-punk. Joan Pons

“Fatigue” es un caleidoscopio de sensaciones filtrado a nivel hipnagógico. Abstracción en estado gaseoso, engarzada entre sinuosas ondas vocales y un estado de cosmología soul psicodélica. L’Rain ha erigido una arcadia repleta de ideas materializadas a base de pinceladas donde cabe tanto la heterodoxia vanguardista como la condición espiritual de un arco iris vocal. Marcos Gendre

Compuesto del tirón, buscando dejar las producciones sin pulir, con un estado emocional muy fruto de un momento particular, en “Colourgrade” Tirzah navega por aguas disonantes, de sonidos guturales, más profunda en su búsqueda de esa imperfecta perfección que tanto ansía. Tirzah en un momento vulnerable, pero con ganas de disipar las dudas en sí misma y en los demás. Juan Manuel Freire

En “Happier Than Ever”, Billie Eilish desdibuja ideas instaladas sobre sí misma apostando por un sonido más sensual que radical. Subraya su pasión por cantantes jazz como Julie London y Peggy Lee, pero sin hacer “orgánico” su sonido; Finneas sigue dando lo mejor de sí mismo, lo más raro e inquieto, cuando produce para su hermana. Eilish no busca gustar, solo expresarse y seguir creciendo. Juan Manuel Freire

Siguiendo la metodología de buena parte de sus bandas sonoras conjuntas, Nick Cave y Warren Ellis han compuesto en “CARNAGE” ocho canciones magníficas, relucientes, no fragmentos que subrayan emociones en una pantalla. El disco tiene una línea clara que lo recorre todo, pero puede ir de lo casi fantasmagórico y disonante a lo calmo, ungido por la entonación y los arreglos serenos. Quim Casas

“An Overview On Phenomenal Nature” es un disco hecho por placer, pero, sobre todo, por necesidad. La que sentía Cassandra Jenkins de hacer las paces con un mundo resquebrajado por el impacto de la inesperada muerte de David Berman. Flanqueada por Josh Kaufman en la producción, abraza un ambient-folk-jazz de poderes extraños, reconstituyentes para ella misma y el oyente. Juan Manuel Freire

“CALL ME IF YOU GET LOST” es el homenaje de Tyler, The Creator a la quintaesencia del hip hop: la cultura de las mixtapes. A lo largo de los más de 50 minutos de duración, identificamos referencias que beben de su imaginario, como pueden ser el jazz u otros palos como el R&B o la tradición más funky, soul o incluso disco. Así, los estilos musicales componen un collage sonoro. Al Sobrino

Se podría recluir a Dry Cleaning en la casilla del after-punk británico contemporáneo, pero su propuesta escapa sin esfuerzo al etiquetado post-punk e incorpora materiales creativos mucho más apetecibles. En “New Long Leg” el grupo estiliza un discurso hipnótico con ayuda del habilidoso músico y productor John Parish, quien imprime su reconocible sello en composiciones de gran riqueza. César Luquero

El único camino de Little Simz parece, desde hace unos años, hacia arriba, hacia un horizonte más libre y una versión de sí misma más compleja y completa. Con “Sometimes I Might Be Introvert” ha grabado el que parece su disco definitivo (al menos por ahora): diecinueve cortes, en alternancia entre descargas rap y grime, neosoul seductor, curiosos interludios spoken word e imponentes flirteos con el afrobeat. Juan Manuel Freire

La música que derrama “Promises”, tranquila y reverencial, se encuentra entre la más hermosa y deslumbrante que se ha podido escuchar en los últimos años, un río armónico que fluye y crece con una naturalidad tan asombrosa que parece producto de un sueño amasado por benevolentes dioses.

Majestuoso e íntimo, solemne y etéreo, el álbum se sostiene en un equilibrio perfecto y en un diálogo cabal entre la electrónica de Floating Points, las cuerdas de The London Symphony Orchestra y los soplidos del tenor de Pharoah Sanders: nada chirría en este resplandeciente manantial sonoro. Juan Cervera

“HEY WHAT”, el disco número trece en estudio Low, envuelve al grupo en un clima de tranquila devastación que acaba imponiéndose a las sulfurantes “molestias” que su sonido pueda transmitir. Ahí se vislumbra una luz, una suerte de paz luchando contra lo siniestro.

Sonando al máximo volumen posible, “HEY WHAT” es un álbum fiero y descomunal que posibilita un trance que llega a obnubilar. A veces, podría ser drill’n’bass a lo Squarepusher en nanas de afectación romántica cantadas para sobrevivir con dignidad en un mundo y en un momento como este.

¿Cómo es posible tanta lucidez, tanto riesgo, tanta autoexigencia? ¿Y cómo es posible tanta belleza disruptiva? Imparables en su compromiso con ellos mismos, ensuciando lo digital hasta un simulacro de extreme noise terror, aunque sin prescindir de melodías pop que embelesan, ocultas pero radiantes, intrínsecamente dulces, Low nos confortan y nos emocionan con este grandioso reto de superación. Santi Carrillo